6 errores con el cabello que las mujeres mayores de 50 deben evitar por completo
Todo el mundo desea verse y sentirse lo mejor posible independientemente de su edad, pero a veces es difícil lograr el aspecto deseado.
Con el paso de los años, nuestras prioridades cambian y podemos descuidar un poco la belleza del cabello. A veces, solo nos damos cuenta de ello, cuando vemos a nuestras estrellas favoritas paseando por la alfombra roja con el pelo impecable.
Si tienes más de 50 años y estás luchando por realzar la belleza de tu melena, aquí tienes seis errores comunes que deberías evitar a toda costa.
1. Dejarse el pelo demasiado largo
¿A quién no le gusta el pelo largo y suelto? Sin embargo, el cuidado del pelo largo puede ser desalentador porque nuestros folículos pilosos tienden a perder la capacidad de curarse y recuperarse con el tiempo.
Además, un cabello extralargo es más vulnerable al calor y al sol, y puede perder rápidamente su hidratación y su textura suave y aterciopelada. El pelo seco y quebradizo tiende a romperse con más facilidad y también provoca la aparición de puntas abiertas, lo cual es una mala noticia para cualquiera que persiga ese look épico tan buscado.
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Otro problema es no poder lavar el pelo a fondo y dejar que el cuero cabelludo y las raíces se conviertan en una área perfecta para la aparición de la caspa, la acumulación de productos y otros problemas capilares graves.
Mujer con el cabello largo. | Foto: Pixabay
A menudo, las personas que quieren dejarse crecer la melena evitan cortarla, lo que provoca más daños y hace que el pelo parezca menos sano.
Por último, en lugar de realzar nuestros rasgos faciales, los mechones largos pueden restarles importancia y darnos ese aspecto envejecido y caído. Para evitarlo, puedes optar por recortarte el pelo al menos una vez cada ocho semanas y elegir estilos favorecedores y juveniles, como flequillos, capas y cortes a la altura de los hombros.
Los cortes a capas y los flequillos laterales ayudan a acentuar nuestras líneas y contornos faciales, realzando nuestros pómulos y dando un toque suave y mágico. Un cabello sano y con volumen, es mucho más atractivo que un cabello apagado y muy liso.
2. Optar por tonos más oscuros y profundos
A medida que envejecemos, es probable que nos salgan canas. Hagamos lo que hagamos, no podemos escapar de ellas. La gente suele teñirse el pelo de colores más profundos y oscuros para ocultar las zonas grises y parecer más joven. Pero olvidan que elegir tonos negros o marrones oscuros puede restar vida y color a nuestro cabello.
Cubrir nuestras canas con tonos oscuros puede ser una obviedad, pero puede apagar nuestra tez, restar luminosidad y realzar las sombras, las bolsas y las líneas de expresión. Por lo general, la gente opta por colores más intensos para parecer joven, natural y guapa, sin saber que puede tener el efecto contrario.
Aunque tuvieras el pelo negro azabache o castaño oscuro a los 20 y 30 años, evitarlo a los 50 puede jugar a tu favor. Elige un color que realce tu rostro y aporte volumen y dimensión a tu cabello en lugar de parecer que estás usando una peluca.
Una forma de conseguirlo es elegir tonos al menos uno o dos tonos más claros que tu color original. Otro error común es utilizar el mismo color en todo el cabello, lo que da un aspecto apagado inmediato. Prueba a hacerte mechas para dar vida a tu pelo y conseguir un aspecto más natural.
3. Elegir tonos más claros
Puede que hayas oído el proverbio: "El exceso de todo es malo". Ahora aplícalo a tu pelo y entenderás que, al igual que los tonos oscuros no son una buena opción, optar por tonos muy claros tampoco. Lejos quedaron los días en los que ser rubia estaba de moda.
Ahora es la época de combinar y jugar. Aunque hablar con tu peluquero nunca es mala idea, elegir tonos de base más profundos y complementarlos con mechas doradas puede darte un look favorecedor.
A la hora de elegir las mechas, decántate por tonos más cálidos y evita las tonalidades cenizas, que pueden provocar instantáneamente un efecto anti-levantamiento facial. Si estás demasiado apegada a tus mechones dorados y te resistes a separarte de ellos, utiliza luces bajas para conseguir un tono ligeramente más profundo y mejorar tu aspecto general.
4. Exagerar con los productos de peluquería
El cabello envejecido suele caracterizarse por su textura fina, seca, enjuta y apagada. La gente puede sentirse demasiado abrumada a la hora de elegir productos de peluquería, pensando que cuanto más invierta en ellos, mejor le quedará el pelo.
