La niña tomó la última y más dolorosa fotografía de su madre

Durante los cuatro años de la escuela secundaria, esta chica y su madre se tomaban fotos juntas el primer y el último día de clases. Pero el último año un cáncer mortal le impidió a la mujer estar en la graduación de su hija.

Savannah Inthalangsy se graduó este año de la Preparatoria John Horn de Mesquite, Texas, pero no tuvo la dicha de ser acompañada por su madre, Phelana Foster, a quien un cáncer le arrebató la vida. Sin embargo, ella quiso compartir el momento con su difunta madre, y la fotografía publicada en Twitter que hizo se volvió viral.

En la gráfica, Savannah aparece sonriendo sobre la tumba de su madre, con un Starbucks en la mano y otro colocado sobre la lápida.

Ese ritual, compartir una bebida de Starbucks, se repitió todos los años al comienzo y al final del periódo escolar, y en todas las fotografías Savannah y su madre salen sonriendo, incluso en la imagen del año pasado, cuando Phelana había perdido el cabello.

"A lo largo de su cáncer, ella realmente no lloraba o se enojaba frente a otras personas al respecto", dijo Savanah a WFAA.

"Quería terminar con la tradición", explicó Savannah. "Siempre decía que somos mejores amigas y ella decía: '¡No somos amigas! Soy tu madre ¡No puedo ser tu amiga! "Pero todavía creo que fuimos mejores amigas".

En cada primer y último día de la carrera secundaria de Savannah, ella y su madre fueron a tomar un helado o Starbucks y tomaron una foto.

En el teléfono de Savannah hay fotos del primer y último día de su primer año, segundo y tercer año y el día en que comenzó su último año. Pero la foto del último día del último año es diferente.

Foster murió el 19 de diciembre de 2017, después de una batalla de siete años contra el cáncer de ovario.

Cuando Savannah tuiteó un collage de las fotos, la publicación se volvió viral.

Ahora ella planea asistir a Eastfield College en el otoño, y finalmente se trasladará a la Universidad del Norte de Texas en Dallas.

Su madre era maestra de preescolar y Savannah quiere ser maestra también, y enfrentar su futuro de la misma manera como su madre se enfrentó al cáncer.

Y con la misma determinación luchó contra la enfermedad un niño de 10 años que fue diagnosticado con una rara forma de cáncer terminal.

Su padre, tras oír el dictamen médico, quiso darle la mejor de las despedidas, hasta que el niño sucumbió a la enfermedad.

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