Esta niña creció en la pobreza con 5 hermanos, rodeada de ratas y sin electricidad - Hoy es una famosa estrella de la televisión

La única foto que se conserva de su infancia es en la guardería, una imagen solemne de una niña que, incluso a esa temprana edad, comprendía lo que significaba tener menos que los demás. Hoy no sólo es una actriz célebre, sino también una voz para quienes comparten sus difíciles comienzos.

Su infancia estuvo marcada por las privaciones y las penurias. Con sus padres sobreviviendo a duras penas con trabajos estables y en fábricas, la familia de ocho miembros dependía de los vales de comida, que a menudo se agotaban antes de que acabara el mes. El hambre era una compañera constante, y los almuerzos escolares eran sus únicas comidas fiables.

Su casa estaba plagada de inviernos duros, tuberías congeladas y ratas que pululaban por la noche. A pesar de estas condiciones, se negó a dejar que su entorno determinara su futuro. En su lugar, alimentó el sueño de liberarse, utilizando la educación y la creatividad para impulsar su viaje hacia un mañana mejor.

Una infancia de dificultades inimaginables

Nació hace 59 años en una choza de una sola habitación en la granja de su abuela en Carolina del Sur, una propiedad que había sido una plantación. Su familia se trasladó a Central Falls, Rhode Island, con la esperanza de una vida mejor, pero la pobreza les persiguió.

Vivían en un edificio en ruinas, sin cañerías, sin calefacción en invierno y con una plaga constante de ratas. La inseguridad alimentaria definió gran parte de su infancia. Cuando se acababan los cupones de alimentos, ella y sus hermanos rebuscaban comida en los contenedores de basura o robaban en las tiendas.

A los nueve años la pillaron robando, y la vergüenza la acompañó durante años. "El dueño de la tienda me gritó que me fuera, mirándome como si no fuera nada", recuerda. Durante años, el almuerzo escolar fue a menudo su única comida fiable.

Las ratas eran otra cruda realidad de su infancia. Mordisqueaban los juguetes y a veces saltaban a las camas por la noche. Para protegerse, ella y sus hermanos se ataban trapos al cuello mientras dormían.

En medio de los incesantes desafíos, soñaba con una vida en la que se le viera, se le valorara y dejara de estar definida por la pobreza. Su escuela le ofreció la estructura y la esperanza que necesitaba para soñar más allá de sus circunstancias.

Resiliencia mediante la educación y el rendimiento

A pesar de las dificultades en casa, la escuela se convirtió en un refugio para ella. Sobresalió académicamente y encontró alegría en las actividades extraescolares. Ella y sus hermanos rara vez faltaban a clase, y se sumergían en los deportes, el teatro y la música para escapar de la dura realidad de su vida familiar.

Su pasión por la interpretación empezó a los siete años, cuando ella y sus hermanas se presentaron a un concurso local de talentos. Escribieron sketches, crearon disfraces improvisados y actuaron con entusiasmo. Ingresó en el programa Upward Bound, que preparaba para la universidad a estudiantes de familias con bajos ingresos.

Además, consiguió una beca para el Rhode Island College, donde se especializó en teatro. Uno de sus profesores vio en ella un potencial extraordinario, y más tarde declaró que "tenía un talento que no se da muy a menudo".

Después de la universidad, se presentó a una audición para Juilliard, una de las escuelas de artes escénicas más prestigiosas del mundo. De entre 2.500 aspirantes, consiguió una de las 14 codiciadas plazas. Su admisión en Juilliard marcó un punto de inflexión en su vida y preparó el terreno para su ascenso al estrellato.

Del escenario al estrellato

Su estancia en Juilliard perfeccionó su arte y la preparó para la competitiva industria del espectáculo. Tras licenciarse, empezó a trabajar en el teatro y pronto se hizo un nombre.

A los 29 años, obtuvo su primera nominación a los premios Tony por su interpretación en la obra de August Wilson "Seven Guitars". Describió la noche del estreno como un momento decisivo: "Mi madre y mi padre estaban entre el público, y mi padre lloró. Pensé: 'He llegado. Esto es'".

Su talento y dedicación llamaron la atención de Hollywood. Pasó al cine y la televisión, interpretando papeles aclamados por la crítica que la conectaron con el público. En 2008, obtuvo su primera nominación al Oscar por su papel en "Doubt".

Le siguió su poderosa interpretación en "The Help" (2011), que le valió otra nominación. En 2015, rompió barreras al convertirse en la primera mujer negra en ganar el Emmy a la Actriz Principal Destacada en una Serie Dramática por su papel en "How to Get Away with Murder".

Más tarde ganó un Oscar por su papel en "Fences" (2016), consolidando su estatus como una de las actrices más respetadas de su generación. Aunque sus logros en el teatro y la pantalla fueron revolucionarios, utilizó su plataforma para algo más que actuar.

Utilizar su voz para el cambio

Su éxito en Hollywood ha permitido a Viola Davis arrojar luz sobre las mismas luchas que sufrió durante su infancia. Se ha convertido en una apasionada defensora de la lucha contra el hambre y la pobreza infantiles.

A través de su trabajo en la campaña "Hunger Is" ayudó a recaudar más de 4,5 millones de dólares para garantizar que los niños tengan acceso a comidas nutritivas. "Este es el país más rico del mundo", afirma. "No hay motivo para que los niños vayan a la escuela con hambre".

Davis también se ha sincerado sobre las cicatrices emocionales que le dejó su educación. En sus memorias, "Finding Me", ahonda en la vergüenza y el trauma que le causaron aquellos primeros años. "Lo que sentí fue una ausencia total de amor", explicó. "Para sentir amor, tienes que tener las conversaciones difíciles".

Escribir el libro, dijo, fue su forma de reivindicar su historia y negarse a suprimir su verdad. Su defensa ha tenido un impacto significativo, sobre todo en su ciudad natal, Central Falls, Rhode Island.

Hugh Minor, portavoz del Banco Comunitario de Alimentos de Rhode Island, elogió sus esfuerzos y afirmó: "Es muy poderoso que Viola Davis diga: 'El hambre me afectó, y a mucha gente le sigue afectando'. Es realmente un llamamiento a la gente para que haga algo".

Mientras Davis sigue rompiendo barreras e inspirando el cambio, también ha conseguido lo que antes parecía imposible: una vida llena de estabilidad, amor y plenitud.

Un momento que cierra el círculo

Davis no sólo ha logrado el éxito profesional, sino también la vida personal que una vez soñó. Hoy está casada con el actor y productor Julius Tennon, y juntos han adoptado a su hija, Genesis.

"Puedes ser una mala actriz […] pero no puedes ser una mala madre", dijo, reflexionando sobre la alegría y la responsabilidad de la maternidad. En 2020, cuando cumplió 55 años, Davis compró la destartalada casa de Carolina del Sur donde nació.

Compartiendo una foto de ella en Instagram, escribió: "La de arriba es la casa donde nací el 11 de agosto de 1965. Es el lugar donde nació mi historia. Hoy, a mis 55 años de vida... La poseo... toda".

También ha hablado de la niña que una vez fue y de cómo su éxito es una forma de curar a esa niña. "Es la niña que me sigue todo el tiempo", ha dicho. "Siempre siento que tengo que volver y curarla".

De vivir en un edificio en ruinas con ratas a sentarse en su jacuzzi y abrir su frigorífico Sub-Zero,Viola Davis reconoce su trayectoria con profunda gratitud.

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