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La desgarradora historia del 13er cumpleaños del Príncipe Harry, el primero sin su madre

Fabricio Ojeda
18 jul 2018
21:10

Cuando Harry cumplió 13 años el 15 de septiembre de 1997, su madre, la princesa Diana, tenía apenas 15 días de haber muerto en un accidente automovilístico.

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A los seis días de la trágica desaparición de su mamá, el príncipe Harry tuvo que cumplir con el cruel protocolo de la realeza británica: caminar junto a su hermano William detrás del ataúd de Lady Di, aunque la herida estaba demasiado fresca.

Veinte años después, en 2017, Harry decidió hablar de ese momento que todavía lo abruma y calificó como el más impactante de su vida, en una entrevista exclusiva con la revista Newsweek.

La princesa Diana falleció el 31 de agosto de 1997, pero según las biografías expuestas sobre esta emblemática mujer, nadie sufrió más su pérdida que sus hijos, en especial Harry, que era solo un niño en ese entonces.

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"Mi madre acababa de morir, y tuve que caminar mucho detrás de su ataúd, rodeado de miles de personas que me miraban mientras millones más lo veían en la televisión. No creo que se deba pedir a ningún niño que haga eso, bajo ninguna circunstancia. No creo que suceda hoy ", dijo a Newsweek con el rostro endurecido.

Este hecho fue filmado, fotografiado, y quedó como una de las imágenes más conmovedoras del duelo en los tiempos modernos, y tal vez una de las más crueles: un príncipe Harry de 12 años, con la cabeza gacha y los puños apretados, marchando en el cortejo fúnebre detrás del ataúd de su madre.

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Él, junto con su hermano mayor, el Príncipe William; su padre, el Príncipe Carlos; su abuelo, el duque de Edimburgo; y su tío materno, Charles Spencer, caminó lentamente por el corazón de Londres el 6 de septiembre de 1997.

Siete días antes, la bella, carismática e impredecible princesa Diana había muerto en un accidente automovilístico en París, cuando tenía 36 años.

El príncipe admite que estaba marcado por ese día, por la muerte de su madre, y estuvo a la deriva durante décadas. Andaba con una pandilla de jóvenes adinerados, fumaba y bebía demasiado.

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También, una vez vistió ropas nazis en una fiesta de disfraces y fue fotografiado en 2012 en una fiesta nudista en Las Vegas, con mujeres con poca ropa. Era el soltero más codiciado del mundo y un dolor de cabeza real.

"Mi búsqueda comenzó cuando tenía veintitantos años. Necesitaba corregir los errores que estaba cometiendo", confesó Harry, quien antes había revelado que que embotellar su dolor por la muerte de su madre lo llevó a dos años de "caos total" y que estaba "muy cerca" de un colapso.

Entonces, cuando tenía 28 años, siguiendo el consejo de William, buscó ayuda profesional.

"Mi madre murió cuando era muy joven. No quería estar en la posición en la que estaba, pero finalmente saqué la cabeza de la arena, comencé a escuchar a la gente y decidí usar mi papel para siempre. Ahora estoy entusiasmado y lleno de energía y amo las cosas de caridad, conociendo gente y haciéndoles reír ", expresó a Newsweek.

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"A veces todavía siento que vivo en una pecera, pero ahora lo manejo mejor. Todavía tengo una mala racha, que disfruto y es como me relaciono con las personas que se metieron en problemas".

Harry recalcó en la entrevista que mantener su "vida ordinaria" es una alta prioridad.

"Mi madre tomó una gran parte en mostrarme una vida normal, que incluía llevarnos a mí y a mi hermano a ver personas sin hogar. Gracias a Dios que no estoy completamente alejado de la realidad”, afirmó.

Agregó que la gente “se sorprendería de la vida ordinaria que William y yo vivimos. Yo hago mis propias compras. A veces, cuando salgo del mostrador de carnes en mi supermercado local, me preocupa que alguien me sorprenda con su teléfono. Pero estoy decidido a llevar una vida relativamente normal, y si tengo la suerte de tener hijos, que también puedan tener una".

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Luego añadió: " Incluso si fuera rey, haría mis propias compras ".

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La determinación de Harry de ser ordinario parece reflejarse en su vida amorosa. Su esposa, Meghan Markle, era una conocida actriz, divorciada, feminista y estadounidense, facetas que ninguna se ajusta al estereotipo de consorte real.

Pero la imagen feliz que mostró al mundo el príncipe durante su matrimonio, contrasta con aquellas en la que se le ve, sumido en el dolor, caminando detrás del féretro de su madre, nueve días antes de cumplir su cumpleaños número 13, el peor de su vida y el primero que vivió sin la presencia constante y amorosa de Diana.

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Y eso lo notó toda la gente que siguió la boda real hace pocas semanas, y así se reflejó en los comentarios en las redes sociales.

“No creo olvidarme jamás de las dolorosas imágenes del príncipe Harry caminando detrás del ataúd de su madre princesa Diana en su cortejo fúnebre. ¡Por eso verlo tan feliz en su boda lo hace aún más especial!”, expresó, como muestra, Cristian Onassis en su cuenta de Twitter.

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