Robin Williams llevó a su esposa a una última cita antes de morir — También la sorprendió donde se conocieron a pesar de la pérdida de memoria

Robin Williams pasará a la historia como uno de los mejores y más carismáticos actores de todos los tiempos. Sin embargo, sus últimos días se vieron marcados por una enfermedad que devoraba su cerebro y controlaba sus emociones. Pero se aseguró de tener un último gesto romántico con su esposa.

Robin Williams fue uno de los actores de más éxito de Hollywood. Aportó un toque nuevo y carismático a sus presentaciones de monólogos humorísticos y trasladó su diversidad a sus personajes.

Fue uno de los pocos comediantes que pasó sin problemas al cine. Aunque su partida fue trágica, su estilo único de actuación será recordado para siempre en la historia del cine.

Inicios de su carrera

La vida de Williams comenzó en Chicago, U.S.A., donde nació en 1951. El actor fue al Claremont Men's College y al College of Marin antes de matricularse en la Julliard School de Nueva York. Allí se hizo amigo y compañero de habitación del también actor Christopher Reeve.

Williams dio un salto al vacío y experimentó con la comedia en San Francisco y Los Ángeles, donde tuvo éxito. Este fue el comienzo de su número de stand-up que le daría a conocer al mundo.

Tuvo la oportunidad de trabajar en programas como "The Richard Pryor Show", "Laugh-In" y "Eight Is Enough", lo que le valió su papel revelación en la icónica sitcom "Happy Days".

En la serie, Williams estrenó el personaje de Mork. Tuvo tanto éxito, que recibió su propia serie, "Mork y Mindy", en la que actuaba junto a Pam Dawber.

La serie se emitió en 1978 y duró cuatro temporadas. A partir de ahí, Williams se convirtió en una sensación en Hollywood, consiguiendo un papel de éxito tras otro. El actor demostró que podía hacer papeles cómicos impecables y otros más serios.

En 1982, Williams apareció en la película "The World According to Garp". Luego interpretó a un músico ruso en "Moscow on the Hudson".

Obtuvo un papel como DJ en "Good Morning Vietnam" e interpretó a John Keating, un profesor que pensaba de forma diferente, en "Dead Poets Society". Sus interpretaciones en ambas películas le valieron una nominación al Oscar como actor principal.

También protagonizó muchas más películas de renombre como "Night in the Museum" y "Jumanji", cimentando su nombre como uno de los mejores cómicos de todos los tiempos.

Relaciones amorosas

Aunque Williams disfrutó de una exitosa carrera, su vida personal tuvo sus altibajos. No tuvo mucha suerte en el amor, pero su tercer matrimonio le trajo el amor de su vida.

Williams estuvo casado por primera vez con Valerie Velardi en 1978, pero la unión terminó una década después. Conoció a su segunda esposa, Marsha Garces, productora de cine y filántropa, en 1984. Ella era la niñera de su hijo Zak.

Se informó de que el romance de la pareja comenzó cuando Williams aún estaba casado, pero Velardi aclaró que empezaron a verse después de su separación.

Garcés y Williams se casaron en 1989. Ella estaba embarazada de seis meses. La pareja dio la bienvenida a su hija Zelda Rae ese mismo año. En 1991, tuvieron a su segundo hijo juntos, Cody Alan.

Con el tiempo, Garcés empezó a trabajar como asistente personal del actor. Juntos colaboraron en algunas de las películas más destacadas de Williams, como "Good Morning Vietnam" y "Dead Poets Society".

A continuación, Garces se aventuró en la producción y trabajó en algunas de las películas emblemáticas del actor, como las muy queridas "Mrs. Doubtfire", "Patch Adams" y "Jacob the Liar".

Tras una exitosa colaboración, la pareja decidió fundar una productora llamada Blue Wolf Productions. Sin embargo, su matrimonio terminó cuando Garcés solicitó el divorcio en 2008, alegando diferencias irreconciliables. La separación finalizó al cabo de dos años.

