Reportan que la reina Isabel dijo unas insultantes palabras a Camilla tras unos cuantos martinis
El desdén de la reina Isabel por la duquesa de Cornualles ha sido descrito como una "guerra fría".
Tom Bower lo revela todo en su nuevo libro. ‘Príncipe Rebelde: El poder, la pasión y el desafío del Príncipe Carlos’ se lanzará el 22 de marzo de 2018. Se han publicado extractos en varios sitios web.
Según lo informado por E News Online, el príncipe Carlos se enfrentó a su madre sobre su hostilidad hacia Camilla, en "una noche de alcohol en el Castillo Balmoral en el verano de 1998".
Fue un año después de la muerte de la Princesa Diana, y seis años después del divorcio del Príncipe Carlos. Él y Camilla todavía tenían que encontrarse en secreto porque la Reina no aprobaba su relación.
Imagen tomada de: Getty Images/GlobalImagesUkraine
Carlos estaba cansado de ocultarlo y quería “vivir abiertamente con Camilla”. Desafortunadamente, el príncipe eligió una velada en la que la Reina ya “había bebido varios martinis”.
Ella dejó en claro que no condonó su adulterio y agregó que no podía perdonar a Camilla por arruinar su matrimonio con la princesa Diana.
La reina creía que el matrimonio del príncipe Carlos con la princesa Diana podría haberse recuperado si Camilla se hubiera apartado de su vida. Ella continuó diciendo que estaba enojada porque su hijo mintió sobre su relación.
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La reina Isabel se refirió a Camilla como "esa mujer perversa" y dijo que no quería tener nada que ver con ella.
El antagonismo hacia Camilla duró años e incluso se manifestó en el día de su boda en 2005. El público asumió que la Reina aprobó el matrimonio porque asistió a la ceremonia. Sin embargo, de acuerdo con los cortesanos y delegados que estuvieron presentes, la reina se negó a hablar con Camilla y al principio no quería posar para una foto.
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Cuando Carlos insistió en que ella se uniera a la fiesta de bodas para una foto, un cortesano notó que la reina posó con la feliz pareja durante exactamente 52 segundos antes de irse sin decir una palabra.
Más tarde, la monarca anunció que su hijo había llegado sano y salvo a su casa “con la mujer que amaba”. Los huéspedes astutos notaron que ella no se dirigió a Camilla por su nombre.