"¡Nunca tendré amigos!", niña adoptada llora cuando nadie asiste a su fiesta de cumpleaños - Historia del día
Una niña esperó a que sus compañeros de clase aparecieran en su fiesta de cumpleaños durante una hora antes de que su madre adoptiva le dijera que no vendría nadie. "¡Nadie quiere ser mi amigo!", dijo llorando la niña. No sabía que haría nuevos amigos en un lugar inesperado unas horas más tarde.
Después de que Lily comenzó a vivir con su familia adoptiva, tuvo que comenzar su vida desde cero. La pequeña tuvo que hacer amigos en su nueva escuela y adaptarse a su nueva casa simultáneamente.
Una semana después de comenzar la escuela, uno de los compañeros de clase de Lily invitó a todos a su fiesta de cumpleaños. Cuando Lily vio que todos estaban emocionados por asistir a la fiesta de cumpleaños de la otra niña, se le ocurrió una idea.
Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels
Más tarde, ese día, fue a su casa y le contó a su madre adoptiva, Samantha, al respecto. "¡Una niña de mi clase invitó a todos a su fiesta de cumpleaños este fin de semana!", dijo Lily.
"¡Oh!, ¡qué bueno!", exclamó Samantha. "Puedes llevar tu falda favorita a la fiesta, Lily".
Lily asintió y luego le contó la idea a su madre. "Quiero organizar una fiesta aquí el próximo mes en mi cumpleaños, mamá. ¿Crees que es una buena idea?".
"Sí, puedes invitar a tus compañeros de clase. ¡Hornearé un delicioso pastel de chocolate para ti, cariño!", respondió, alegremente Samantha.
Lily pensó que invitar a sus compañeros de clase a su fiesta de cumpleaños le permitiría interactuar y hacer nuevos amigos. Ella sintió que esta era su oportunidad de impresionar a todos en la escuela.
La pequeña esperó unos minutos más a sus compañeros hasta que su madre adoptiva le contó la amarga verdad.
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Un mes después, Lily hizo invitaciones personalizadas escritas a mano para sus compañeros de clase y las distribuyó en clase. "¡Espero que todos vengan a mi casa mañana!", manifestó.
"No te preocupes, Lilly", respondió una chica. "¡Estaremos allí!".
Al día siguiente, Lily se puso el vestido nuevo que su madre adoptiva le había comprado como regalo de cumpleaños. También ayudó a Samantha a hornear el pastel de cumpleaños y a poner la mesa para la cena.
"Tus amigos estarán aquí en cualquier momento, cariño", dijo Samantha. "¿Por qué no te arreglas?".
"Está bien. Vuelvo en cinco minutos".
Lily esperaba que sus compañeros de clase llegaran en diez minutos, pero una hora después, todavía los estaba esperando. "¿Por qué no ha llegado nadie?", le preguntó Lily a Samantha.
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La pequeña esperó unos minutos más a sus compañeros hasta que su madre adoptiva le contó la amarga verdad. "Cariño, no creo que vengan aquí hoy", Samantha tomó la mano de Lily y le acarició el hombro.
"¿Pero por qué?".
"No lo sé, Lily. Puede que estén ocupados o algo así", comentó Samantha tratando de encontrar excusas. Entendió que los compañeros de clase de Lily le habían mentido acerca de asistir a la fiesta. Solo querían salir del apuro cuando ella los invitó.
Después de ver a su madre adoptiva poner excusas, Lily se dio cuenta de que sus compañeros de clase no querían asistir a su fiesta. "¡Quería que vinieran para poder hacer amigos!", lloró la niña.
"¡Nunca encontraré amigos! ¡Ninguno de mis compañeros de clase me quiere, mamá!".
Lily lloró a mares, sentada en la mesa del comedor mientras Samantha intentaba calmarla. "¡Cariño, no llores!", dijo Samantha. "Vamos. No necesitas amigos para divertirte, ¿verdad? Eres una chica fuerte. ¡No necesitas a nadie!".
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Una vez que Lily dejó de llorar, Samantha habló con su esposo y acordaron llevarla al parque de diversiones cercano para animarla. Querían que su cumpleaños fuera memorable y pensaron que ella disfrutaría del paseo.