Williams le dio otra oportunidad al amor y se casó con su tercera esposa, Susan Schneider, a quien conoció en un Apple Store en 2007.

El primer encuentro de la pareja fue inesperado. Ambos estaban haciendo recados y coincidieron en la misma Apple Store. Schneider recuerda que vio al actor y se preguntó si realmente era Robin Williams.

Al salir, se volvió una última vez para asegurarse de que sus ojos no le mentían, y los ojos de Schneider se encontraron con los de Williams, que tenía una gran sonrisa en la cara.

La reconfortante sonrisa de Williams la animó a acercarse al actor y saludarlo. Él llevaba una camiseta de camuflaje, y Schneider la utilizó para entablar conversación.

"¿Qué tal te va con ese camuflaje?", le preguntó, y el actor respondió, según The Guardian: "No demasiado bien, me has encontrado".

La pareja salió durante cuatro años y fueron al altar en 2011; ese fue el segundo matrimonio de Schneider. Se mudaron a Marin County con los dos hijos de Susan de su primera unión. Solo dos años después de casarse, la salud de Williams comenzó a deteriorarse.

Su mayor miedo

En 2018, Marina Zenovich estrenó un documental sobre Williams titulado "Come Inside my Brain", que incluye una vieja entrevista del actor confesando su mayor miedo. Williams se sinceró sobre cómo temía perder la consciencia y llegar a un punto en el que su cerebro perdiera la creatividad.

El actor se convirtió en una sensación por su pensamiento fuera de lo común, que aportaba una visión fresca y teatral de la comedia. Por eso se quedaba petrificado ante la idea de perder la inspiración para sus ideas.

No fue hasta el fallecimiento de Williams cuando los médicos descubrieron en su autopsia que padecía un caso grave de demencia de cuerpos de Lewy (LBD). Schneider aún recuerda el momento en que los médicos le dieron esos resultados.

Le preguntaron si le sorprendía que Williams hubiera padecido LBD, y ella admitió que no porque ponía en perspectiva muchos de sus comportamientos. "¿El hecho de que algo se hubiera infiltrado en cada parte del cerebro de mi marido? Eso tenía mucho sentido", dijo.

Según los informes, los cuerpos de Lewy son cúmulos de proteínas que inundan el cerebro y se sabe que son responsables del 10-15% de los casos de demencia.

Algunos síntomas son ansiedad, alucinaciones, pérdida de memoria e insomnio. También se dice que están relacionados con los síntomas de la enfermedad de Parkinson.

Desde que descubrió la causa de la trágica muerte de su marido, Schneider se ha propuesto educar al público sobre la enfermedad y aclarar todas las suposiciones y teorías que rodean el fallecimiento de su marido.

Durante una entrevista que le hicieron tras la muerte de Williams, Schneider no mostró ningún interés en las preguntas sobre la vida de él. Pero la pregunta que hizo reaccionar fue sobre cómo el Alzheimer, el Parkinson y la LBD están conectados y pueden llevar a un diagnóstico erróneo.

Para ilustrarlo, Schneider tuvo la brillante idea de crear una película sobre LBD. Lo propuso como una película científica y dijo que los productores se rieron en su cara.

Sin embargo, encontró otra forma de honrar la memoria de su marido y concienciar sobre la LBD. Creo un documental llamado "Robin's Wish", centrado en la experiencia del actor con la enfermedad.

Schneider admitió lo difícil que fue someterse a este doloroso proceso, pero lo hizo porque su esposo era famoso y quería hablar del misterio que rodeó su muerte. Williams perdió la vida a causa de una enfermedad rara que necesita ser destacada, y por eso pensó que el documental era lo correcto.

Williams fue diagnosticado de Parkinson en 2014, y de inmediato lo informó a sus tres hijos, Zak, Zelda y Cody. Sin embargo, en ese momento, el diagnóstico inicial del actor no resolvió el misterio detrás de su ansiedad, depresión, delirio y paranoia.

