La boda se complica cuando llega la mamá del novio, quien no estaba invitada - Historia del día

Kevin se sorprende por la reacción de su madre cuando le cuenta sus planes para proponerle matrimonio a su novia. Decide seguir adelante a pesar de todo y termina en un hospital.

A Kevin le sudaban las manos y el corazón le latía con fuerza cuando entró en la sala de estar de la mansión de su madre. Era una madre amorosa, pero a veces podía ser autoritaria.

Estaba nervioso por contarle sus noticias. Estaba seguro de que ella se alegraría por él una vez que le dijera que tenía la intención de pedirle matrimonio a Lily, pero temía la posibilidad de que su madre intentara hacerse cargo de todos los planes de la boda.

Su madre estaba sentada al piano. Estaba estudiando una partitura y aún no había empezado a tocar. Kevin se aclaró la garganta para llamar su atención.

"Kevin, cariño, ¡qué sorpresa!". Ella se levantó y se acercó a él con los brazos abiertos.

"Tengo algo importante que decirte", respondió, abrazando a su madre.

"¿Qué será?". Dio un paso atrás y le puso una mano en la mejilla. "Deben ser buenas noticias, a juzgar por la expresión de tu rostro".

"Muy buenas noticias". Kevin metió la mano en su bolsillo y sacó el anillo de compromiso de diamantes que había comprado esa mañana.

"Voy a pedirle a Lily que se case conmigo".

La sonrisa de mamá se desvaneció. "Oh. ¿Estás seguro? Se conocen desde hace poco tiempo".

"Hemos estado saliendo durante un año". Kevin frunció el ceño. Esta no era la reacción que esperaba. "Pensé que te gustaba Lily".

"Lily es una joven encantadora, pero no veo por qué tienes tanta prisa por casarte con ella, cariño. Deberías tomarte tu tiempo con estas cosas". La mujer rodeó a Kevin con el brazo y lo guio hacia el sofá. "Siéntate conmigo, hablemos de esto".

Kevin se mantuvo firme. "No hay nada de que hablar, mamá, a menos que haya algo que no me estés diciendo".

"¡Por supuesto que no! ¿Qué podría estar ocultándote? Solo quiero asegurarme de que te tomes el tiempo para considerar esta decisión con seriedad", respondió ella de inmediato.

Kevin no podía evitar la sensación de que su madre le estaba ocultando algo. Sin embargo, no podía precisar exactamente por qué sentía eso, así que no sabía cómo confrontarla.

"He pensado largo y tendido sobre esto, y estoy seguro de que quiero casarme con Lily. Ninguna otra mujer me ha hecho tan feliz".

"¿En serio, Kevin? Tanto tú como yo sabemos que siempre has tenido problemas con las mujeres. Precisamente por eso no deberías tener tanta prisa por casarte".

Las mejillas de Kevin estaban rojas por la ira y la vergüenza. "Todo está planeado, mamá. Lily ha accedido a hacer un pícnic junto al lago conmigo este domingo, y entonces voy a proponerle matrimonio".

Kevin salió furioso de la casa y pisoteó el camino de entrada a la casa de huéspedes donde vivía. Mamá tenía razón acerca de que él había tenido problemas con las mujeres en el pasado, pero por eso pensó que ella estaría feliz de verlo asentarse.

Volvió a mirar la fachada blanca y reluciente de la mansión de tres pisos en la que había crecido. Tal vez su madre creía que Lily solo estaba interesada en él por su dinero. Kevin negó con la cabeza.

"Lily me ama. Nunca me ha pedido dinero ni una sola vez y siempre insiste en pagar las citas que planea para nosotros. Mamá se equivoca".

Kevin se despertó temprano ese domingo. Estaba demasiado excitado para dormir. Comenzó a prepararse para su pícnic. Quería que todo fuera perfecto.

Había pagado una pequeña fortuna por una botella de vino excepcional y contrató a su chef favorito para preparar la comida. Ahora, solo quedaba una cosa por hacer.

Lily adoraba las cajas secretas, por lo que Kevin le había encargado a un joyero que hiciera una muy especial. Tenía la intención de ocultar el anillo en un compartimento en su interior, que solo se revelaría una vez que resolviera el rompecabezas.

Kevin volvió a su dormitorio para buscar el anillo en su mesita de noche. Cuando abrió el cajón, ¡no estaba!

