Fui a la reunión de mi escuela para vengarme de mi amor de la adolescencia, hasta que descubrí lo que realmente ocurrió entonces - Historia del día
Joan se desplazó por su álbum escolar recordando cuáles eran sus pensamientos de entonces. Habían pasado ya veinte años desde la graduación, pero Joan aún recordaba al chico que le rompió su joven corazón. A la espera de encontrarse con él en la reunión, no sabía que él no había sido el culpable.
Mientras hojeaba mis viejas fotos de la escuela, no pude evitar que me invadiera una oleada de nostalgia. Habían pasado veinte años desde que me gradué, pero al mirar las fotos me parecía que había sido ayer.
Allí estaba yo, la joven Joana Cooper, con esa sonrisa tonta y esperanzada pegada a la cara, y debajo de mi foto del anuario, una cita cursi que una vez me pareció tan profunda:
"El amor es cosa de dos".
Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
Me reí de lo ingenua que había sido entonces, pero mi risa se desvaneció rápidamente cuando mis ojos se posaron en su foto. Chad Barns. Mi amor de la escuela. El chico que había cautivado mi corazón durante años.
Por aquel entonces, estaba locamente enamorada de él: le dejaba notas de amor secretas en el casillero, intentaba ligar a mi torpe manera adolescente e incluso le metía tarjetas de San Valentín en la mochila cuando creía que nadie miraba.
Estaba convencida de que acabaríamos juntos, de que él era el elegido.
Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
Imaginaba nuestro futuro tan vívidamente, hasta el día de nuestra boda. Pero aquí estaba yo, con 38 años, aún soltera y preguntándome qué había salido mal.
¿Por qué Chad me había dejado de lado de repente hacía tantos años? Me había abandonado justo antes de la graduación, dejándome confundida y con el corazón roto.
No había vuelto a hablar con él, pero su recuerdo seguía atormentándome, incluso después de tanto tiempo.
Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
Justo cuando empezaba a sumirme en mis pensamientos, sonó el timbre de la puerta, devolviéndome al presente.
Dejé el álbum de fotos a un lado y fui a abrir la puerta. Mi mejor amiga Lora estaba allí, con su habitual sonrisa brillante iluminándole la cara.
"¿Preparada para la reunión de la escuela, mejor amiga?", preguntó, con un entusiasmo contagioso.
Dudé y me apoyé en el marco de la puerta.
Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
"Sinceramente, Lora, no estoy segura de querer ir".
Enarcó una ceja, claramente sorprendida.
"¿Por qué no? ¿Qué ha pasado?".
Solté un profundo suspiro.
"Estaba revisando mis viejas fotos y me trajo muchos recuerdos. Ya sabes, sobre Chad".
Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
Lora puso los ojos en blanco de forma dramática, cruzándose de brazos.
"¿Chad Barns? ¿Sigues obsesionada con eso después de veinte años?".
"Sé que suena ridículo", admití, sintiéndome un poco avergonzada.
"Pero aún me escuece. Estábamos tan unidos y luego dejó de hablarme, como si yo no significara nada para él".
Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
Lora se acercó y me puso una mano reconfortante en el hombro.
"Mira, quizá ni siquiera aparezca esta noche. Y aunque lo haga, no dejes que te arruine la noche. Esta reunión es para ponerse al día con viejos amigos y divertirse, no para reabrir viejas heridas".
Forcé una sonrisa, intentando apartar mis inseguridades.
"Tienes razón. Pero si está allí... me aseguraré de que recuerde exactamente lo que se ha perdido".
Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
Lora sonrió.
"Así me gusta".
Estuve nerviosa durante todo el trayecto hasta la reunión escolar. Mis dedos golpeteaban nerviosos contra mi regazo y no dejaba de mirar por la ventanilla, perdida en un torbellino de emociones.
¿Y si aparecía Chad? ¿Y si no lo hacía? Una parte de mí no sabía qué sería peor.
Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
Sentía como si tuviera el corazón atascado en la garganta, y cuanto más nos acercábamos, más me costaba respirar.
Cuando llegamos al local, miré por última vez mi reflejo en el espejo retrovisor, me arreglé el pelo y alisé la tela del vestido.
No podía deshacerme de los nervios que se me pegaban como una segunda piel.
"Joan, estás guapísima. En serio, deja de preocuparte por Chad, ésta es tu noche", dijo Lora, con voz suave pero firme.
Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
"Vamos a divertirnos, ¿vale?".
Le dediqué una débil sonrisa, pero el nudo que tenía en el estómago no se aflojaba. "Gracias", murmuré, aún jugueteando con el vestido.
"Pero, ¿y si no viene? Me siento como una tonta poniéndome así. Ha pasado tanto tiempo, Lora".
"No eres tonta", dijo Lora, poniendo los ojos en blanco como si yo hubiera dicho algo ridículo.
Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
"Sinceramente, si aparece, no malgastes tu energía con él. Deja que vea lo que se ha perdido, y hagamos que esta noche gire en torno a nosotras, no a él".
Su confianza era contagiosa y, por un momento, me sentí reconfortada. Salimos del coche y nos dirigimos a la entrada, pero a cada paso, el corazón me latía con más fuerza.
La escuela se alzaba ante mí, trayéndome un torrente de recuerdos, algunos buenos y otros dolorosos. No podía creer que estuviera volviendo a este capítulo de mi vida.
Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
La reunión fue como entrar en una máquina del tiempo. Nos saludaron caras conocidas, gente que hacía años que no veía, algunos que apenas habían cambiado, otros a los que apenas reconocí.
Las risas llenaban el aire mientras los viejos amigos se ponían al día, compartían historias y rememoraban los buenos tiempos. Empezaba a relajarme, incluso a disfrutar, hasta que lo vi.
Chad Barns.
Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
El corazón me dio un vuelco cuando lo vi al otro lado de la sala. Tenía un aspecto diferente: más viejo, sí, pero seguía siendo tan guapo como lo recordaba.
Ahora llevaba la barba bien recortada y, en cuanto nuestras miradas se cruzaron, sonrió. Una sonrisa cálida y familiar que me golpeó más fuerte de lo que esperaba. Toda la rabia y la confusión que había enterrado en mi interior durante años salieron a la superficie.
¿Por qué me había dejado de lado todos aquellos años? ¿Por qué me había dejado colgada sin decir una palabra?
Antes de que pudiera hacer nada, antes incluso de que pudiera procesar lo que sentía, Lora me agarró del brazo y tiró de mí en dirección contraria con suavidad pero con firmeza.
Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
"Recuerda lo que te he dicho", susurró, con voz firme. "No hables con él".
"Vale", murmuré, intentando seguir su consejo, pero una parte de mí gritaba por enfrentarse por fin a Chad, por exigir las respuestas que había estado esperando todos estos años.
Más tarde, después de charlar con algunos compañeros más, Lora derramó accidentalmente su bebida sobre el vestido. "¡Oh, no!", exclamó, mirando la mancha oscura.
Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
"¡Acabo de comprar esto! Ahora vuelvo, Joan, tengo que ir a limpiar esto".
Vi cómo se iba corriendo al baño, dejándome sola por primera vez aquella noche.
Miré a mi alrededor, sintiéndome un poco perdida sin Lora a mi lado. La reunión estaba en pleno apogeo, las risas y la música llenaban el ambiente, pero de repente necesité algo de espacio.
Sin pensarlo, me dirigí al exterior, hacia el tranquilo banco del patio del colegio que solía ser mi lugar favorito.
Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
Era el lugar donde me sentaba después de las clases, perdida en mis ensoñaciones o escribiendo en mi diario. Esta noche me parecía el lugar perfecto para despejarme.
Me senté y cerré los ojos un momento, dejando que la fresca brisa nocturna me envolviera.
