El hijo de una profesora ve a su mamá llorando al salir del trabajo, visita cada clase luego – Historia del día

A Diana le encantaba ser profesora y siempre se esforzaba al máximo por sus alumnos. Sin embargo, ellos nunca parecían apreciar sus esfuerzos. Todo esto cambió cuando su hijo intervino y utilizó su talento para ayudarla.

Vinny apreciaba mucho a su madre, Diana, y la quería más aún. Su padre trabajaba muchas horas, así que ellos estaban solos en casa casi siempre. Por eso pasaban mucho tiempo juntos a diario.

Cuando Diana empezó a trabajar como profesora, le preocupaba que él pudiera ponerse celoso de la atención que ella prestaba a los otros niños. A la madre le encantaba su trabajo y siempre se esforzaba al máximo. Pero le preocupaba un poco cómo se adaptaría su hijo a este nuevo capítulo de sus vidas.

Sin embargo, a Vinny no le afectaba el trabajo de su madre. De hecho, admiraba su dedicación y su amor. Era una de las muchas cualidades que la convertían en una madre fantástica.

Vinny soñaba con ser cineasta algún día. A menudo grababa vídeos de la actividad de la casa y mantenía la cámara cerca por si había alguna oportunidad de capturar imágenes. Se mantenía ocupado trabajando en varios proyectos personales. Si no estaba grabando vídeos familiares, grababa pájaros en el patio trasero.

Un día, Vinny se acercó a la habitación de su madre, con la esperanza de que le aconsejara sobre un nuevo proyecto en el que estaba trabajando. La oyó sollozando amargamente mientras él estaba delante de su puerta.

"Mamá, ¿estás bien?", preguntó Vinny al entrar en la habitación de Diana, abrazándola cariñosamente.

"Oh, mi dulce, dulce, Vinny. Estoy bien, no te preocupes", dijo ella, intentando tranquilizarlo. Pero él pudo ver a través de su aparente serenidad.

"No, no lo estás. ¿Qué te pasa?", volvió a preguntar.

"En serio, no es nada. Es solo el trabajo", respondió Diana.

"¿Trabajo? Pero yo creía que te encantaba tu trabajo. ¿Te han despedido?", preguntó Vinny.

"No, no. No es nada de eso. Es sólo que lo doy todo en el trabajo. Y no me hacen caso, Vinny. Y es agotador porque sólo quiero lo mejor para ellos, ¿sabes?", dijo Diana emocionada.

Vinny se sintió conmovido por las palabras de su madre. Sabía cuánto amaba su trabajo y todo el esfuerzo que ponía en ayudar a los demás. Decidió poner de su parte para ayudarla.

En los días siguientes, Vinny empezó a trabajar en un proyecto totalmente nuevo. Empezó a componer una recopilación de vídeos que había ido grabando a lo largo de los meses, en los que su madre planificaba minuciosamente las clases, animaba a los alumnos desde el público en diversas ceremonias, y llamaba a los padres para felicitarlos personalmente.

También mezcló un par de vídeos auténticos en los que Diana se comportaba con naturalidad y expresaba su amor y entusiasmo por sus alumnos. También incluyó las fotos de las clases de su madre que estaban en las estanterías y paredes de su casa.

A la semana siguiente, Vinny fue a ver al director del colegio y le enseñó el vídeo que había montado.

"¡Vaya! ¡Es fantástico! ¿Y lo has hecho tú solo?", preguntó el director.

"Sí, señor. Mi madre ha tenido problemas con sus alumnos. Pensé que podría ayudarles si comprendían lo mucho que se preocupa por ellos, ¿sabe?", explicó Vinny.

"Creo que lo que estás haciendo por tu madre es estupendo, Vinny. Te propongo una idea. Pon esto en todas las clases que da. Creo que hará mucho bien", propuso el director.

Y así, Vinny puso el vídeo en todas las clases de Diana e invitó a todos los alumnos a una breve reunión en la cafetería del colegio durante el almuerzo. La grabación conmovió a los alumnos, y cuando todos se reunieron en la cafetería, el chico tuvo unas palabras que compartir con ellos.

"Hola a todos. Me llamo Vinny y soy el hijo de Diana. No quiero robarles demasiado tiempo. En primer lugar, gracias a todos por ver mi vídeo", dijo nervioso.

"Lo hice después de encontrar a mi madre llorando después del trabajo por su comportamiento. Y los entiendo. Yo también soy estudiante. Pero lo que no saben es que se pasa horas preparándose para esas clases. Por si fuera poco, conozco cada una de su caras porque insiste en tener las fotos de la clase por toda la casa", continuó Vinny.

"Se preocupa profundamente por cada uno de ustedes como si fueran sus propios hijos. Y créanme, yo lo sabría. Quería que vieran lo mucho que se interesa por todos. Así que, por favor, intenten llegar a un acuerdo con ella. Es una profesora increíble y una persona aún mejor. Gracias", concluyó Vinny.

La sala se quedó en silencio. Vinny no estaba del todo seguro de haber actuado correctamente hasta que los alumnos empezaron a aplaudirle. Estaban realmente conmovidos por sus palabras.

Después de aquello, los corazones de los alumnos se transformaron y empezaron a comportarse en consecuencia. A Diana le sorprendió su repentino cambio de actitud. Estaban más atentos y sensibles, incluso los peores.

"Es lo más extraño. Es como si de la noche a la mañana se hubieran convertido en personas completamente distintas. Quiero decir, no es que me queje, pero es raro", le explicó Diana al director mientras estaban sentados en la cantina del personal.

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"¿Así que Vinny no te ha contado nada?", preguntó el director.

"¿Vinny? ¿Qué tiene que ver con esto?", preguntó Diana.

"Les dio una pequeña charla después de enseñar a tus alumnos un vídeo que hizo", explicó el director.

"¿Vídeo?", preguntó Diana, confundida.

El director le enseñó el vídeo y a Diana se le derritió el corazón. No pudo contener las lágrimas. Aquel día llegó a casa y abrazó a Vinny, dándole las gracias de todo corazón. Fue una de las cosas más amables que nadie había hecho por ella.

¿Qué podemos aprender de esta historia?

• Aprecia a la gente que se preocupa por ti. Los alumnos no valoraban a Diana. No sabían cuánto se preocupaba realmente por ellos. Gracias a Vinny, por fin comprendieron lo mucho que se esforzaba por ellos.
• La amabilidad y la preocupación por los demás da frutos. El hecho de que Vinny quisiera ayudar a su madre y grabara un vídeo sobre ella, hizo ver a sus alumnos la atención que Diana les prestaba y el cariño que les tenía.

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