Cuando Lily entró al parque de diversiones, les pidió a sus padres que la dejaran montarse en todas las atracciones. "¡Claro cariño!", dijo Samantha. "Es tu gran día, y debes disfrutarlo".
Ver a Lily divertirse en el parque de diversiones alivió a Samantha y a su esposo. "Espero que lo que pasó antes no afecte a mi bebé. Es una niña tan dulce. Me pregunto por qué sus compañeros de clase no se presentaron", le dijo Samantha a su esposo.
Después de que Lily regresó de las atracciones, Samantha compró palomitas de maíz y algodón de azúcar. "¿Podemos ir a los autitos chocadores?", preguntó la niña a su madre, mientras masticaba las palomitas de maíz con mantequilla.
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"¿Por qué no?" Samantha respondió. "Cuando tenía tu edad, me encantaba montarme en esos carritos. ¡Creo que tú también lo disfrutarás!".
Lily y sus padres adoptivos visitaron la autitos chocadores, donde la niña conoció a cuatro amistosos niños. "¿Ustedes vienen aquí todos los días?", les preguntó Lily, después de saber que eran hijos de los empleados del parque de diversiones.
"¡Mi mamá me trae aquí tres veces a la semana!", respondió una de las chicas.
"Vengo aquí casi todos los días", dijo otro niño.
Como los niños visitaban con frecuencia el parque de atracciones, conocían algunos atajos y juegos ocultos al público. "Podemos se tus guías si quieres, Lily", dijo uno de ellos.
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Luego, Lily se dirigió a sus padres adoptivos y les preguntó si podía ir con los niños. "Claro, cariño", respondió Samantha. "Te esperaremos aquí".
Los niños llevaron a Lily con ellos y le mostraron algunos juegos y lugares escondidos. Una hora más tarde, regresó a los autitos chocadores, donde la esperaban sus padres.
"¡Me divertí mucho con mis nuevos amigos, mamá!", le dijo Lily a Samantha.
"Estoy tan contenta de que te hayas divertido en tu cumpleaños, cariño", expresó Samantha al abrazar a Lily.
"¿Por qué no los invitas a nuestra casa? Podemos celebrar tu cumpleaños con ellos".
Los ojos de Lily se iluminaron cuando escuchó la idea de su madre. Rápidamente, volvió con sus nuevos amigos y los invitó a su fiesta de cumpleaños. "¡Mi mamá hace los mejores pasteles! ¡Estoy segura de que les encantará!", dijo.
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Los niños estaban encantados, pero no sabían si sus padres les permitirían ir con Lily. "Preguntémosle a nuestros padres", le dijeron a Lily y le pidieron que esperara.
Unos minutos más tarde, los niños regresaron y dijeron que podían asistir a su fiesta de cumpleaños. Luego, Samantha y su esposo regresaron a casa con Lily y sus nuevos amigos.
Una vez que llegaron a casa, Lily cortó su pastel de cumpleaños y les dio a todos los chocolates que había comprado para sus compañeros de clase. "¡Estoy tan feliz de que hayan venido a mi fiesta de cumpleaños!", expresó.
Más tarde, esa noche, Lily abrazó a sus padres adoptivos y les agradeció por haberla llevado al parque de diversiones. "No podría haber pedido mejores padres. ¡Ustedes hicieron que mi cumpleaños fuera tan especial!", dijo. "¡Gracias! ¡Ustedes son los mejores papá y mamá!".
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¿Qué podemos aprender de esta historia?
- No todo el mundo sabe lo que vales: Los compañeros de clase de Lily nunca entendieron lo amable y cariñosa que era. No se presentaron en su fiesta de cumpleaños para hacerla sentir mal. Sin embargo, se dio cuenta de que podía hacer amigos una vez que conoció a los niños en el parque de diversiones.
- Tu familia nunca te dejará: Cuando los compañeros de clase de Lily no se presentaron en su fiesta, sus padres adoptivos la llevaron al parque de diversiones para animarla. No tenían idea de que la niña haría nuevos amigos allí.
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Esta pieza está inspirada en historias de la vida cotidiana de nuestros lectores y escrita por un escritor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes son solo para fines ilustrativos. Comparte tu historia con nosotros; tal vez cambie la vida de alguien. Si desea compartir su historia, envíela a info@amomama.com.