Niña autista de 7 años agradece a la amable camarera: "¡Gracias, arreglaste mi hamburguesa con queso!"
Una mujer compartió la experiencia que vivió cuando llevó a su hermanita autista a comer en un restaurante de una localidad de Utah, Estados Unidos.
La historia, publicada el 25 de diciembre de 2015 en la página Love What Matters en Facebook, desde entonces ha tocado miles de corazones.
"Quiero compartir la experiencia que mi esposo, mi hermana autista de 7 años y yo tuvimos hoy en el local de Chili's en Midvale, UT", escribió la mujer.
Contó que cuando la camarera llamada Lauren les dio la bienvenida en su mesa, su hermana pequeña autista, Arianna, no perdió el tiempo y de inmediato pidió una hamburguesa con queso con encurtidos, papas fritas y leche con chocolate.
"¡Bueno! ¡Volveré con tu leche con chocolate!", le dijo la mesera a Arianna.
Sin embargo, cuando llegaron sus alimentos, Arianna no tocó su hamburguesa con queso
La mujer le preguntó a su hermanita: "Arianna, ¿te vas a comer tu hamburguesa con queso?"
"No, no la quiero", respondió Arianna.
"¿Por qué no lo quieres?", preguntó ella.
"Está rota. Necesito otra que esté arreglada", respondió Arianna.
"Entonces me di cuenta de por qué ella no se la estaba comiendo. Era porque estaba cortada por la mitad", escribió.
"Siendo una niña con autismo, ella tiene que tener ciertas cosas en un orden particular todo el tiempo. Un ligero cambio en su rutina puede cambiar el curso del día al instante”.
La mujer decidió pedir otra hamburguesa con queso cuando Lauren volvió para ver cómo estaban.
"Tenía una expresión de preocupación en su rostro, así que le expliqué que Arianna tiene autismo, y que en su mente, debido a que la hamburguesa con queso estaba cortada, ella cree que está rota y no puede comerla", escribió.
Lauren se acercó a Arianna y le dijo: "¿Te traje una hamburguesa con queso rota? ¡Sabes qué, haré que te cocinen una nueva!
El gerente, Bradley Cottermole, también vino a su mesa.
"¡Escuché que te dimos una hamburguesa partida! ¡Lo siento mucho! ¡Te estamos haciendo una nuevo que no está rota, con pepinillos! Te traeré unas papas fritas para masticar mientras esperas, ¿de acuerdo?", le dijo Bradley a Arianna.
Lauren regresó a su mesa un par de minutos más tarde con la nueva hamburguesa con queso.
Arianna dijo: "¡OH GRACIAS! ¡Has arreglado mi hamburguesa con queso!"
"Cuando Lauren se alejó, Arianna se quedó sentada allí por un segundo y miró su nueva hamburguesa. Parecía estar tan sumida en sus pensamientos... Solo mirándola... Luego dejó escapar un gran "¡¡OH te extrañé !!" y comenzó a besar la hamburguesa una y otra vez", escribió la mujer.
"¡Creo que glorificamos demasiado la hamburguesa con queso!", le dijo a Lauren, quien se echó a reír.
"Me conmovió esta experiencia. Especialmente porque conozco personas a las que se les ha pedido que se vayan de los restaurantes cuando su hijo con autismo está causando problemas", explicó la mujer.
Sin duda, una actitud que determinó el tipo de humor que tendrían Arianna y sus allegados en el resto del día.