Hombre está sentado llorando en un bar con un vaso. De repente, aparece un ciclista y bebe su bebida
Devastado y decepcionado de la vida, se fue a un bar, y cuando creía que iba a acabar con su sufrimiento, llegó otro que tomó su turno.
Este relato cuenta la experiencia de un hombre que en su peor momento decide acabar con su vida, pero inesperadamente algo sucedió y parece que le acercó la muerte al hombre que se tomó su bebida.
Se trata de una historia ficticia, pero aleccionadora, sobre todo por eso de que hay que respetar a los demás. Ser bravucón no te hace más fuerte. Eres igual de vulnerable que cualquier otro ser humano.
Todo comenzó cuando el protagonista de este relato inició el día con mal pie y después todo fue empeorando.
"Allí estaba sentado en el bar mirando mi bebida cuando un ciclista grande y problemático se acercó a mí, tomó mi bebida y la tragó de un golpe".
El bravucón le dice con tono amenazante al hombre en el bar: "Bueno, ¿qué vas a hacer al respecto?" Y el sujeto de inmediato comenzó a llorar.
"Vamos, hombre", dice el ciclista, "No pensé que llorarías. No puedo soportar ver a un hombre llorando".
Acto seguido, el hombre en el bar le dijo al ciclita: "Este es el peor día de mi vida (...) Soy un completo fracaso. Llegué tarde a una reunión de trabajo y mi jefe me despidió; cuando fui al estacionamiento, encontré que mi auto había sido robado y no tengo seguro, además dejé mi billetera en el taxi que me llevó a casa".
"Para completar, cuando llegué a casa encontré a mi mujer en la cama con el jardinero y luego mi perro me mordió".
"Así que vine a este bar para reunir el coraje suficiente para poner fin a todo, compré una bebida, dejé caer una cápsula en el vaso y me senté aquí a ver cómo se disolvía el veneno, y luego tú, idiota, te apareces y te la bebes. Pero ya hable suficiente de mí, ¿cómo va tu día?".