Hombre desheredado despierta al oír ruido afuera y halla en su patio el auto de su papá fallecido robado hace tiempo - Historia del día

Peter se fue a dormir enfadado porque su padre acababa de contarle algo horrible, pero al día siguiente se despertó por un ruido terrible. El vehículo de su padre, robado hacía tiempo, estaba en la entrada, y un hombre mayor al que no conocía se bajó y le contó una historia espeluznante.

El día anterior había sido terrible para Peter. Su padre, Henry, los había invitado a él y a su hermana Rosie a cenar, donde les explicó que iba a dejárselo todo a Rosie en su testamento y esperaba que Peter lo entendiera.

"¡Papá! Pero eso no es justo. ¿Por qué no podemos compartir a partes iguales?", preguntó Peter, conmocionado por la descabellada revelación. Siempre supo que Rosie era la niña de oro a los ojos de su padre, pero esto iba más allá de lo que jamás había imaginado.

"Porque Rosie tiene familia e hijos. Lo necesita más y se lo merece más", respondió, encogiéndose de hombros como si fuera lo más natural del mundo.

Tenía la boca abierta y los ojos confundidos. "¿Qué está pasando?", repitió Peter.

"Papá, apenas tengo 30 años. En algún momento tendré una familia", rebatió Peter, frunciendo el ceño ante el razonamiento de su padre.

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"Da igual. Al fin y al cabo, es mi decisión. Sólo quería que lo supieras para que no haya problemas en el futuro", terminó Henry.

Rosie le sonrió y le dio las gracias. Pero Peter miró a su hermana sorprendido. "¿Te parece bien?".

Ella también se encogió de hombros. "Por supuesto. ¿Por qué no iba a estarlo?". Para su sorpresa, ella se echó a reír.

Peter no pudo soportarlo más y salió de la casa de su padre con la intención de no volver jamás. Había terminado con ellos. Estaba claro que el hombre mayor no lo veía como un igual a Rosie por alguna loca razón. Mientras conducía a casa, recordó todas las otras veces que su padre había favorecido a su hermana, lo que no hizo más que hervirle la sangre.

Su madre había muerto años antes, y Peter odiaba ese hecho. Ella lo habría defendido y habría intervenido. Por desgracia, se dio cuenta de que ahora estaba solo en el mundo, excepto por sus amigos. Eso era más que suficiente, y aun así durmió esa noche.

Desafortunadamente, su sueño se vio interrumpido por un horrible sonido a primera hora de la mañana. "Uf... ¿qué está pasando?", murmuró grogui al despertarse.

Sonaba como si algo retumbara a lo lejos, pero cada vez se acercaba más, lo que le hizo preocuparse. Saltó de la cama y se dirigió rápidamente a la puerta principal. Una vez fuera, descubrió un viejo auto estacionándose en su entrada. Pero no era un vehículo cualquiera.

Era el viejo auto de su padre, robado cuando Peter era niño. A su papá le encantaba, ya que él mismo lo había restaurado, y de pequeño, Peter había soñado con conducirlo algún día. Pero no tenía sentido que estuviera en su casa, así que se frotó el pelo confundido.

De repente, un hombre mayor al que no conocía salió del vehículo. "¡Peter, hola, hijo!", lo saludó con la mano.

Peter se acercó y le estrechó la mano. "Hola. Perdone, pero ¿nos conocemos?".

"No, hijo", respondió el hombre y se echó a reír. "Me llamo Carl Gordon. Soy un viejo amigo de tu padre".

"Ah, Ok", asintió Peter. "¿Es este... el auto robado de mi padre?".

"Sí, lo es, chico", empezó Carl. "Y ahora, es todo tuyo".

El hombre mayor lanzó las llaves a Peter, que casi no las tomó. Tenía la boca abierta y los ojos confundidos. "¿Qué está pasando?", repitió Peter.

"Bueno, te lo diré. Hace años, tu padre me debía mucho dinero, y me dio el auto como pago. Ahora, he tratado de mantenerlo, pero admito que fui descuidado al respecto. Obviamente, el motor tiene que ser reemplazado. Es un poco ruidoso ahora mismo. Aun así, es un auto muy chulo y sería fácil arreglarlo", explicó Carl. "Ahora, es tuyo".

"¿Pero por qué?".

Carl respiró hondo. "Porque me enteré de lo que te hizo tu padre. Me lo contó anoche y me dijo que era lo correcto. Pero yo no estoy de acuerdo. Así que al menos deberías tener este auto. De hecho, tengo otra sorpresa para ti. Tu padre perdió dinero conmigo varias veces en el pasado. Siempre cometía errores tontos y era un engreído, y yo siempre ganaba".

El hombre mayor le hizo un gesto para que se acercara al maletero y lo abriera. Había una pequeña maleta, que Carl tomó y le dio a Peter. "Ábrela".

El hombre más joven no podía creer lo que veían sus ojos. Había una tonelada de dinero dentro. "¿Qué es esto? ¿Qué es esto? Sigo sin entender nada. ¿Por qué me da estas cosas?", preguntó desconcertado.

Carl lo miró frunciendo un poco el ceño y asintió con la cabeza. "Veo que tu padre no te ha contado toda la verdad", empezó. "Rosie no es hija de tu difunta madre. Tu padre tuvo una aventura cuando Sarah y él estaban recién casados. Su amante quedó embarazada y dejó a la bebé en la puerta de su casa. Tu madre se enfadó mucho por eso".

Peter negó con la cabeza. "Eso es imposible".

"Es cierto. Por eso tu madre nunca se encariñó con Rosie, y Henry ha intentado compensarlo toda la vida de Rosie. Por eso siempre la trató mejor", dijo el hombre mayor, asintiendo. "Siempre he odiado eso por ti. Esto es lo correcto. Sé que no me corresponde a mí exactamente. Pero espero que entiendas que quiero hacer algo bueno con todo lo que tengo".

Peter invitó a Carl a su casa para que pudieran seguir hablando de la situación, y todo encajó. Por fin tenía una respuesta para el descabellado razonamiento de su padre, y agradeció a Carl que fuera sincero con él. Intentó devolverle el dinero, alegando que no lo necesitaba, pero Carl insistió, se despidió y salió de casa.

Peter sonrió al contar el dinero y se dio cuenta de que era más que suficiente para poner en marcha el pequeño negocio que siempre había soñado crear. También sustituyó el motor del auto por su cuenta. Fue un proceso lento, pero finalmente el vehículo dejó de hacer ruidos capaces de despertar a todo su vecindario.

Rosie y su padre terminaron enterándose de la existencia del auto y amenazaron con llevárselo, pero Carl ya había arreglado todo el papeleo y no pudieron hacer nada. Mientras tanto, Peter siguió adelante con su vida. Construyó un negocio de éxito, se casó y formó una familia.

¿Qué podemos aprender de esta historia?

• Los hijos no tienen la culpa de los errores de sus padres: Henry se equivocó al tratar a Rosie mejor que a Peter debido a las circunstancias de su nacimiento. Debería haber querido y valorado a los dos por igual.
• Haz siempre lo correcto cuando puedas: Carl sintió responsabilidad por Peter a pesar de no conocerlo e hizo lo correcto por él cuando Henry actuó de forma horrible.

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