Terrorífico instante en que niño de 7 años colapsa en la corte hablando del crimen de mamá

Solo tenía siete años en ese momento, pero se enfrentó a la devastadora tarea de testificar contra su propia madre en el tribunal por la muerte de su hermana.

AJ Hutto fue testigo de cómo su madre sostenía a su hermana de siete años, Adrianna, bajo el agua en la piscina de la familia hasta que se ahogó.

Como resultado, se le pidió que hablara en el tribunal sobre lo que había visto como parte del caso de la fiscalía.

El niño se sentó en el estrado de los testigos y dibujó, explicando en tonos desgarradores lo que les estaba mostrando. "Esa es mi mamá matando a mi hermana", le dijo a la fiscalía.

Continuó, explicando que Amanda Lewis, de 35 años, había cubierto la cara de Adrianna cuando la había ahogado. El fiscal preguntó por qué Lewis habría hecho eso, y la respuesta del niño de siete años fue inquietante.

"Ella (Adrianna) hizo algunas cosas que no se supone, así que mi madre se enojó, y la ahogó a la piscina".

Cuando vio a su madre en el tribunal y se dio cuenta de que estaba siendo enjuiciada, no pudo evitar estallar en lágrimas devastadoras.

El caso fue clasificado como asesinato en lugar de un ahogamiento accidental cuando AJ les dijo a sus abuelos que había visto a su madre sumergir a Adrianna en la piscina.

En febrero de 2008, Lewis recibió una sentencia de cadena perpetua por el asesinato de su propia hija.

Pero 10 años después, aún mantiene su inocencia, alegando que la muerte de su hija no fue más que un trágico accidente.

"Salimos. Los niños estaban jugando. Adrianna estaba jugando en la piscina. Miré por la puerta de atrás y ahí es cuando apenas puedo verla flotando en la piscina. Era como si parte de mí se hubiera ido. Para mí, mis hijos hicieron mi mundo. Ellos me hicieron una persona más fuerte. Me hicieron sentir que era todo lo que se suponía que era".

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Con esa declaración, la madre mantuvo su inocencia a pesar de la declaración de su pequeño hijo en la que la acusaba por la muerte de su hermana.

El caso recuerda mucho al de Je'Hyrah Daniels, la niña autista que fue asesinada por su propia madre, Shakayla Monae Denson, dejándola ahogarse en un río. Esperemos que "madres" como estas sean la excepción, y no la regla, por el bien de los niños.