Padres acusan a doctores de dejar morir a su bebé de común enfermedad respiratoria
Daniel Corrigan tenía apenas 44 días de edad cuando murió, luego de haber visitado el hospital en dos ocasiones sin recibir el diagnóstico que pudo salvarlo.
Una pareja del este de Ontario acusa a doctores del CHEO (Hospital Infatil de Ontario del Este, siglas en inglés) de negligencia, luego de que su bebé muriera el pasado mes de agosto de 2017 por tos ferina, luego de haber ido a la sala de emergencias en dos oportunidades.
Zoé Lepage y Daniel Corrigan, de Lefaivre, Ontario, al este de Ottawa, dicen que están considerando demandar al hospital, y urgen a otros padres a hacerle pruebas a sus hijos para determinar si sufren de alguna enfermedad respiratoria.
"Fue la peor sensación del mundo, como que fracasé. Le fallé. No pude salvarle", dijo Zoé. "No creo que otro padre deba pasar lo que nosotros vivimos".
Dakiel Corrigan nació el 17 de julio de 2017. Tenía aproximadamente un mes de edad cuando comenzó a vomitar y toser, según reporta CBC. La pareja lo llevó al CHEO dos veces, pero en ambas ocasiones les dijeron que el bebé no tenía nada grave.
Más adelante, cuando Dakiel se puso azul, los paramédicos lo llevaron de emergencia al CHEO, donde finalmente le diagnosticaron tos ferina. En el hospital, su pulso se enlenteció, y la pareja tomó la decisión de desconectar al bebé. Murió el 25 de agosto.
Imagen tomada de: CBC News
"Con los cuatro días que pasamos ahí, comiendo mal, durmiendo mal, estando a su lado todo el tiempo, sin poder tocarlo. Fue la peor pesadilla de todas", dijo la madre. "No se lo desearía a nadie". Ella y su marido no entienden cómo los doctores no pudieron ayudar a su bebé.
"Hasta Google me decía... sólo al poner los síntomas, lo primero que salía era tos ferina. ¿Cómo pueden no verlo con todas las señales presentes?"
Culpa y redención
Lepage al principio se echó la culpa. "Era la peor sensación del mundo, como que fracasé. Le fallé. No pude salvarlo. Me sentía culpable", contó. "Debí haber insistido más, las primeras veces que fui al hospital".
Pero esa culpa fue redirigida a los doctores, luego de que hablara con el forense al teléfono. El profesional de la salud le dijo que incluso si los doctores hubiesen logrado que su corazón volviera a latir de forma saludable, el hemisferio derecho de su cerebro ya estaba en condiciones irreparables.
Imagen tomada de: CBC News
Si hubiese sobrevivido, probablemente no hubiese podido hablar, caminar ni alimentarse. "Le dí todo lo que necesitaba. Lo que no pude darle, el hospital debió hacerlo, y no lo hizo. Así que no me culpo a mí misma, pero sí culpo a los doctores por su negligencia".
Dijo también que los doctores le fallaron a su hijo. "En lo profundo de nuestro interior, sabemos que no hicieron todo lo posible".
Difícil detección
La Dra. Lindy Samson, jefa de personal del CHEO, dijo en un comunicado que la institución no puede comentar específicamente sobre la situación de Dakiel por debido a restricciones de privacidad. Samson dijo que la tos ferina puede ser difícil de detectar en niños pequeños en las primeras etapas, porque puede presentarse de manera atípica.
Dijo que todos los ingresados en la sala de emergencia reciben atención rápidamente, y que los pequeños reciben atención prioritaria antes que niños mayores con los mismos síntomas. Los bebés reciben la vacuna para la tos ferina a los dos meses, así que los niños menores de esas edad son vulnerables a la enfermedad.
Imagen tomada de: CBC News
Nuevas guías de inmunización
Samson dijo que CHEO ha promovido cambios a las guías nacionales de inmunización, para proteger a bebés de la tos ferina desde antes.
Las guías fueron cambiadas en marzo en la nación canadiense, y ahora exigen que las mujeres embarazadas sean vacunadas en los últimos meses del embarazo para que le hereden la protección a sus bebés, protegiendo a 90% de todos los casos.
Lepage dijo que fue vacunada para la tos ferina estando embarazada, pero que la vacuna no previno la muerte de su hijo.