Me invadieron los recuerdos de la escuela: qué despreocupada era entonces, qué esperanzada. Y luego, los recuerdos de Chad. Sacudí la cabeza, intentando alejarlos, pero seguían ahí, como siempre.
Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
De repente, oí pasos detrás de mí. Abrí los ojos y me volví para ver a Chad caminando hacia mí, con su conocida sonrisa iluminándole la cara.
"Hola, Joana", dijo, con voz cálida pero tentativa.
"Chad", respondí, sintiendo que el corazón se me aceleraba en el pecho. "Ha pasado mucho tiempo".
"Sí", dijo, deteniéndose a unos metros del banco. "No estaba seguro de si querías hablar conmigo. Me has estado evitando toda la noche".
Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
Me reí nerviosamente, sin saber qué responder. "No estaba segura de que quisieras hablar conmigo después de cómo acabaron las cosas en el instituto".
Chad parecía realmente confuso. "¿Qué quieres decir? Creía que no querías verme después de aquella carta".
"¿Carta?", repetí, frunciendo el ceño. "Nunca recibí una carta, Chad".
Suspiró y su expresión se volvió seria.
Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
"Te escribí una carta pidiéndote que saliéramos juntos al parque. La dejé en tu casillero y, cuando no apareciste, supuse que no te interesaba. Pensé que por eso habías dejado de hablarme".
Negué con la cabeza, completamente aturdida.
"Chad, nunca recibí una carta. Pensé que habías dejado de hablarme de la nada. No entendía qué había hecho mal".
Antes de que Chad pudiera responder, volví a oír pasos. Apareció Lora, con aspecto nervioso y las mejillas ligeramente sonrojadas.
Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
"¿De qué están hablando?", preguntó, con un deje de nerviosismo en la voz que no había notado antes.
"Lora", dije lentamente, atando cabos. "¿Sabes algo de la carta que me envió Chad?".
Su rostro palideció y, por un momento, pareció a punto de negarlo todo. Pero entonces Chad se adelantó.
"Lora, me diste la respuesta de Joana. Me dijiste que no estaba interesada".
Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
Me volví para mirar a Lora, y se me hundió el estómago al ver la culpa en sus ojos. "¿Es cierto?", pregunté, con la voz temblorosa.
Lora bajó la mirada, con la cara enrojecida por la vergüenza y el arrepentimiento. "Yo... estaba celosa", admitió, apenas por encima de un susurro.
"Me gustaba Chad y no quería que se juntaran. Pensé que te olvidarías de él si me aseguraba de que nunca vieras esa carta".
Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
Se me apretó el pecho con una mezcla de incredulidad y rabia.
"¿Nos mentiste a los dos? ¿Arruinaste todo porque estabas celosa?".
"Lo siento", susurró Lora, con lágrimas en los ojos. "Nunca pensé que importaría después de tantos años. Simplemente no quería perderlos a ninguno de los dos".
"Vete, Lora", dije, con la voz temblorosa por el peso de todas las emociones que había mantenido reprimidas durante años.
Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
Cuando Lora se marchó, me invadió una mezcla de tristeza, rabia y alivio.
Chad se acercó y me rodeó con sus brazos en un suave abrazo. Me incliné hacia él, sintiendo el calor que había echado de menos todos estos años.
"Todo este tiempo", susurré, con voz temblorosa, "creía que no te importaba".
Chad suspiró, con voz suave. "Yo pensaba lo mismo de ti".
Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
Durante un momento, permanecimos en silencio, abrazados, dejando que el peso del pasado se desvaneciera lentamente.
"No podemos cambiar el pasado", dijo Chad, con voz tranquila, "pero podemos decidir lo que pasa ahora".
Levanté la vista hacia él, enjugándome las lágrimas con una pequeña sonrisa. "Tienes razón".
Pasamos el resto de la noche sentados en aquel banco familiar, hablando y riendo. Habíamos perdido mucho tiempo, pero tenía la esperanza de que no perderíamos más.
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