Pobre padre anciano recibe con dolor la noticia de que su única hija lo excluyó de la foto familiar - Historia del día
Thomas crio solo a Angelina tras la muerte de su esposa, y lo hizo lo mejor que pudo, aunque precariamente. Años más tarde, ella se casó con un hombre rico y durante años dejaron de hablarse hasta que ocurrió algo sorprendente que le enseñó una dura lección.
Angelina lloraba desconsoladamente y en silencio, mientras conducía hacia la casa de su padre. La vida le había enseñado una dura lección estas últimas semanas, y se arrepentía seriamente de sus acciones de los últimos años.
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"No puedo creer lo que le hice", se dijo a sí misma al llegar a la casa de su infancia. Era pequeña, humilde y necesitaba desesperadamente jardinería y reparaciones. La pintura estaba desconchada, pero su corazón se tranquilizó al verla. Solo esperaba que su padre la aceptara después de todo.
"Este es definitivamente mi karma", susurró para sí misma, apagando el coche.
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Thomas se casó con Diana a los veinte años, pero Angelina no nació hasta pasados los treinta, después de muchos años intentando tener un bebé. Esperaban que un hijo completara su familia. Sin embargo, las cosas se torcieron tras el nacimiento de la pequeña.
A Diana le diagnosticaron una enfermedad grave y empezaron a ahogarse en deudas médicas. Thomas trabajaba más mientras una vecina ayudaba con la bebé. Hicieron todo lo posible para que la joven madre recuperara la salud, y pareció funcionar durante muchos años, hasta que murió cuando Angelina cumplió 12.
Todos estaban desolados, pero Thomas hizo todo lo posible por criar a su hija solo a pesar de todas sus luchas y sus aplastantes deudas. Vivían en la más absoluta pobreza, pero él pensaba que lo estaba haciendo bien en su mayor parte.
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Con el tiempo, Angelina consiguió una beca para la Universidad, y Thomas fue el padre más orgulloso en su graduación.
Poco después, la joven empezó a salir con William, que procedía de una familia increíblemente rica. A Thomas le preocupaba que no fueran el uno para el otro debido a su diferente educación, pero estaba claro que se querían.
Por desgracia, Thomas enfermó el día de la boda y no pudo asistir. Pero Angelina le envió fotos y él se sintió como si hubiera estado allí.
Con el tiempo, notó que Angelina le llamaba cada vez menos. Nunca le invitaba a su casa y apenas conocía a los padres de William. Intentó llamarla, pero siempre estaba ocupada con algo y colgaba rápidamente. Era extraño, pero no pensó en ello hasta que sus consuegros lo llamaron.
El padre de William preguntó algunas cosas sobre Angelina. Al parecer querían comprarle algo. "Gracias, señor. Le veremos en la sesión de fotos", le dijo. Por desgracia, Thomas no tenía ni idea de lo que hablaba aquel hombre.
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"¿Qué sesión de fotos?", preguntó Thomas.
"Angelina y William anunciaron hace poco su embarazo, y mañana habrá una sesión de fotos. Nos veremos entonces", dijo el señor Scranton y colgó.
Thomas no podía hablar. Angelina no le había dicho nada de su embarazo, y mucho menos de una sesión de fotos. ¿Por qué? Tenía que saberlo, así que llamó a su hija.
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"Papá, es que... la familia de William es tan elegante, educada, refinada, y bueno...", se interrumpió Angelina, y Thomas comprendió de inmediato. Se sentía avergonzada de él. Por eso se había alejado. Probablemente, estaba contenta de que se hubiera perdido su boda.
"Muy bien, Angelina. Haz lo que tengas que hacer", respondió él en un tono inexpresivo.
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"Papá...", gimoteó ella, pero Thomas colgó el teléfono rápidamente. Después de aquello, no se hablaron durante muchos meses.
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Cuando Angelina entró en la casa de su padre, pensó en aquella conversación telefónica. Pensó en lo aliviada que se había sentido cuando él enfermó y no pudo asistir a su boda. Pensó en todas las veces que no le había invitado.
"Este es definitivamente mi karma", susurró, apagando el coche.
Salió, cargó a su hija Eva, que estaba en el asiento trasero y se acercó a la puerta principal. Llamó al timbre vacilante.
"¿Angelina?", dijo Thomas cuando la abrió. "¿Qué haces aquí?".
"Hola, papá", saludó ella torpemente, sin saber qué más decir.
Thomas la miró, vio su cara manchada de lágrimas y, finalmente, sus ojos se desviaron hacia la hija que tenía en brazos. Eva era una bebé encantadora, pero había algo diferente en ella. Había nacido sin un brazo, y era bastante evidente.
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"¿Es tu hija?", le preguntó. Angelina asintió tímidamente con la cabeza y fue como si Thomas entendiera exactamente por qué estaba allí. "Pasa".
Thomas cargó a su nieta y jugó un rato con ella. Mientras tanto, Angelina miraba a su alrededor, insegura de sí misma, y luego se sentó en el sofá.
Finalmente, Thomas tomó la palabra. "Bueno, cuéntamelo todo. Supongo que tu esposo no está contento con esta preciosa niña".
Ella rompió a llorar y se lamentó a través de su relato. Thomas tenía razón. Tan pronto como Eva nació, William comenzó a alejarse. No quería saber nada de su hija, y sus padres lo apoyaban.
Pronto le pidió el divorcio y la echó de casa. Eran ricos y tenían tantas conexiones que no había forma de que Angelina pudiera luchar contra él, así que corrió a la única otra casa que se le ocurrió.
"Lo siento mucho, papá. Sé que fui horrible y no tengo excusa. Nunca podré enmendar ese error. Pero, por favor, ¿te parece bien que nos quedemos aquí hasta que encuentre otra solución? Sé que te estás haciendo mayor y que tener una bebé en casa puede ser engorroso, pero te lo suplico", suplicó con la cabeza entre las manos.
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Thomas suspiró. "Angelina, eres mi hija. Nunca tendrás que rogarme por un techo. No importa lo que haya pasado o lo que hayas hecho, siempre estaré aquí para ti... y para esta preciosa niña", dijo, tocando la cabeza de la bebé con una mano. "¿Quién es la favorita del abuelo? ¿Quién?", arrulló.
Angelina se levantó de un salto y abrazó con fuerza a su padre y a su hija. Juró no volver a cometer el mismo error.
Eva creció con todo el amor que Thomas y Angelina podían darle, aunque no tuvieran mucho dinero. Y gracias a la ayuda de una organización, pudo recibir una prótesis de brazo que le permitió ser más independiente. Pero lo único que realmente necesitaba era un sólido sistema de apoyo para prosperar.
¿Qué podemos aprender de esta historia?
- Aprecia siempre a tus padres y los sacrificios que hicieron por ti. Es fundamental que agradezcas todo lo que tus padres te dieron, especialmente el amor y el apoyo.
- Un padre cariñoso perdonará incluso tus peores errores. Angelina tuvo suerte de que su padre la quisiera tanto que la perdonó rápidamente. No todo el mundo tiene una segunda oportunidad, y cuando tuvo la suya, nunca volvió a avergonzarse de él.
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