Qué le ocurrió a esta cantante de country que conoció a su amor a los 14 años y sobrevivió a una lesión cerebral - Su historia y transformación
Como niña prodigio de la guitarra de acero, deslumbró al público antes de su adolescencia y más tarde llegó a dominar las listas de éxitos de música country. Su talento abarcó varios géneros y le valió elogios tanto en la televisión como en la música. Pero detrás de todos esos galardones se esconde una historia de resiliencia, forjada por un accidente casi mortal y el firme apoyo de su familia.
Esta célebre artista se convirtió en un nombre familiar con su mezcla única de música country y éxito televisivo. Su carrera estuvo marcada por canciones en las listas de éxitos, innovadores programas de variedades y una serie de prestigiosos premios.
La música country, hacia 1970 | Fuente: Getty Images
Cuando se alejó de los focos, había consolidado su legado como pionera de la industria. Sin embargo, su carrera se vio interrumpida por un devastador accidente de automóvil que la dejó con lesiones que le cambiaron la vida. He aquí la historia de su vida.
La música, hacia 1970 | Fuente: Getty Images
De prodigio a superestrella: Una carrera pionera
Su viaje al estrellato empezó pronto, ya que demostró un talento extraordinario con la guitarra de acero, lo que le valió el título de niña prodigio a los 11 años. Actuando junto a su banda familiar, se hizo famosa por dominar varios instrumentos, como el acordeón y el banjo.
A finales de los 70 y principios de los 80, se había convertido en una potencia de la música country, con éxitos como "Sleeping Single in a Double Bed" e "In Times Like These".
La cantante y actriz posa para un retrato en 1982 | Fuente: Getty Images
Su atractivo crossover la llevó a millones de hogares a través del programa de variedades "Barbara Mandrell and the Mandrell Sisters", que se convirtió en uno de los favoritos de los fans.
Hizo historia al ganar el codiciado galardón de Artista del Año de la Asociación de Música Country durante años consecutivos y al recibir numerosos premios de los People's Choice Awards.
La cantante fotografiada en los 15º Premios Anuales de la Asociación de Música Country el 12 de octubre de 1981 | Fuente: Getty Images
Su capacidad para tender puentes entre el country y el gran público la convirtió en una de las figuras más célebres de su época. Pero justo cuando su carrera alcanzaba nuevas cotas, una tragedia imprevista alteraría el curso de su vida para siempre.
La cantante de country, hacia 1981 | Fuente: Getty Images
Una colisión catastrófica que redefinió su vida
El 11 de septiembre de 1984, su mundo dio un vuelco a causa de un devastador accidente de automóvil. Mientras conducía con sus dos hijos, su vehículo fue embestido frontalmente por otro automóvil que se desvió sobre la línea central.
La colisión se cobró la vida del conductor del otro coche, de 19 años, y la dejó a ella y a sus hijos con heridas graves. Ella sufrió fractura de pierna, conmoción cerebral y cortes graves, por lo que tuvo que ser operada para estabilizar su estado.
Su hijo de 14 años sufrió cortes y fue hospitalizado, mientras que su hija de 8 años fue tratada y dada de alta. Los profesionales médicos del lugar del accidente y del hospital describieron posteriormente la supervivencia de la familia como milagrosa.
Al reflexionar sobre el accidente, señaló: "Todos dijeron que habríamos muerto. De ninguna manera habríamos podido sobrevivir aquello". Su camino hacia la recuperación fue largo y agotador. Además de las lesiones físicas, el traumatismo cerebral que sufrió le planteó problemas que afectaron a su personalidad y a su función cognitiva.
A veces se refería a sí misma en tercera persona, explicando: "Era ella... Deberías haberle preguntado a ella. No puedo hacerlo yo". El coste emocional para su familia fue igualmente profundo, ya que se unieron a ella durante este difícil periodo. "Fue muy difícil para toda mi familia, no solo para mí", dijo.
Durante el proceso de curación, su familia creció. Un año después del accidente, dio a luz a su tercer hijo. Al principio se sintió abrumada por la idea de cuidar de otro bebé mientras se recuperaba, pero lo describió como un milagro.
La cantante fotografiada en 1985 | Fuente: Getty Images
"Rezamos y rezamos en aquel hospital porque no nos podían hacer [una] ecografía hasta la mañana siguiente. Tuvimos que pasar toda la noche pensando que nuestro bebé había muerto. Cuando Dios nos lo mostró, no estaba muerto, se estaba chupando el dedo. Dios lo tenía sano y salvo", recordó.
Mientras se enfrentaba a los retos de la recuperación, el apoyo inquebrantable de su familia se convirtió en su ancla, guiándola a través de uno de los periodos más difíciles de su vida.