Revisó sus bolsillos y armarios, pero no lo encontró. Dio vuelta a su dormitorio y armario en vano. Luego buscó por el resto de la casa, sin mejor suerte.

Presa del pánico, Kevin corrió hacia la casa principal y fue de habitación en habitación, llamando a su madre.

"Kevin, ¿qué pasa? ¿Por qué gritas así?", preguntó su madre, al tiempo que salía del salón.

"¡Me han robado!".

Puso sus manos sobre sus hombros. "Sé que eres amiga del comisario de policía local. Por favor, llámalo y dile que envíe a sus oficiales a investigar".

"¿Robado?". La mujer se puso pálida. "¿Qué se robaron?".

"¡El anillo!".

Mamá frunció el ceño entonces. "¿El único objeto que te falta es un anillo?".

"No cualquier anillo; es el que compré para proponerle matrimonio a Lily".

"Obviamente, lo has perdido", dijo con un gesto despectivo. "De verdad, Kevin. No puedo creer que hayas armado tanto alboroto por esto".

"Busqué por todas partes, mamá. ¡No está aquí!".

"Estoy seguro de que uno de sus empleados lo recogió y lo guardó en un lugar seguro. Deberías llamarlos y preguntarles".

Su madre se alejó, mientras Kevin la miraba sorprendido. No era propio de ella ser tan arrogante.

"Ya que estás en eso, también deberías cancelar tus planes con Lily", dijo su madre por encima del hombro. "No es como si pudieras pedirle matrimonio sin un anillo de compromiso".

Tenía razón, pero Kevin no podía soportar la idea de cancelar sus planes. También sospechaba que mamá estaba contenta de que el anillo hubiera desaparecido. No entendía por qué estaba tan en contra de que él se casara con Lily.

Kevin tomó una decisión precipitada. Subió a hurtadillas al dormitorio de su madre y fue directamente a su tocador. Ella guardaba gran parte de sus joyas en un compartimento secreto.

Él tenía la intención de tomar prestado uno de sus anillos para proponerle matrimonio a Lily. Cuando abrió el compartimento secreto, se quedó boquiabierto. ¡Ahí estaba el anillo que había comprado!

Kevin agarró el anillo y corrió escaleras abajo con su madre.

"¡Tú lo robaste!". Levantó el anillo. "¿Por qué hiciste eso?".

Ella frunció los labios. "Para evitar que cometas un error. Encuentra otra chica para casarte, Kevin".

Kevin no podía creer lo que estaba escuchando. ¿Qué estaba ocurriendo? ¿Cómo podía llegar a tales extremos para evitar que él se casara con Lily? Se fue a su cita y le pidió matrimonio a Lily.

Cuando ella aceptó, él la convenció de fijar una fecha para el mes siguiente. Lily dudaba que pudieran casarse con tan poca antelación, pero Kevin no quería esperar.

Decidió ocultarle sus planes a su madre. Estaba tan disgustado por su comportamiento que ni siquiera la invitó a su boda.

Todo salió bien ese día. Lily lucía radiante con su vestido de seda color marfil. Kevin no podía dejar de pensar que era el hombre más afortunado del mundo por haber conocido a una mujer tan amable, inteligente y hermosa.

"Si alguien aquí sabe de algún motivo por el que esta pareja no deba casarse", dijo el cura, "que hable ahora o calle para siempre".

"Yo tengo un motivo", dijo alguien.

Kevin reconoció la voz, volteó y miró a su mamá caminando al altar, aunque no la había invitado.

"Lily no te quiere, Kevin", dijo mamá. "Traté de disuadirte de casarte con ella, pero no me escuchaste. Es hora de que sepas la verdad".

"Le pagué a Lily para salir contigo".

La mujer suspiró. "Tuviste tantas dificultades para encontrar citas, y un amigo mío me sugirió que contratara a alguien para ayudarte a desarrollar tu confianza".

Kevin miró a Lily. "¿Es eso cierto?".

Lily agachó la cabeza. "Lo siento, Kevin. Quería contártelo…".

"Esto se acabó". Kevin se giró para irse, pero Lily lo agarró.

"¡Espera por favor!". Sus ojos se llenaron de lágrimas.

Kevin salió corriendo de la iglesia. Lily se dejó caer al suelo y puso su cabeza entre sus manos. Los invitados susurraron entre sí confundidos, y el sacerdote parecía no saber qué hacer a continuación.

El rugido del motor de una motocicleta resonó fuera de la iglesia. Fue seguido por un estruendo terrible y un chirrido de metal contra metal.

