Mamá quedó llena de culpa cuando su bebita muere durante un parto en casa
Aimee Green y Ryan Conroy esperaban ansiosamente la llegada de su primer hijo juntos.
La pareja de Cornwall, Inglaterra, se había estado preparando para el nacimiento de su bebé Luna por meses, y decidió tener un parto en casa, sin embargo; las cosas no salieron como esperaban. Liftable tiene la historia.
Finalmente llegó el día, y durante todo el trabajo de 11 horas, a su bebé le estaba yendo bien. Cuatro parteras estuvieron presentes para ayudar, pero durante el último empujón, Aimee supo que algo estaba muy mal.
El cordón umbilical de Luna era más corto de lo normal, y en los momentos finales del nacimiento, se rompió.
"Ella falleció allí. Ella nunca lloró, abrió los ojos ni nada. Era una bebé perfecta y sana. No pasó nada hasta el último empujón", dijo Amiee. "Sentí que estaba atrapada como en una cuerda elástica... y el cable se rompió. Toda la sangre de Luna se perdió. No podían revivirla".
Aimee, Luna y Ryan corrieron al hospital, pero trágicamente, no había nada que los doctores pudieran hacer para salvar al bebé. El personal del hospital realizó pruebas del cordón umbilical y la placenta. Estas pruebas confirmaron que incluso si la pequeña Luna hubiera nacido en el hospital, su muerte no se podría haber evitado.
"Dijeron que no hubieran podido realizar una cesárea a tiempo para salvarla antes del parto porque no había signos de que algo estuviera mal".
Mientras los doctores aseguraban a la pareja que la muerte de Luna no era su responsabilidad, Aimee no pudo evitar sentir una inmensa culpa. Con sus pensamientos corriendo un millón de millas por segundo, Aimee se culpó a sí misma por todo. Pero lentamente, cuando comenzó a recuperarse, comenzó a ver cuán especial había sido su bebé.
"Durante los últimos tres meses hemos aprendido que Luna nació en este mundo loco para marcar la diferencia e impactar las vidas de las personas. Los recuerdos, el dinero y el tiempo han sido cruciales en nuestro proceso de recuperación y es importante que todas las familias en duelo tengan acceso a estos".
Y a medida que continúan el duelo, Aimee y Ryan han comenzado una nueva organización benéfica para beneficiar a las familias de los bebés que nacen muertos.
"Me gustaría que las madres sepan que soy una minoría absoluta", dijo Aimee. "Si Luna estuviera aquí, también estaría entusiasmada con todos mis amigos, familiares y todas las plataformas de medios sociales sobre lo increíble que fue el nacimiento en el hogar. Es el estado tranquilo y natural que también había imaginado".
Nuestros corazones están con Aimee y Ryan mientras continúan lamentando la pérdida de Luna y convirtiéndose en una voz para familias como la suya.