Su esposa dijo que estos síntomas no se trataron como el principal problema neurológico, sino más bien como efectos secundarios leves del diagnóstico de enfermedad de Parkinson.

Los síntomas de Williams se hicieron evidentes para su mujer cuando se retiró de sus espectáculos. Su ansiedad le impedía hacer una de sus cosas favoritas: probar su nuevo material e interactuar con otros cómicos en el Throckmorton Theatre de California.

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Susan se dio cuenta de que la ansiedad empezaba a apoderarse de Williams y a apartarle de lo que más le gustaba: entretener al público en el escenario.

Según Schneider, la LBD tiene más de 40 síntomas, pero los cuerpos de Lewy afectaron a una parte del cerebro de Williams que le impedía regular sus emociones, y eso aplastaba su mundo.

Últimos días

Una paciente que estuvo en rehabilitación con Williams, Teresa Cohen, recordaba la profunda tristeza y depresión que se reflejaban en el rostro del actor. Para ella, era evidente que se enfrentaba a algo más grande que él mismo.

Williams seguía intentando encarnar a su personaje bobalicón, dijo Cohen, pero en algún momento no pudo ocultar la tristeza que invadía su mente y su cuerpo. Se dio cuenta de que nunca parecía estar totalmente relajado.

Sin embargo, el actor hacía todo lo posible por disimular lo que le aquejaba e intentaba estar presente. El último post de Williams en Instagram conmemoraba el cumpleaños número 25 de su hija Zelda. Compartió una foto de ambos cuando ella era una niña y le recordó que siempre sería su pequeña.

El actor también sorprendió a su mujer con un último gesto romántico semanas antes de su muerte, llevándola al lugar donde empezó todo, la Apple Store.

Schneider dijo que estaba en la Apple Store haciendo el mismo recado que cuando se conocieron, cuando de repente vio a Williams entrando con flores.

A pesar de la pérdida de memoria del actor, aún recordaba dónde empezó la historia de amor entre ellos. Conmocionada, Schneider dijo: "Dios mío, ¿qué estás haciendo?", y Williams le recordó: "Aquí es donde empezó todo".

El día anterior a la muerte de Williams, él y su esposa pasaron el sábado haciendo juntos todo lo que les gustaba. Al final, Schneider estaba convencida de que su marido estaba mejorando.

Tras un largo día de diversión, la pareja se fue a la cama y se despidieron como siempre: "Buenas noches, mi amor", se dijeron. Schneider aún escucha el eco de estas palabras en su cabeza.

Desgraciadamente, Schneider se despertó con la terrible imagen del cuerpo sin vida de su esposo. En ese momento le quedó claro que Williams había querido darle un último regalo y un recuerdo positivo y duradero: un día perfecto juntos.

Una cosa que no llegaron a hacer fue ir al centro de pruebas neurocognitivas que Schneider había programado para Williams. El actor se quitó la vida una semana antes de su cita, y ella cree que fue porque temía ser encerrado.

Desde la muerte de su marido, Schneider no se ha puesto en contacto con los hijos de Williams. La familia atravesó una complicada batalla legal por la herencia del actor, valorada en 100 millones de dólares.

Schneider expresó que cada uno se deseaba lo mejor y que cada uno siguió su camino. No estaba segura de si los hijos de Williams habían visto su película, pero entendía que les resultara difícil de asimilar.

Confesó que aún le costaba ver algunos de los trabajos de Williams, pero que se sentía consolada por los avances realizados en la investigación de la LBD.

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Comentó que dos años antes de que muriera su esposo, mantuvieron una conversación sobre el legado que querían dejar. Recordó que Williams dijo, según cita USA Today: "Quiero ayudar a la gente a tener menos miedo", y cada día espera cumplir su deseo.

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