Bebé pierde las piernas cuando su padre intenta deshacerse de ella, finalmente consigue padres cariñosos

Cuando la vida de una niña en Vietnam estaba casi acabada por culpa de su padre, el destino la unió sorprendentemente a una pareja que anhelaba tener otro hijo. Lo que ocurrió en los años siguientes ha sido inspirador para las personas que la rodean.

Haven Shepherd nació el 10 de marzo de 2003. Su madre descubrió que el padre de la niña, al parecer, ya estaba casado con otra. Según los informes, la mujer se sintió desolada al enterarse, y amenazó con abandonarlo.

El padre de Haven intentó acabar con la vida de todos cuando la niña tenía apenas 14 meses de nacida. La pareja murió en el incidente, y la pequeña sobrevivió en forma milagrosa.

Como la familia vivía lejos de la ciudad, la abuela de Haven la llevó en moto al hospital más cercano, a varios kilómetros de distancia.

La abuela de Haven no estaba segura de si la niña sobreviviría, mientras recorría el camino al hospital por una carretera llena de baches. Cuando llegaron al hospital, los médicos no tuvieron más remedio que amputar las piernas de la niña por debajo de las rodillas.

La pequeña pasó las siguientes semanas en el hospital mientras los médicos hacían todo lo posible por mejorar su situación. Haven comentó: "Se suponía que moriría aquella noche, y casi lo hice".

Problemas económicos

Al crecer, Haven no tenía recuerdos del aterrador incidente que casi se cobra su vida. Sus abuelos le contaron que sus padres querían vivir juntos, y cuando no pudieron, decidieron acabar con sus vidas.

Como sus abuelos eran pobres, no tenían dinero suficiente para cubrir los gastos médicos de su nieta. Esperaban que los médicos la trataran con dinero de donaciones, sin imaginar que la vida de la niña pronto daría un giro extraordinario.

Los abuelos de Haven se pusieron en contacto con organizaciones de asistencia social, y su problema fue compartido con los lugareños en un reportaje periodístico. Pronto, alguien leyó sobre la pequeña y decidió llevársela a Estados Unidos para que tuviera un futuro mejor.

Familia de ocho

Mientras Haven recibía tratamiento médico, una pareja de Misuri, Estados Unidos, ansiaba tener otro hijo. Shelly y Rob Shepherd tenían seis hijos, pero la madre pensaba que aún podían tener uno más.

Sin embargo, Rob no estaba preparado para dar la bienvenida a otro miembro de la familia porque acababa de perder a su hermano en un horrible accidente de coche. Aún estaba superando su pérdida cuando Shelly lo convenció para que adoptaran.

Acoger niños en su casa no era algo nuevo para la pareja. Ellos a menudo acogían a niños del sistema, pero nunca habían adoptado a ninguno. Sin embargo, ahora Shelly sentía que estaban preparados para dar ese salto de fe.

Oportunidad interesante

Pronto, la oportunidad de visitar Vietnam llamó a la puerta de la pareja cuando una amiga de Shelly, Pam Copes y su marido, Randy, los invitaron a viajar a ese país. Ellos habían visitado el orfanato que unos amigos tenían allí.

Los Copes estaban intentando superar la dolorosa pérdida de su hijo adolescente. En su viaje a Vietnam ayudaron a los niños, y sintieron que una parte de sí mismos sanaba.

Mientras estaban en el país oriental, leyeron un reportaje sobre Haven y creyeron que los Shepherd estarían interesados en ayudar a la niña. Los abuelos de la niña querían enviarla al orfanato de sus amigos.

Sin embargo, cuando los Copes se enteraron de la trágica historia de Haven, pensaron que sería mejor que la adoptara una familia con sede en Estados Unidos.

Su primer encuentro

Cuando los Shepherd supieron de la existencia de Haven, visitaron Vietnam para ayudar en el proceso de adopción. Pam ya había encontrado una familia que adoptaría a la niña, sin imaginar el verdadero destino que le esperaba.

Cuando Shelly vio a la pequeña Haven por primera vez en Vietnam, sintió una conexión instantánea. Cogió las manitas de la niña y supo que ese era un momento decisivo de su vida.

Los Shepherd pasaron algún tiempo con Haven antes de que llegara el momento de que se fuera a Estados Unidos. Shelly se sintió feliz de que la niña, que había soportado tanto dolor, tuviera por fin una familia adoptiva que pudiera criarla.

"Niña milagro"

Sin embargo, una parte de Shelly no quería dejar marchar a Haven; quería que formara parte de su propia familia. Para sorpresa de todos, la familia adoptiva cambió de opinión. No se consideraban aptos para criar a una niña con necesidades especiales.

Eso le dio a Shelly la oportunidad de cristalizar su deseo. Seis días después, su amiga Pam la llamó y le contó lo ocurrido. El 19 de noviembre de 2004, Haven entró en la casa de los Shepherd, lo que marcó el comienzo de un hermoso capítulo de su vida.

La niña dijo que sus padres recorrieron más de 12 mil kilómetros para llevarla a Estados Unidos a pesar de que su padre no estaba seguro de si la adoptaría. Y añadió:

"¡Me lo gané! Me pegué a él como el pegamento".

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Haven se adaptó rápidamente a su nueva familia. Parecía ser la pieza que faltaba en la vida de los Shepherd, la que habían estado buscando. Estaban encantados de tenerla en sus vidas, y ella no podría haber imaginado tener una familia adoptiva mejor que la suya. Las personas de su entorno la llamaba "la niña milagro".

Libre en el agua

Mientras crecía, Haven vio a sus hermanos practicar distintos deportes. Su interés por el atletismo despertó su curiosidad; probó varios y finalmente se topó con la natación, el deporte que la llevaría al éxito.

Haven nadó por primera vez cuando tenía diez años y nunca miró atrás. Sentía que nadar la fortalecía porque no necesitaba la ayuda de nadie para hacerlo.

Dos años después, empezó a entrenar con un equipo paralímpico. En 2018, el destino la sorprendió con una oportunidad única en la vida de participar en un evento internacional.

"Pude llevar los Estados Unidos en mi gorro y eso fue increíble", dijo Haven, según cita BBC.

Viendo sus tiempos de natación y su determinación, su entrenador dice que tiene muchas posibilidades de representar al Equipo Paralímpico de Estados Unidos. Eso sería un sueño hecho realidad para Haven.

Modelo a seguir

Además de explorar su pasión por la natación, Haven pasa tiempo con chicos como ella. Se siente feliz de ser un rayo de esperanza para otros niños con los que tiene tanto en común.

Haven siente que la vida le dio dos opciones: compadecerse de sí misma o levantar la cabeza y vivir con confianza. Cuando era pequeña no había muchas personas discapacitadas a su alrededor.

Siempre veía que la gente se quedaba mirando sus piernas ortopédicas. A pesar de las miradas, seguía confiando en sí misma y presumía de sus "piernas geniales".

Cuando mira hacia atrás, Haven nunca experimenta resentimiento ni se arrepiente de nada. Cree que su experiencia le ha permitido convertirse en la mejor versión de sí misma. Ella conseguirá lo mejor de la vida con su actitud positiva.

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La inspiradora historia de Haven demuestra que nunca hay que conformarse o rendirse. La niña no dejó que sus circunstancias definieran su futuro. En lugar de eso, trabajó duro, exploró sus opciones e hizo lo que pensó que más le convenía.

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