Niña de 9 años va a rehabilitación porque se orinó en la ropa por su adicción al videojuego
Los juegos de video se han convertido en una nueva droga, tan adictiva que está creando serios problemas en niños, jóvenes y adultos.
Daily Mail reportó el caso de una niña de 9 años que fue ingresada a rehabilitación, luego de volverse tan adicta a un videojuego que se orinó en la ropa para evitar moverse y golpeó a su padre cuando él trató de detener su juego.
Según el sitio web, la alumna de una escuela primaria se obsesionó con Fortnite, un juego que ha sido descargado más de 40 millones de veces desde su lanzamiento en julio pasado.
La página informó que la pequeña jugaba secretamente durante la noche y ni siquiera se levantaba para usar el inodoro porque no podía alejarse de la pantalla.
Imagen tomada de: Youtube/FoxNewsTV
La niña, que ahora está en terapia para combatir su adicción, jugaba hasta 10 horas por noche y agotada, se quedaba dormida en la escuela.
Incluso agredió a su padre cuando trató de confiscar su consola de juegos Xbox, refirió la página de noticias.
La madre de la niña le dijo The Sunday People que ellos no tenían idea, cuando le dejáaban jugar, de la naturaleza adictiva o el impacto que podría tener en su salud mental.
Dijo que su esposo vio la luz de su cuarto encendida en la noche y la encontró jugando sentada sobre un cojín empapado de orina. Estaba tan ‘enganchada’ que ni siquiera iba al baño.
Ellos le compraron la Xbox en enero y ella descargó Fornite. A los dos meses comenzaron a preocuparse por su comportamiento, después de que la directora les hablara sobre sus malas calificaciones y de que se dormía durante las lecciones.
Además, la niña pasó de ser una entusiasta deportista a decir que estaba demasiado cansada para hacer clases de gimnasia o ballet. Incluso, evitó ir a la iglesia el domingo con su familia.
Sus padres también notaron que montos de más de 50 libras al mes estaban siendo cargados por Microsoft a su tarjeta de crédito.
Cuando confrontaron a su hija al respecto, ella dijo que había pagado extras en el juego Fortnite, pues estas compras ayudan a aumentar el rendimiento. Entonces intentaron confiscar la Xbox, pero ella arremetió contra su padre.
Fue después de que su padre la descubriera sentada sobre un cojín empapado de orina, cuando la niña se enteró de su adicción.
Lloró confesando que se había levantado en mitad de la noche mientras dormían, a veces jugando hasta las 5 de la madrugada.
En un último intento de ayudar a su hija, sus padres se pusieron en contacto con un consejero de adicciones que accedió a proporcionarle sesiones de psicoterapia.
La jovencita ahora está trabajando para recuperar su vida.