Como en cualquier otra faceta de la vida, el equilibrio es la clave, sobre todo en el cuidado del cabello. Lavarse el pelo con demasiada frecuencia, echarse grandes cantidades de champú, acondicionador y tratamientos capilares, y empapar el cuero cabelludo con todo tipo de productos puede a veces hacer más daño que bien.
El cabello maduro y canoso requiere nutrición y cuidados, que solo pueden provenir de elecciones acertadas. Menos es más y simplificar las cosas puede ser la mejor opción en lugar de llenar las estanterías con un sinfín de productos para el cuidado del cabello y utilizarlos en cantidades excesivas.
Para retener la humedad en las cutículas capilares y fortalecer las hebras, un buen punto de partida son los tratamientos hidratantes y proteínicos recomendados por los estilistas.
Intenta usar champú, acondicionador y espuma para el pelo en cantidades moderadas, opta por aceites capilares para prevenir la sequedad y elige un protector térmico. Emplea champú en seco y laca solo cuando sea necesario.
5. Ignorar los daños capilares
Pasar por alto o retrasar el tratamiento de un problema no lo erradica mágicamente ni mejora las cosas. A medida que envejecemos, nuestro pelo cambia y pierde melanina, hidratación y una textura suave. Con el paso de los años, nuestras hebras pueden encresparse, volverse quebradizas y finas, carecer de fuerza y romperse con facilidad.
El calor y el daño solar son los factores más comunes. A menudo se derivan del uso de planchas y rizadores, una exposición mayor o continuada a los rayos UV y otros tratamientos de peinado.
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Utilizar calor excesivo para secar el pelo puede arruinar su elasticidad natural, debilitando su estructura proteínica y absorbiendo toda la humedad, lo que hace que parezca apagado y seco.
Además, optar por tratamientos capilares profundos y nutritivos y elegir productos que repongan el cabello y nutran el cuero cabelludo y las raíces sin causar más daños puede permitirte lucir un cabello suave, sedoso y sano.
6. Elegir el gris sin planificar
Aunque es bueno vivir al límite y dar cabida a la espontaneidad, sin planificación simplemente nos adentraríamos en un callejón sin salida. Envejecer es un fenómeno natural, pero cubrir o no las canas es una decisión personal.
Con el tiempo, la gente ha aprendido gradualmente a amar y aceptar sus canas en lugar de derrochar en tratamientos de coloración del cabello. Desde iconos de Hollywood hasta familiares, amigos e incluso gente de tu círculo social, las canas han dejado de ser un estigma.
Sin embargo, las hebras plateadas, sanas y nutridas, siguen luciendo mucho mejor que las quebradizas. Si estás lista para ponerte manos a la obra con las canas, hazlo con una planificación minuciosa. Consultar a tu peluquero es útil para quienes no saben por dónde empezar.
Para otras, elegir los productos adecuados, seguir el lema "menos es más", utilizar productos hidratantes y nutritivos y optar por un corte de pelo al menos una vez cada dos meses puede hacer maravillas. La regla de oro para los cortes de pelo es elegir un estilo favorecedor que amplifique tus rasgos faciales.
Cómo cuidar el cabello a los 50
Al igual que la piel, el pelo necesita toda nuestra atención, cuidado, amor y delicadeza. Ignorar nuestro cabello o gastar sin sentido en múltiples productos capilares puede provocar daños prematuros, canas prematuras, roturas, caída del cabello y retraso del crecimiento.
A medida que envejecemos, nuestros niveles hormonales experimentan fluctuaciones que afectan a la textura, el color y la calidad del cabello. El aumento de la caída del cabello puede provocar sequedad, picores en el cuero cabelludo y calvicie, lo que para muchos no es más que una visión desgarradora y una llamada de atención. Así que, ¿por qué no hacer algo por tu preciado cabello mientras puedas?
Si tienes 50 años y no sabes cómo cuidar tu pelo, empieza por lo básico. Elige un champú y un tratamiento acondicionador diseñados para cabellos envejecidos y maduros. Asegúrate de no aplicar el acondicionador en el cuero cabelludo, sino solo en los mechones de pelo.
Productos de belleza. | Foto: Pexels
Utiliza peines y cepillos con púas redondas de plástico o cerdas de nailon para evitar la rotura del cabello. El cepillado diario regula la circulación sanguínea en el cuero cabelludo y evita el encrespamiento y los enredos, dando vida a un cabello apagado.
Muchas mujeres ni siquiera se dan cuenta de que su rutina de cuidado del cabello puede hacer que parezcan mayores y menos atractivas. Ahora que has leído todo el artículo, ¿puedes identificar qué errores sueles cometer?
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