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Una madre y sus tres hijos en una graduación | Foto: flickr.com/Paradoxotaur (CC BY-SA 2.0)
Una madre y sus tres hijos en una graduación | Foto: flickr.com/Paradoxotaur (CC BY-SA 2.0)

Niños se enteran de que su niñera es en realidad su madre - Historia del día

Mayra Pérez
03 feb 2023
07:00

Tres hermanos adolescentes aprenden una poderosa lección sobre cómo tratar a los demás con amabilidad y respeto cuando su niñera colapsa y tiene que ser llevada de urgencia al hospital.

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Mark, de diecisiete años, estaba jugando un videojuego cuando, de repente, su pantalla se volvió negra.

"¡¿Qué pasó?!", exclamó, arrojando su controlador y levantándose de la silla.

"Es hora de hacer tu tarea", escuchó.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

Mark se giró para encontrar a la niñera, Jane, parada detrás de él y sosteniendo el enchufe de su computadora.

"¿Estás loca? ¡No puedes simplemente desconectar una computadora!".

"Te dije hace quince minutos que desconectaría el enchufe si no comenzabas tu tarea", señaló Jane. "Decidiste ignorarme".

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Mark miró a Jane con horror e incredulidad.

"Si dañaste la computadora de Mark, tendrás que comprarle una nueva", dijo con tono de burla Caroline, la hermana de dieciocho años de Mark. "Y cuesta mucho más que tu sueldito de niñera".

"Puede que no tenga mucho dinero, Caroline, pero al menos tengo modales", respondió Jane. "¿Has terminado tus deberes?".

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Unsplash

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Unsplash

Caroline hizo una mueca y se cruzó de brazos. "En caso de que no te hayas dado cuenta, Mark, Samuel y yo somos demasiado mayores para una niñera".

La jovencita entró en la habitación y se paró enfrente a Jane. "La única razón por la que todavía trabajas aquí es que nuestros padres te tienen lástima. Saben que no puedes encontrar otro trabajo".

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Jane frunció el ceño y la miró sombríamente. "Esa no es la razón por la que sigo trabajando aquí, Caroline".

"Como digas". Caroline hizo una mueca y se alejó. "Samuel y yo vamos a comprar pizza. ¿Quieres tu favorita, Mark?".

"Hay una cena saludable en el horno", exclamó Jane antes de que Mark pudiera responder.

"Cométela tú. Queremos pizza. Y deja de replicar todo el tiempo, Jane. ¿Has olvidado que eres solo una empleada?".

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

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Caroline salió de la habitación. Jane se quedó en silencio y con un dejo de tristeza en sus ojos. En ese momento, Mark la hizo salir de su habitación y cerró la puerta. Luego volvió a enchufar su computadora para continuar jugando.

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Más tarde esa noche, la madre de los adolescentes los llamó a una reunión en la cocina. Se sentaron a la mesa mientras ella los miraba.

"Jane me dice que ustedes tres la están tratando horriblemente. ¿Qué tienen que decir al respecto?".

"Ya no necesitamos una niñera, mamá", respondió Caroline.

"Especialmente una que nos trata como si todavía fuéramos niños pequeños", agregó Mark.

"Tal vez Jane no los trataría como niños si no se comportaran como si lo fueran. Ella dice que es una pelea constante lograr que estudien y hagan sus tareas".

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Unsplash

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Su madre se inclinó sobre la mesa, dándoles a los tres hermanos una mirada severa. "Ustedes tres necesitan tratar mejor a Jane. Ella es una parte importante de nuestra familia, y la forma en que se han comportado últimamente es inaceptable".

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"¿A quién le importa?", gritó Caroline, levantándose bruscamente de su asiento. "Jane es una sirvienta y una vergüenza para nosotros", dijo señalando a Mark y Samuel.

"Ni siquiera podemos invitar a nuestros amigos porque se ve muy mal con su ropa de mal gusto y su cabello feo".

