Papá ciego desalojado de su hogar debe vender mopas para alimentar a sus hijos — Recibe USD 100.000 de desconocidos

Durante años, un ciego desalojado de su hogar sufrió penurias, incluso engaños, mientras vendía mopas y escobas en la calle. Pero un día, la suerte cayó de su lado cuando unos amables desconocidos le donaron más de 100.000 dólares y le ofrecieron el trabajo de sus sueños.

No es fácil vivir con una discapacidad, sobre todo si te ves obligado a trabajar por el bien de la familia. Es una dura realidad, y por muy amable y genuino que seas, no todo el mundo te va a tratar igual.

A un padre de tres hijos le tocó difícil al tener que trabajar a pesar de ser ciego para poder alimentar a sus pequeños. Además, él y su familia fueron desalojados de su casa por no pagar el alquiler.

La humilde fuente de sustento de Sebastián

Durante años, Sebastián Ibáñez, de Mesa, de Arizona, Estados Unidos, vendió escobas y mopas en la calle. Era su única forma de ganar dinero para su familia, ya que nadie le ofrecía trabajo por ser ciego y parcialmente sordo.

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Aunque intentaba ganarse la vida decentemente, muchos se aprovechaban de su discapacidad para engañarlo. En más de una ocasión le entregaron billetes falsos, lo que demuestra que la humanidad puede ser muy cruel.

Crueldad ajena

Sebastián no sólo había sido engañado por algunos clientes, sino que también había sido víctima de discriminación racial. Por si esto no bastara para desanimarlo, el padre sufrió un accidente de tráfico. En una ocasión fue atropellado por un auto y, además, su esposa estaba enferma de cáncer.

A pesar de todo, seguía apareciendo por las calles con una sonrisa en la cara, deseoso de vender el mayor número posible de escobas y mopas por el bien de su familia. Mantenía la esperanza de que algún día la vida estaría por fin de su lado.

Un encuentro que cambió su vida

Un bondadoso samaritano llamado Jimmy Darts se enteró de la historia de Sebastián y decidió compartirla con el mundo. No sabía que estaba a punto de cambiar la vida de este hombre para siempre.

Jimmy dijo que, aunque había podido donarle 1.000 dólares a Sebastian, creía que merecía más para mantener a su familia. También esperaba que sus esfuerzos le permitieran conseguir el trabajo de sus sueños: ser el primer vendedor de autos ciego de Arizona.

Superaron el objetivo de GoFundMe

Para ayudar a Sebastián, Jimmy creó una página en GoFundMe que terminó recaudando más que el objetivo inicial de 20.000 dólares. Sebastián y su familia recibieron la suma de 122.181 dólares de un total de 5.900 donantes.

Tras años de experimentar la crueldad del mundo, Sebastián pudo por fin conocer a gente dispuesta a demostrarle que no todo el mundo iba a por él. Había miles de personas dispuestas a ayudarle a empezar de nuevo, y lo hicieron ayudándole económicamente.

Cumplió su sueño

Gracias a Jimmy, la gente ha encontrado formas de ayudar a Sebastian aparte de la económica. Más que el dinero que recibió, le llegó otra bendición cuando un concesionario descubrió su inspiradora historia. En un post en Facebook publicado tras las bendiciones recibidas, Sebastián expresó su gratitud escribiendo:

“Agradezco la oportunidad, porque para mí el dinero es como si me dieran un pez para resolver mis problemas por ahora. Pero darme un trabajo es como enseñarme a pescar, significa ser capaz de resolver mis problemas para el resto de mi vida. Aprecio a Jimmy y todo lo que hace, Dios lo ha enviado para ser un ángel para mucha gente”.

Brown Brother's Automative, a través de su propietario Tim Brown, le ofreció gustosamente un puesto de trabajo en el concesionario. “¿Por qué no iba a contratarlo? Sin duda”, dijo.

Brown afirmó que Sebastián tenía los mejores rasgos que lo convertirían en un gran vendedor: su actitud positiva y ser una buena persona en general, así que se aseguraron de tenderle la mano y el resto es historia.

Mientras caminaban, Brown le reveló felizmente que alguien había llamado queriendo trabajar con Sebastian directamente para comprar varios autos.

Agradecido por toda la ayuda

Al descubrir la bendición, Sebastian no pudo evitar recordar la razón por la que trabajaba tan duro: sus tres hijos. Afirmando que ellos lo inspiran para ser lo mejor que puede ser, compartió: “Quiero ser alguien de quien mis hijos se sientan orgullosos. Quiero ser alguien a quien mis hijos quieran parecerse. No necesito ningún modelo para ellos si soy capaz de superarme”.

El primer día de trabajo de Sebastian, Brown le dio una vuelta por el solar para que se familiarizara con su entorno. Mientras caminaban, Brown le reveló felizmente que alguien había llamado queriendo trabajar con Sebastian directamente para comprar varios autos.

Un nuevo comienzo

Aquel era sólo el primer día de la nueva vida de Sebastian, y las cosas por fin estaban tomando forma para él. Gracias a una inocente publicación en Internet, su vida cambió en un abrir y cerrar de ojos, y es sólo el principio para él.

En última instancia, Sebastian está agradecido por toda la ayuda recibida. Aunque reconoce que el dinero ha asegurado oportunidades para su familia, lo que más aprecia es la amabilidad y las “buenas vibraciones” que ha recibido.

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Agregó que, dado que el dinero va y viene, es la oportunidad de ganarse la vida de forma constante a través del concesionario de coches lo que les permitirá a él y a su familia vivir cómodamente durante años. Por todo ello, siempre agradecerá la oportunidad que le brindó la familia Brown, y está dispuesto a trabajar duro para devolverles su amabilidad.

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