La cantante asiste a una fiesta el 28 de febrero de 1986 | Fuente: Getty Images
El poder del amor y la fe en la recuperación
Durante los meses de dolorosa recuperación, su familia se convirtió en su mayor fuente de fortaleza. Su marido y sus padres le proporcionaron un apoyo inquebrantable durante sus luchas físicas y emocionales. Su fe y su ánimo le dieron la determinación para perseverar a pesar de los inmensos desafíos.
La cantante durante el acto benéfico del 10º aniversario de los Centros de Rehabilitación Patricia Neal en Nueva York, el 8 de octubre de 1987 | Fuente: Getty Images
La dedicación de su marido fue un recordatorio constante de su duradero vínculo. Se habían conocido cuando ella tenía solo 14 años, y su amor había resistido las presiones tanto de la fama como de la tragedia personal.
Reflexionando sobre su relación, atribuyó a su fe la base de su matrimonio de 57 años. "Somos como otras parejas... pero un matrimonio somos tres [mi marido, yo y Dios]", explicó. Su padre también desempeñó un papel fundamental en su recuperación, instándola a decidir su futuro.
La cantante de country asiste a la 17ª edición de los American Music Awards en 1990 | Fuente: Getty Images
"Cuando estés preparada para retirarte, entonces te retiras... pero no dejes que algo así dicte lo que haces", le aconsejó. Con su familia a su lado, encontró fuerzas no solo para curarse, sino también para reflexionar sobre lo que más le importaba en la vida.
Una valiente decisión de alejarse
A pesar de recuperar la salud y volver a los escenarios, empezó a sentir una atracción hacia una vida diferente. A mediados de los noventa, tras décadas de trabajo incesante e innumerables galardones, decidió retirarse de los focos.
La cantante actúa durante la 'Legend to Legend Night' el 26 de octubre de 1993 | Fuente: Getty Images
La decisión, según ella, estuvo guiada por la fe y por profundas discusiones con su marido. "Ken y yo rezamos y hablamos sobre ello", dijo. "Dios me dio la respuesta: fue muy rápida y dio en el clavo".
Con solo 48 años, abandonó su carrera y decidió dar prioridad a la familia y a una existencia más tranquila. La jubilación le permitió centrarse en placeres sencillos como la jardinería, la acampada y pasar tiempo con sus seres queridos.
La cantante y actriz en la 22ª edición de los American Music Awards en 1995 | Fuente: Getty Images
Reflexionando sobre su elección, no se arrepiente de nada: "Lo he disfrutado mucho, y los fans son los que me han dado la oportunidad de, tras casi 40 años de trabajo, ser una persona normal".
Su transición de una carrera de alto perfil a una vida familiar serena marcó un nuevo capítulo, en el que abrazó la paz y la plenitud lejos de la mirada pública.
La cantante con su marido en la 13ª edición de los People's Choice Awards en Santa Mónica, California, el 15 de marzo de 1987 | Fuente: Getty Images
Encontrar la alegría en las cosas sencillas
Cuando se jubiló, Barbara Mandrell, de 76 años, se dedicó a los placeres tranquilos que antes su carrera le impedía disfrutar. La jardinería se convirtió en una nueva pasión, que le ofrecía una actividad serena y enraizadora.
Barbara Mandrell posa en la sala de prensa de los 43º Premios Anuales de la CMA en Nashville, Tennessee, el 11 de noviembre de 2009 | Fuente: Getty Images
"Cuando me jubilé, empecé a trabajar en el jardín. Me encantó", dijo Mandrell, reflexionando sobre cómo le permitía conectar con la naturaleza y disfrutar de un ritmo de vida más lento. Acampar, una apreciada tradición familiar, también se convirtió en una escapada frecuente, que le permitía crear nuevos recuerdos con sus seres queridos.
El amor de Mandrell por los animales añadía calidez a su rutina diaria. Adoraba a sus dos Maltipoos, Molly May y Lucy Lou, y solía pasear con ellas por el barrio.
Barbara Mandrell en el estreno de "The Blind Side" en Nashville, Tennessee, el 12 de noviembre de 2009 | Fuente: Getty Images
"Cogía a mis dos perritas y las ponía en su cochecito de bebé", decía Mandrell riendo, describiendo la alegría que le producían. "Son mitad malteses y mitad caniche, ¡y son tan lindas!".
La televisión se convirtió en otra fuente de diversión. Ya fuera viéndola o simplemente dejándola encendida como consuelo de fondo, Mandrell encontraba placer en ver sus programas favoritos, desde "Blue Bloods" a "Life Below Zero: The Next Generation".
Barbara Mandrell fotografiada en Nashville, Tennessee, el 30 de octubre de 2022 | Fuente: Getty Images
Estas sencillas alegrías se convirtieron en la piedra angular de la vida de Mandrell tras su jubilación, reflejando su gratitud por la paz y la libertad que se había ganado tras décadas de duro trabajo.
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