Policía mata a tiros a chico de 20 años con Síndrome de Down, quien portaba pistola de juguete

La policía sueca asesinó a un chico con Síndrome de Down y marcadas limitaciones, cuando este escapó de su casa en Estocolmo, llevando una pistola de juguete.

Según lo reseñado por Expressen, los funcionarios abrieron fuego en contra de la víctima, luego de sentirse amenazados por él, sin percatarse de que el armamento no era real.

Eric Torell, de 20 años, no solo nació con Síndrome de Down, sino que también fue diagnosticado a temprana edad con autismo.

Ambas condiciones limitaron sus capacidades comunicativas y de análisis, por lo que no solo pensaba y actuaba similar a un infante, sino que no era capaz de expresarse verbalmente, según afirmó su madre a los medios de comunicación del país.

Torell escapó de su casa el jueves temprano, tal y como lo había hecho en oportunidades pasadas, por lo que su familia acudió a las autoridades para reportarlo como desaparecido.

Lo único diferente a las veces anteriores, es que el chico llevaba consigo una pistola de juguete que le habían regalado.

De acuerdo a lo publicado por los medios, Katarina Söderberg, madre del adolescente, afirmó que el facsímil había sido obsequiado al joven por un allegado y que hasta el día de su asesinato, el mismo había estado apilado con el resto de sus juguetes.

Su hijo fue asesinado a tiros a las 4 a.m. en el distrito de Vasastan en Estocolmo, debido a su actitud "amenazantemente" frente a la policía.

Testigos del hecho afirmaron haber escuchado disparos, y a los funcionarios gritarle a alguien que tirara su arma y se tumbara en el suelo, para luego dar paso al arribo de más agentes y una ambulancia.

La policía fue llamada al lugar después de recibir informes de que una persona estaba mostrando un arma a los residentes del lugar. Al menos tres policías le dispararon porque se comportó "amenazantemente" al ser abordado, según los informes.

Eric Torell fue declarado muerto por disparos a las 5:45 a.m del día jueves 2 de agosto.

Söderberg en su declaración a los medios, afirmó que tanto ella como su familia se encuentran furiosos por las mentiras emitidas por el departamento de policía, ya que según Katarina, solo buscan justificar el asesinato de su hijo.

La mujer afirma que es absurdo alegar que su hijo tenía una actitud amenazante, ya que sus capacidades, mentalidad y conducta, eran similares a las de un niño de tres años.

La fiscalía ha abierto una investigación para determinar si hubo un mal procedimiento por parte de los agentes policiales, quienes por los momentos tienen prohibido hacer mención a lo ocurrido.