"Eso es una tontería, Caroline. Jane es una buena persona que solo quiere lo mejor para ustedes", replicó su madre.

"Jane es una fastidiosa y desearía que estuviera fuera de nuestras vidas". Caroline salió furiosa de la cocina.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

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Al día siguiente, Caroline reunió a sus hermanos en la cocina para esperar a Jane.

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"Esta tontería de niñera termina hoy", les dijo.

Mark asintió. No era tan atrevido como su hermana, pero también estaba harto de que Jane lo regañara y lo mandara como cuando tenía cinco años. En el momento en que la niñera entró en la habitación, Caroline la confrontó.

"Vas a renunciar hoy", le dijo a la niñera señalando la puerta. "Mark, Samuel, y yo no te necesitamos, y ya no te queremos aquí".

"Vete. No queremos volver a verte", sentenció Mark.

Jane comenzó a respirar con dificultad. Tenía lágrimas en los ojos y Mark se sintió un poco culpable. Entonces, la mujer hizo una mueca de dolor, se agarró el pecho y se desvaneció; su bolso cayó al suelo momentos antes que ella.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

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"¿Jane?". Samuel se movió hacia la mujer caída. Se arrodilló a su lado.

"¿Está bien?". Mark se acercó.

"No me parece". Samuel se dio la vuelta con una mirada temerosa en su rostro. "¡Llama a la ambulancia!".

Su madre tenía el rostro rojo de ira cuando llamó a los tres hijos a la oficina de la casa más tarde ese día.

"He tratado de hacerles entender a los tres qué deben ser amables con Jane, pero veo que no cambian su actitud. Entonces, tal vez ayude saber la verdad".

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

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Su madre puso una hoja de papel frente a cada hermano. Mark sintió que su corazón latía aceleradamente mientras leía cada palabra. No podía creer lo que estaba escrito en él, ni siquiera cuando Caroline lo dijo en voz alta:

"¡¿Jane es nuestra madre?!".

"Sí, Caroline. Jane es mi mejor amiga de la infancia. Hace quince años, descubrió que tenía un problema cardíaco crónico. No podía pagar sus facturas médicas ni cuidar a sus hijos, así que los adopté".

La mujer suspiró. "Cuando su salud mejoró, arreglamos para que trabajara aquí como su niñera. Ella no quería que supieran que era su madre porque podía morir en cualquier momento y prefería ahorrarles ese sufrimiento. Ahora me arrepiento de esa decisión".

"Estoy avergonzada de ustedes", continuó. "Pero solo puedo imaginar lo mal que se siente Jane al saber que sus propios hijos la quisieron expulsar de la casa y de sus vidas".

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

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"¿Podemos verla?". Caroline levantó la vista con lágrimas en los ojos. "Le debemos una gran disculpa".

La madre adoptiva los llevó al hospital unos días después. Cuando entraron en la habitación de Jane, los tres se acercaron lentamente a su cama.

"Lo sentimos mucho", sollozó Caroline. Sostuvo la mano de Jane. "Por favor, perdónanos por la forma tan horrible como nos comportamos. Nunca quisimos que te pasara nada malo. Si pudiéramos, cambiaríamos todo lo ocurrido".

Jane les sonrió.

"Claro que los perdono. Sé que ustedes son buenos niños, quizás solo los hemos consentido mucho".

Después de que Jane se recuperó, volvió a su trabajo como niñera, pero los chicos nunca más fueron groseros o desagradables con ella. Al graduarse, Caroline la invitó al acto. La vida familiar comenzó a ser más armónica cuando prevaleció el respeto.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Unsplash

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¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • Trata a todos con amabilidad y respeto: Caroline, Mark y Samuel despreciaban a su niñera y eran groseros con ella, sin imaginar que era su verdadera madre. Aprendieron una lección de humildad de la manera difícil.
  • La crianza de los hijos debe estar basada en valores: Los hijos de Jane no sabían de respeto y consideración hacia su prójimo y por eso trataban con desdén a la niñera.

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Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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