La foto más discutida en el mundo trajo al fotógrafo no solo gloria sino mucha crítica

Esta foto logró hacerlo famoso, pero no solamente esto fue lo que pudo obtener de esta imagen que captó en 1993 en Sudán.

Kevin Carter explicó en algún tiempo lo que significaba una vida sudanesa. La Voz de la Madre Tierra contó una historia acerca de este periodista, cuando se encontró con una niña que estaba hambrienta, mientras estaba bajo el sol y era atacada por un buitre.

Esta escena que captó este reportero gráfico le trajo mucha fama, mucha crítica acerca de esto y muchas dificultades a su vida. Sin embargo, esta imagen lo hizo ganar un Premio Pulitzer en 1994.

Esta imagen que es realmente aterradora recorrió el mundo entero y hasta fue publicado en el New York Times, sin embargo, muchas personas lo criticaron porque lo consideraron una persona inhumana por capturar un momento que causa tristeza y lastima a las personas que lo ven.

Esta imagen mostraba a una niña que estaba realmente asustada y desganada por la evidente desnutrición que se podía ver, y esta era observada por una ave de rapiña, o un buitre, quien se nota que esperaba pacientemente a ver si contaba con la suerte de que esta niña pueda ser su próxima presa.

El reportero estuvo calmado y quieto esperando a que esta ave se acercara un poco más para poder tomar esta foto, pero después de capturar la imagen el buitre escapó.

Este lugar es exactamente en los puestos de ayuda humanitaria de la Organización de las Naciones Unidas, en donde las familias acudían por algo de comida.

El periodista espantó al animal, y después de mostrar la foto, nunca se imaginó lo que esta fotografía haría en su vida.

Cuando la gráfica se publicó en el New York Times el 26 de marzo de 1993, la reacción de los lectores fue realmente inmediata y no tan positiva como este periodista se imaginaba que sería.

Muchas personas consideraban a Carter como alguien inhumano por hacer de un momento de sufrimiento una imagen. Las personas lo criticaban por el hecho de haber aprovechado el momento para hacer una fotografía, en vez de ayudar a esta pequeña y enferma niña.

Inclusive, los medios tuvieron que poner una publicación que explicaba, según lo que comentaba Carter, que él no intervino en ese momento ya que la niña que está en la imagen tenía las fuerzas necesarias para alejarse del buitre y no ser lastimada.

A pesar de estas explicaciones, las personas lo seguían atacando por el mensaje que puede transmitir esta foto. La mayoría de las personas decían que ese no era un buen momento para hacer de esa escena una foto.

Lo cierto es que, esta foto y todas las críticas que recibió hicieron que este hombre fuera señalado, hasta que en 1994 la gráfica se ganara un Pulitzer.

Pocos meses después de ganar esta premiación, encontraron muerto al fotógrafo. Mientras estaban aclarando la causa de su muerte, muchas especulaciones eran que este había muerto por una enfermedad que había sido contraída por las víctimas del hambre.

Pero, poco tiempo después, descubrieron que Carter se había suicidado. Días antes de su muerte se quejaba porque llegó a creerse él mismo que debía salvar a la niña en vez de capturar el momento, ya que pudo haber ocurrido algo peor si él no la ayudaba.

A pesar de que no podía ayudar a muchos, sabía que no estaba de más auxiliar a una niña que pudo haber estado en peligro.

Según cuenta la historia. Kevin Carter creció en Sudáfrica y fue testigo de miles de sufrimientos a personas que realmente estaban pasando hambre y muchas otras necesidades, y esto le cambió completamente su vida y su forma de pensar.

Carter sintió que su trabajo en medio de tantas tragedias era mostrarle al mundo lo que estas personas realmente estaban viviendo, y documentar aquellas horribles escenas que se vivían en los tiempos del Apertheid, entre muchas otras escenas.

Fue testigo de muchos asesinatos injustos por golpes, puñaladas, disparos, incluso muertes con artículos como collares, entre otros.

Cuando Carter estaba en el momento de la escena del buitre y la niña, se encontraba recorriendo pueblos en donde habitaban personas que estaban pasando hambre.

De hecho, Ken Oosterbroek, su mejor amigo de trabajo, recibió un disparo y murió mientras él recibía el famoso Pulitzer.

La muerte de Carter definitivamente fue un suicidio, siendo que el 27 de julio de 1994 sujetó el extremo de una manguera de tubo de escape de su camioneta y corriendo el otro extremo a la ventana del lado del conductor. Murió envenenado con monóxido de carbono con 33 años, y en la nota de suicidio decía:

“De verdad que lo siento mucho. El dolor de la vida anula la alegría hasta el punto de que no existe. Estoy deprimido, sin teléfono y dinero. Me obsesionan los vívidos recuerdos de asesinatos y cadáveres y rabia y dolor…”, escribió.

El escrito continuó: “... De niños hambrientos o heridos, de locos desencadenantes del caos, a menudo policías de vergudos asesinos… Me voy para unirme con Ken con algo de suerte”.

Carter fue un ejemplo muy claro acerca de lo que significa el sufrimiento de las personas con labores tan difíciles como las de los reporteros, que se encargan de siempre informar al mundo lo que está sucediendo.

Su trabajo dejó una huella en el planeta, ya que se encargó de difundir esta imagen por todo el mundo dando a conocer la situación que se vive en Sudán. Este fue un reportero realmente lleno de coraje y valor que enfrentó muchas situaciones peligrosas para mostrarle al mundo la realidad.