Hijo de hombre rico exige a su padre un auto de lujo, en su lugar sólo recibe una caja barata - Historia del día

Brian creció en un hogar rico. Sus padres le regalaron todo lo que quiso y, el día de su cumpleaños, pidió un auto deportivo muy caro. Pero la caja barata que le regaló su padre lo llevó por un camino desgarrador.

Brian era el hijo rico de un hombre de negocios. Su padre le dio todo lo que quiso y estuvo presente en su vida. Su padre, Lincoln, siempre estuvo orgulloso de él. Quería lo mejor para él e intentó enseñarle los valores del trabajo duro y la dedicación. Sin embargo, Brian seguía siendo un niño malcriado.

Tres meses antes de cumplir 18 años, Brian contrató a un organizador de fiestas para organizar la mayor fiesta que nadie hubiera visto jamás. "Quiero que me envidien porque nunca tendrán una fiesta como la mía", dijo. "Quiero que mi padre me regale ese auto deportivo que he estado viendo, y quiero que todo el mundo esté allí cuando me entregue las llaves". El organizador asintió y se puso manos a la obra.

Brian se pasó semanas antes de su fiesta de cumpleaños publicitando su futuro auto deportivo y la fiesta. Utilizó sus redes sociales y las de sus amigos para correr la voz e hizo que todos publicaran fotos del auto deportivo que le regalarían el día de su cumpleaños. Estaba tan concentrado en su cumpleaños que sus notas empezaron a resentirse.

“Brian, entiendo que estés emocionado por cumplir 18 años, pero hay una vida después y tienes que empezar a planificarla”, le dijo su profesor de Matemáticas. “Con estas notas, te será difícil entrar en una escuela de negocios como tenías planeado”.

“Ahora mismo todo eso me da igual. De todas formas, aunque no entre en una universidad, el dinero de mi padre pronto será mi dinero”, respondió.

“Pero tienes que aprender a ser el líder que es él si quieres conservar la vida que tienes”, le dijo el profesor.

“No, no quiero. Para eso puedo contratar a gente como tú a la que le gusta estudiar”, se rió y se marchó.

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El profesor estaba preocupado y decidió llamar al padre de Brian para explicarle la bajada de notas. Cuando llegó a casa más tarde, Lincoln llamó a Brian a su despacho.

“Mira, hijo, sé que estás emocionado por tu cumpleaños, pero estás siendo imprudente con tu futuro, y eso no lo voy a permitir”, le dijo.

“Papá, estoy bien; volveré a subir las notas después de la fiesta; aún me quedan seis meses de escuela, lo conseguiré”, contestó Brian.

“Necesito que cumplas tus promesas. Nunca me has decepcionado antes; por favor, no empieces ahora”, le dijo su padre.

Brian aprovechó la oportunidad para decirle a su papá lo que quería para su cumpleaños, y le enseñó un caro auto deportivo en su teléfono. “Ése es el que quiero, sólo en negro y de ningún otro color”, dijo Brian.

“Ya veremos”, respondió su padre con evasivas.

El día de su fiesta de cumpleaños, Brian estaba entusiasmado tanto por la fiesta como por el auto que esperaba recibir. Entonces su padre se acercó a él y le entregó un regalo con envoltura barata.

"Estoy muy orgulloso de ti, hijo, te he visto crecer y sé que tienes potencial para convertirte en un triunfador", le dijo.

Pero Brian no escuchaba lo que decía su padre. Estaba concentrado en abrir el regalo y se decepcionó cuando encontró una Biblia dentro.

"¡Cómo te atreves!", le espetó. "Te pido un auto concreto, ¿y me das eso? ¿Qué hago con una Biblia?".

Brian dejó caer el libro sobre la mesa antes de que su padre pudiera contestar y se marchó. No se presentó a su fiesta y nunca volvió a casa.

Diez años después, Brian vivía como influencer en las redes sociales en otra ciudad cuando recibió una llamada del abogado de su padre, Barry, diciéndole que Lincoln había fallecido y le había dejado todo su patrimonio.

Brian voló de vuelta a casa inmediatamente y firmó los documentos necesarios con Barry. Tenía el corazón destrozado por la muerte de su papá, pero seguía resentido con él por haberle regalado una Biblia barata en el cumpleaños más significativo de su vida. Condujo de vuelta a su casa y se sorprendió al encontrar la Biblia sobre la mesa donde la había dejado.

Cuando Brian hojeó el libro, se le cayó un juego de llaves. Las tomó y se dio cuenta de que eran las llaves del auto deportivo que quería que le diera su padre. Se le encogió el corazón. No podía creer que hubiera podido actuar de forma completamente diferente a como lo hizo aquel día.

Brian paseó por su casa y recordó la hermosa infancia que le había dado su padre. Empezó a llorar y se sintió avergonzado por haber desperdiciado tantos años en los que podría haberse acercado más a su papá. Se dio cuenta de que no había forma de disculparse por su comportamiento en su cumpleaños número 18. Decidió quedarse con el auto, pero le daba vergüenza conducirlo, así que se quedó donde lo había dejado su padre.

¿Qué podemos aprender de esta historia?

• El amor de un padre vale más que cualquier regalo: Brian debería haberse dado cuenta de lo que su padre intentaba enseñarle con su regalo, pero estaba tan centrado en sí mismo que, en lugar de eso, se marchó enfadado.
• Tenemos que arreglar las relaciones más importantes para nosotros antes de que sea demasiado tarde: Brian podría haber vuelto a casa el día de su cumpleaños para arreglar las cosas con su padre, pero siguió siendo testarudo y nunca se disculpó.

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