Cajero de supermercado fue grosero con una abuela, pero la mujer resultó ser mucho más fuerte

La historia que Debbie Donivan compartió en Facebook sobre una abuela y un trabajador de un mercado nos enseñó una gran lección sobre la vida.

Debbie comenzó relatando en su post, publicado en 2016, que mientras pagaba sus compras en el supermercado, un cajero de joven edad le sugirió a la señora mucho mayor que debería llevar sus propias bolsas de supermercado, porque las bolsas de plástico no eran buenas para el medio ambiente.

La mujer se disculpó con el joven y aclaró que, en su época, ellos no tenían que ver ni estaban familiarizados con la conservación del ambiente.

El joven empleado respondió: "Ese es nuestro problema en la actualidad. A su generación no le importó lo suficiente como para salvar el medioambiente para las generaciones futuras".

La señora mayor dijo que tenía razón, que la generación de hoy no tiene ese ‘activismo verde’ como el de su época, y luego explicó: “En aquel entonces, devolvíamos las botellas de leche, botellas de refrescos y botellas de cerveza a las tiendas.

"Las tiendas los enviaba de vuelta a la planta para lavarlas, esterilizarlas y rellenarlas, de modo que se pudieran usar las mismas botellas una y otra vez, para que realmente fuesen recicladas.... Pero no teníamos ‘el activismo verde’, en nuestros días.

Las tiendas empacaban nuestras compras en bolsas de papel marrón que reutilizábamos para muchas cosas. Lo más memorable, además de usar esas mismas bolsas para la basura, fue su uso para cubrir nuestros libros escolares.

Esto fue para asegurar que la propiedad pública (los libros que la escuela nos daba para nuestro uso) no fuera borrada por nuestros garabatos. Luego pudimos personalizar nuestros libros sobre esas bolsas de papel marrón. Pero, lástima que no hicimos ‘el activismo verde’ en aquel entonces.

Subíamos las escaleras, porque no teníamos una escalera mecánica en cada tienda y edificio de oficinas. Caminábamos hacia la tienda de comestibles y no nos subíamos a una máquina de 300 caballos de fuerza cada vez que teníamos que caminar dos cuadras."

"En aquel entonces, lavábamos los pañales de bebé porque no teníamos del tipo descartable. Secábamos la ropa en un tendedero, no en una máquina que consume energía y quema hasta 220 voltios.

El viento y la energía solar realmente secaban nuestra ropa en nuestros primeros días. Los niños se llevaban ropa de sus hermanos o hermanas, no siempre ropa nueva.

Pero tú tienes razón, no teníamos ‘el activismo verde’ en aquel entonces.

En aquel entonces teníamos un solo televisor o radio en la casa, no un televisor en cada habitación. Y el televisor tenía una pantalla pequeña del tamaño de un pañuelo, no una pantalla del tamaño del estado de Montana.

En la cocina, mezclábamos y revolvíamos a mano porque no teníamos máquinas eléctricas para hacer todo por nosotros. Cuando empaquetábamos un artículo frágil para enviarlo por correo, utilizábamos papeles viejos y arrugados para amortiguarlo, no espuma de poliestireno ni plástico."

"En aquel entonces, no encendíamos un motor y quemábamos gasolina solo para cortar el césped. Usábamos una podadora de empuje que funcionaba con energía humana. Nos ejercitábamos trabajando así que no necesitábamos ir a un club de salud para correr en máquinas que operan con electricidad.

Pero tienes razón; no teníamos ‘el activamos verde’ en ese momento. Bebíamos de una fuente cuando estábamos sedientos en lugar de usar una taza o una botella de plástico cada vez que bebíamos agua.

Rellenábamos los bolígrafos con tinta en lugar de comprar uno nuevo, y reemplazábamos la hoja de afeitar en una afeitadora en lugar de tirar todo el objeto solo porque la hojilla se había vuelto opaca.

En aquel entonces, teníamos una toma de corriente en una habitación, no un banco completo de enchufes para alimentar una docena de electrodomésticos. Y no necesitábamos un artilugio computarizado para recibir una señal emitida desde satélites a millones de km de distancia en el espacio para encontrar el sitio de hamburguesas más cercano.

Pero, ¿no es triste que la generación actual se lamente de lo derrochadores que somos los viejos simplemente porque no teníamos ‘el activismo verde’ en aquel entonces?”, concluyó.

El cajero se quedó callado y siguió con su trabajo. Sin duda, no pensó sus palabras antes de acusar a los abuelos del mundo.