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El bebé llamado Jesús | Foto: facebook.com/anto.xiomi.90
El bebé llamado Jesús | Foto: facebook.com/anto.xiomi.90

Mujer encuentra a un recién nacido abandonado llamado Jesús cerca de una iglesia con una nota a su lado

Guadalupe Campos
09 mar 2023
16:00

Era una tarde cualquiera en un vecindario argentino cuando una transeúnte oyó el llanto de un bebé. Sin saber de dónde procedía el sonido, ella y sus acompañantes empezaron a buscar por la zona. Para asombro de todos, los sollozos procedían de una bolsa de la compra situada debajo de un vehículo.

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Un sábado por la tarde de septiembre de 2022, en el barrio de Olimpo, en la localidad bonaerense de Lomas de Zamora (Argentina), se produjo un hecho insólito. Una joven, Belén Gutiérrez, caminaba por las calles cercanas a una iglesia cuando algo llamó su atención.

Gutiérrez dijo que en ese momento se dirigía a una feria del barrio, que se celebraba todos los sábados. Escuchó un sonido fuerte, y muchas personas que pasaban por allí se pararon para averiguar de dónde procedía. Al cabo de un rato, Gutiérrez descifró que se trataba del llanto de un bebé.

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Un extraño descubrimiento

Poco después, Gutiérrez y otras personas empezaron a buscar en la zona para averiguar el origen del sonido. Finalmente, dieron con una bolsa de ropa escondida bajo un coche estacionado frente a la iglesia. Gutiérrez supo que tenía que hacer algo cuando nadie se atrevió a inspeccionar la bolsa.

Aún estaba sopesando cómo proporcionarle cuidados y apoyo cuando descubrió un trozo de papel en la bolsa.

Abandonado junto a la carretera

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La joven sacó la bolsa de debajo del vehículo y se armó de valor para mirar en su interior. Lo que vio le estrujó el corazón: dentro de la bolsa, llorando a gritos, había un pequeño bebé.

Tan pronto como Belén estrechó al bebé en su cálido abrazo, él dejó de llorar y se puso cómodo. Ninguno de los transeúntes ni la gente de la comunidad sabían de dónde procedía el bebé y se preguntaban por qué alguien lo dejaría debajo de un coche.

De hecho, el pequeño abandonado al borde de la carretera planteaba varios interrogantes para los que nadie tenía respuesta. Aunque el bebé parecía estar bien, Gutiérrez se preocupó por su salud y deseó que lo examinara un médico.

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Más detalles desgarradores

Gutiérrez pensó que lo mejor era quedarse con el bebé para evitar que se angustiara. Aún estaba sopesando cómo proporcionarle cuidados y apoyo cuando halló un trozo de papel dentro de la bolsa de tela.

Cuando lo abrió, se quedó atónita al descubrir que era una nota manuscrita. Con la esperanza de que pudiera arrojar algo de luz sobre el angelito abandonado en la carretera, Gutiérrez abrió rápidamente la carta y empezó a leerla.

Según la nota, el bebé se llamaba Jesús y había perdido a su madre en el parto. Trágicamente, el padre del bebé le dio la espalda después, y no tenía adónde ir ni nadie que lo acogiera. Quienquiera que hubiera escrito la carta instó a que se protegiera y cuidara al niño, diciendo:

"Soy de la calle, no tengo nada para él y no quiero que pase hambre como yo, ni frío. Nació el 8 de septiembre a las 4:30 a. m.". Y pedía: "Cuídelo bien, por favor".

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Prestar apoyo

Profundamente conmovida por las pésimas condiciones del bebé, Gutiérrez lo llevó a casa de una amiga suya, Antonela Sambran, para protegerlo de la intemperie. Como madre joven de un niño de un año, ella amamantó al pequeño Jesús, asegurándose de que no pasara hambre hasta que llegó la policía.

Mientras tanto, varias personas del vecindario se unieron y donaron ropa de abrigo y mantas para el recién nacido. Juntas, las dos mujeres de buen corazón atendieron al niño, compadeciéndose de él y de todo lo que había vivido tan pronto.

Una vez que los agentes de la policía local llegaron al lugar, llevaron al bebé a un hospital cercano, donde los médicos controlaron su estado de salud y comprobaron sus signos vitales.

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Afortunadamente, Jesús parecía sano y fue trasladado a la unidad de neonatología. Mientras permanecía en el hospital, los médicos descubrieron que tenía casi diez días y confirmaron que nadie había venido a reclamarlo.

Sambran compartió un conmovedor post sobre el pequeño Jesús en su página de Facebook, instando a la gente a apoyarle mediante donativos.

Aunque el incidente fue desgarrador, las dos mujeres argentinas que cuidaron de Jesús demostraron una cosa: ¡los actos de bondad desinteresada no cuestan nada! Esperamos que ningún niño tenga que pasar por una situación tan devastadora y que todos los pequeños crezcan sintiéndose queridos y protegidos.

Comparte esta historia con tus amigos. Podría alegrarles el día e inspirarlos.

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