La madre de Kevin salió corriendo. Encontró a su hijo tirado a unos metros de su motocicleta destrozada. Su ropa estaba desgarrada y la piel debajo estaba severamente lesionada. No estaba respirando.

"¡Llamen a una ambulancia!", gritó desesperada.

Kevin fue llevado de urgencia al hospital. Su madre se aseguró de que tuviera a los mejores médicos trabajando en su caso. Trataron sus lesiones y le hicieron múltiples exámenes para asegurarse de que no hubiera sufrido daños más graves.

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Cuando Kevin se despertó, lo primero que vio fue a Lily, quien lo miraba sorprendida y llena de amor.

"Estoy tan feliz de que estés bien", sollozó, con lágrimas en los ojos. "He estado tan preocupada".

"¡No mientas!", exclamó Kevin con dolor. "Solo estabas conmigo por el dinero de mi madre".

"No. Tu mamá me pagó para salir contigo, pero me enamoré de ti de verdad. ¿Recuerdas cuando me llevaste a la feria? ¿Cómo me abrazaste fuerte cuando estábamos en la rueda de la fortuna? Fue entonces cuando descubrí que estaba enamorada de ti".

Lily suspiró. "Pero estuvo mal de mi parte no decirte la verdad. Estar contigo me ha mostrado lo que es el amor verdadero, y no quería perderte".

"¿Cómo puedo creer todo lo que dices, Lily?".

Lily agachó la cabeza. "Supongo que no puedes. No te culpo por no querer tener nada que ver conmigo después de todo esto". Dio un paso atrás y se dirigió hacia la puerta.

"Lo siento mucho por todo, Kevin, y aunque te cueste creerlo, realmente te amo".

Kevin se quedó mirando el techo durante horas después de que Lily se fue. Ahora entendía por qué su madre no había querido que se casara con ella y por qué sentía que le ocultaba un secreto.

Todo tenía sentido, pero saber la verdad no le trajo paz a Kevin. El dolor destrozó su cuerpo, y su corazón estaba agitado. A pesar de lo que había descubierto sobre Lily, todavía la amaba.

"¡Kevin, cariño, lo siento mucho por todo!".

Kevin miró cuando su madre entró en la habitación con un ramo de flores frescas.

"Nunca debí contratar a Lily para salir contigo. Fue un terrible error. Por favor, di que me perdonarás. Solo quería ayudarte a ganar confianza con las mujeres. Nunca esperé que terminara así".

Kevin vio un remordimiento genuino en el rostro de su madre, pero no supo cómo responder.

"¡Siempre te ofendiste mucho cuando intentaba presentarte mujeres jóvenes, y yo estaba desesperada!", continuó mamá. "Eso no excusa mi comportamiento, pero espero que mi explicación haga que puedas comprenderme".

"¿Por qué no me contaste eso antes?".

"Tenía miedo de hacerlo. Sabía que te molestarías y no quería herir tus sentimientos".

"Bueno, mis sentimientos están heridos, y mi cuerpo también. Estoy cansado, mamá, y necesito tiempo para pensar".

La madre asintió y colocó las flores en la mesita de noche de Kevin.

"Si hace alguna diferencia, debes saber que me equivoqué. Lily te ama de verdad. Pasó cada minuto aquí en el hospital y me devolvió todo el dinero que le pagué para salir contigo".

La madre se detuvo en la puerta y lo miró a los ojos. "Cometí muchos errores, Kevin, pero aún puedes conseguir a la chica de tus sueños".

Kevin pensó mucho en todo lo que dijeron Lily y su madre. Eventualmente, decidió reunirse con la que había sido su novia para conversar. Ella estaba encantada de tener la oportunidad de hablar con él.

Con el paso del tiempo, Kevin se dio cuenta de que, por equivocadas que fueran sus acciones, su madre había creído genuinamente que lo estaba ayudando. La perdonó. También se dio cuenta de que su amor por Lily era verdadero, así como el de ella.

Kevin y Lily se reconciliaron y se casaron un año después. Vivieron una vida larga y feliz juntos.

¿Qué podemos aprender de esta historia?

• Nunca temas decir la verdad: Si Lily hubiera sido honesta con Kevin, podrían haber resuelto las cosas y evitado tantos contratiempos.

• A veces las personas actúan mal a pesar de tener buenas intenciones: Cuando las personas cometen errores, debemos tratar de comprender sus intenciones antes de reaccionar.

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