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Pequeña ardilla sedienta se volvió viral por beber agua como una persona

Georgimar Coronil
24 sept 2018
15:07

Dos turistas que visitaban el Gran Cañón, se toparon con una peculiar ardilla sedienta y decidieron ofrecerle agua, a pesar de las señales que prohíben alimentar a la vida silvestre en el parque.

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De acuerdo a lo reseñado por El Diario Mexicano, Paul Camps y su novia arribaron al Gran Cañón, el emblemático parque nacional de EE.UU. procedentes de Gloucester, Inglaterra, con el fin de admirar la belleza natural de la zona.

La pareja se preparó para disfrutar del lugar, por lo que su vestimenta, alimentos y bebidas, estuvieron pensadas para soportar y paliar las altas temperaturas de Arizona.

Pero lo que Camps y su novia nunca consideraron, fue que en su recorrido encontrarían a una ardilla visiblemente sedienta y con la suficiente capacidad de hacerse entender.

Aunque en todo el camino existen señalizaciones en las que se prohíbe a los turistas alimentar a los animales silvestres, Camps quiso ser empático con el hermoso e inteligente roedor y ofrecerle agua de su botella.

Paul explicó que la ardilla comenzó a seguirlo y a levantar sus brazos en su dirección, y luego hizo lo mismo con su novia cuando fue esta quien sostuvo la botella entre sus manos.

Sus ojos se movieron con la botella y mi novia notó que estaba potencialmente sedienta, le dijo Camps a 12 News.

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Según reportó 12 News, el hombre ofreció agua al roedor directo de la botella, por lo que este la tomó con sus patas delanteras, y bebió estando de pie, hasta saciar su sed.

La escena fue captada en video por la pareja de Camps, por lo que su particular interacción con la fauna silvestre del Gran Cañón se hizo viral, desatando un gran debate con referencia a lo acertado de la aparentemente inofensiva acción.

Visitantes y guardaparques fueron entrevistados por los medios tras la viralización del mencionado video, y expresaron sus opiniones al respecto.

La Coordinadora de Alcance Comunitario con el Parque Nacional del Gran Cañón, Vanessa Ceja-Cervantes estuvo de acuerdo en que la ardilla se veía linda, pero afirmó que este tipo de acciones son muy perjudiciales para la vida silvestre.

“Pierden ese instinto natural y luego se vuelven dependientes del visitante para obtener comida y agua", explicó a la fuente.

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