Sepultan a uno de los jóvenes asesinados de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México
Personas con los ojos llenos de lágrimas y tristeza lamentan la terrible partida de uno de los jóvenes asesinados en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.
A medida que uno de los sobrevivientes, Sergio, lucha en contra de la muerte mientras está internado en el Hospital General de Ticomán, Adela Sarmiento, su madre, asiste al entierro de su otro hijo, Héctor.
Son sus únicos dos hijos, ella es madre soltera, y no cuenta con apoyo económico para los gastos que se le vienen. Se sabe que logró pagar el funeral y entierro de Hector gracias a varias donaciones que recibió de familiares y la comunidad.
Según el sitio web Debate, todavía se desconoce cuál fue el móvil del asesinato de tres jóvenes, ataque que llevó a que uno más se encuentre grave en un nosocomio.
Al panteón de San Isidro en Azcapotzalco llegaban jóvenes y adultos que se integraban a la caravana fúnebre de la familia Sarmiento. Unos permanecían con la vista al suelo, y otros se preguntaban cuándo llegaría el cuerpo del muerto junto a su familia.
Fue a las 3:15 p.m. que el cuerpo sin vida de Héctor llegó al lugar, acompañado de la madre, quién estaba notablemente afectada. No parecía entender por qué pasó lo que pasó.
El martes pasado se suscitó un tiroteo en la UACM, dejando un saldo de 3 muertos y 1 herido. Entre ellos, los dos jóvenes hijos de Adela, una mujer de bajos recursos que ha sacrificado todo para mantener a sus muchachos con lo necesario.
Asimismo, estudiantes exigieron en la Rectoría de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, el esclarecimiento de los homicidios y la liberación de Carlos Esquivel, detenido en el lugar de los hechos y quien fue liberado ayer por la noche.
“A la gente y a las autoridades, yo les pido que no me abandonen, ¡por favor! ¡Esto no puede ser! No puedo perder a mis hijos de la noche a la mañana. Estoy muy preocupada porque el otro está muy grave y yo soy muy pobre, no puedo hacer nada", suplicó Sarmiento, madre de los estudiantes afectados.
Entre llantos y lamentos, la orgullosa madre habló de los constantes esfuerzos de sus hijos por ser los mejores, y así ayudar a su madre con los gastos del hogar.
"Héctor era muy estudioso, podía quedarse hasta muy noche a terminar sus trabajos. Si tenía que exponer, se quedaba hasta terminar. El otro también, trabajaba como empacador de periódico en las noches, sólo dormía un ratito en la mañana y se iba a la escuela", explicó la mujer.
La familia es originaria de Oaxaca y reside en una casa de Atizapán de Zaragoza. Gracias a donaciones de familiares y otras personas, logró enterrar a su hijo. Espera que su hijo Sergio sobreviva de la cirugía a la que será sometido.