Niño deja hospital 3 años después de que su madre quisiera asesinarlo disparándole en la cabeza
Después de someterse a una cirugía cerebral, simplemente se quedó inmóvil en su cama de hospital.
Todos sabemos que el mundo puede ser un lugar terrible, pero aun sabiéndolo, las palabras a veces fallan cuando se trata de describir ciertas situaciones. Tomemos el caso del niño Joey Slaight, de Montfort, Wisconsin, Estados Unidos.
Según informó Liftable, a principios de 2015, la madre de Joey, Morgan Slaight, una drogadicta, hizo lo impensable: le disparó a él y a su hermano, Jaxon, a quemarropa con un arma de fuego antes de disparar el arma sobre sí misma.
Jaxon murió de inmediato, pero a pesar de recibir un disparo en la cabeza, Joey, de ocho años, de alguna manera sobrevivió. Pero el pronóstico se veía sombrío.
Los profesionales médicos inicialmente pensaron que el chico no lo lograría, y su estimación parecía correcta al principio.
Después de someterse a una cirugía cerebral, simplemente se quedó inmóvil en su cama de hospital.
Seis semanas después, sin embargo, Joey inesperadamente extendió su brazo y tomó la mano de un delegado visitante.
Poco tiempo después, comenzó a cantar una canción para niños, y su recuperación milagrosa continuó desde allí.
"Por lo general, nada bueno viene de tragedias como esa", dijo el sheriff del condado Grant, Nate Dreckman, al Wisconsin State Journal. "Joey representa la esperanza de que puedes sobrevivir y seguir adelante".
Un año después de recibir el disparo, el chico pudo jugar juegos de computadora, completar acertijos, reírse y participar en actividades ambulatorias básicas. Sin embargo, luchó con la comunicación debido a su lesión craneal.
Los médicos tuvieron que pasar por esfuerzos heroicos para llevarlo tan lejos. El neurocirujano Joshua Medow incluso retiró temporalmente una parte del cráneo del niño para reducir la presión de la inflamación de su cerebro.
Sin embargo, ninguno de los expertos creía que hubiera sido capaz de llevar algo como una vida normal. Aun así, parece que puede tener la oportunidad de hacerlo porque finalmente ha sido dado de alta de la rehabilitación después de tres largos años.
"No puedo entender cómo ha logrado hacer lo que está haciendo", dijo la tía de Joey, Andra Muñoz. "Este chico ha peleado, arañado y ha tenido la voluntad para lograr su camino hacia la recuperación”.
"Qué diferencia, y le damos toda la gloria a Jesús. Solo queremos que todos sepan cómo sus oraciones han movido montañas en los últimos tres años", agregó.