La Guardia Civil reveló nuevos detalles de la “Operación Nemo” y el asesinato del pequeño Gabriel

Así fue la investigación del caso que conmovió a España.

De acuerdo a lo reseñado por Viralistas el 15 de marzo de 2018, el duro desenlace de la desaparición de Gabriel Cruz, hizo que una nación clamara justicia por el asesinato de un niño inocente .

Aunque la Guardia Civil siempre mantuvo la esperanza de hallar con vida al pequeño de 8 años, el hallazgo de su cuerpo en el maletero del vehículo de su madrastra, conmocionó no solo a la opinión pública, sino a los profesionales.

Tras la desaparición de Gabriel el 27 de febrero de 2018, se dio inicio a la búsqueda coordinada más grande de la nación española hasta la fecha, bajo el nombre de Operación Nemo.

El nombre fue colocado en honor a la afición que tenía el niño por los peces, e implicó la participación de 2.000 profesionales y 3.000 voluntarios que de forma altruista pidieron permiso o perdieron días en sus trabajos, para sumarse a la búsqueda.

Ana Julia Quezada, pareja del padre del pequeño, fue la autora del vil asesinato, y desde el inicio de la búsqueda se convirtió en la sospechosa principal por las inconsistencias y contradicciones en su relato.

El jueves 15 de marzo, el Teniente Coronel Jefe Accidental de la Comandancia de la Guardia Civil de Almería, José Hernández Mosquera, y el Comandante de la UCO, Juan Jesús Reina, dieron una rueda de prensa en la que relataron con detalle cómo se llevó a cabo la Operación Nemo.

El pasado 27 de febrero, Gabriel salió de la casa de su abuela en Las Hortichuelas a la casa de sus primos a las 15:30 horas, dos horas y media después la abuela al ver que no regresaba a merendar como era costumbre, preguntó por él y le dijeron que no estaba ahí.

Empezaron la búsqueda con apoyo de los vecinos, llamaron a los padres y se unieron a los intentos para localizar a Gabriel.

Cuando eran las 20:30 alertaron a la Guardia Civil, y al 112, y coordinaron las labores de búsqueda que los agentes calificaron como “La mayor búsqueda coordinada de un desaparecido”, afirmó Hernández.

El dispositivo de búsqueda duró 12 días y se rastrearon más de 625 kilómetros y 500 puntos incluyendo pozos y aljibes.

El Capitán de la Policía Judicial de Almería viajó a Las Hortichuelas para reunir los primeros indicios investigando el entorno físico y familiar de Gabriel.

En el transcurso de la investigación, se descubrió que hay un hombre con una orden de alejamiento de la madre, cuyo dispositivo electrónico fue alterado para el momento de la desaparición del menor.

Pero luego de profundizar en el hecho, se percataron de que el hecho no estaba relacionado con la desaparición del menor.

El 03 de marzo, Ana Julia halló la camiseta que usaba Gabriel al momento de su desaparición, por lo que la hipótesis de su implicación cobró más importancia.

“La encuentra a unos 4 kilómetros de Las Hortichuelas, tiene que pasar un terreno, llegar a Las Negras y bajar a un barranco”, señaló el agente.

“Hay que resaltar que ella le da la instrucción a Ángel de buscar en esa zona, aunque fue ella quien realizó el hallazgo, ya que aunque Ángel estaba cerca, no fue él quien la encontró”, continuó el Teniente Coronel.

“La familia reconoció la prenda como una camiseta de Gabriel, y tras el análisis, se corroboró la presencia de su ADN”.

“Lo de la camiseta es un guiño a Ángel, decía que le quería y así le daba esperanzas”, dijo el Teniente Coronel.

También pensaría Ana que los investigadores podrían centrar la búsqueda en esa área, una zona cercana al domicilio de una expareja suya.

“Es sometida a un seguimiento y vigilancia durante varios días, llegó incluso a desplazarse al cortijo de Rodalquilar donde enterró a Gabriel, pero siempre iba acompañada de familiares que ya habían inspeccionado la finca y la vivienda de la finca.

Cabe señalar que la Guardia Civil no revisó los mencionados lugares buscando el cuerpo de Gabriel, ya que siempre creyeron que se encontraba con vida y que permanecía recluído en algún lugar.

“Es durante estos seguimientos cuando nos percatamos de que la prensa estaba ejerciendo presión sobre Ana y que incluso estaban empezando a entorpecer la investigación”.

Para evitar que el foco se centrara en Ana, los agentes se vieron en la obligación de cambiar la estrategia, hasta que el día 11 de marzo salió sola y fue hasta la vivienda de Rodalquilar.

Al estar totalmente vigilada, la guardia civil vio cómo sacó tablones y piedras del jardín para luego desenterrar un cuerpo menudo, que encajaba con la contextura de Gabriel, y colocarlo en el maletero de su vehículo.

“Iba en dirección hacia Almería, y al llegar a Vícar el equipo de investigación la detuvo para revisar la maleta, hallando el cuerpo semidesnudo de Gabriel, envuelto en una manta y en aparentemente buen estado”, afirmaron.

La autopsia confirmó que el fallecimiento de Gabriel fue el mismo 27 de febrero por asfixia.

Mientras Ana Julia estaba detenida en los calabozos de la Comandancia de Almería confesó delante del abogado ser autora de los hechos.

“Nos aporta que había arrojado la ropa de Gabriel en un contenedor de vidrio en Retamas, inspeccionamos y la encontramos, a excepción de la camiseta”. En esa confesión, Ana Julia asegura que el niño la insultó.

Sobre esto, el comandante de la UCO Juan Jesús Reina, afirmó: “Gabriel en ningún momento pudo hacer esos comentarios que ella dice, estaba educado en el amor y el respeto”.

Aseguró que las pruebas van a permitir esclarecer cómo sucedieron los hechos, dijo que, aunque Ana y Gabriel son los únicos en saber qué ocurrió tienen la certeza de que él era un niño bueno.

“Tenemos nuestra hipótesis de cómo se llevó al niño”. No ofrecieron detalles sobre la motivación de Ana para cometer el crimen, pero se presume que pudo haber sido por celos, ya que Gabriel era lo más importante en la vida de Ángel.

Desde la desaparición, la familia notó un comportamiento muy extraño en ella, sobre todo cuando planteó ofrecer una alta recompensa por el rescate del niño.

Los comentarios que hacía Ana Julia ante los medios de comunicación y a la familia asegurando que Gabriel iba a aparecer fortalecían la hipótesis de que estaba vivo.

“Durante toda la investigación acumulamos incongruencias y movimientos extraños como lo sucedido con la camiseta, que fue determinante porque ocurrió en una zona donde ya habíamos buscado, pero al que ella propone ir”.

“Queríamos que cometiera el último error y lo hizo en la mañana del domingo. Aunque esperábamos que nos llevara a una habitación donde estuviera Gabriel con vida, nos condujo a su cuerpo”.

“Cuando vimos que Gabriel no estaba con vida, fue el momento más duro de nuestra carrera profesional. Quien no lloró allí, lo hizo en otro momento. Es que somos humanos”, aseguró el Comandante.