Perro fue tristemente abandonado pero su increíble transformación muestra lo que consigue el amor
El pobre perrito había perdido mucho peso y tenía una enfermedad muy contagiosa.
Una anciana de Radviliškis, Lituania, que vivía sola, cayó muy enferma e ingresó en un hospital. Lamentablemente, los parientes que tenía vivían en otros países y no tenía a nadie que pudiera ocuparse de sus mascotas que se vio obligada a dejar atrás.
Las autoridades trataron de conseguir la manera de salvar a sus animales, pero fue el refugio de animales "Vyšnių sodas", de Vilnius, Lituania, el que dio el paso para ayudar a las mascotas de la anciana.
Cuando llegaron al hogar de la señora, notaron que uno de los perritos, llamado Pluto, era el que más ayuda necesitaba.
La portavoz de “Vyšnių sodas”, Indrė Žukauskaitė, dijo lo siguiente a Bored Panda:
“Encontramos al cachorro en una condición horrible junto con algunos otros animales, abandonados en la granja abandonada en Radviliškis”.
Y agregó: “Después de que su dueña tuvo que ser ingresada en el hospital, las pobres criaturas se quedaron sin comer”.
El pobre Pluto había perdido mucho peso. Indrė agregó que el perro sufría de sarna y su cuerpo se redujo a piel y huesos.
“Sus ojos se veían desesperados, llenos solo de un dolor interminable. Al llegar a nuestro refugio, Plutón parecía haberse abandonado por completo".
Contó que el can no quería levantarse por nada. No estaba comiendo, y hacía sus necesidades sin levantarse, quedando bajo su cuerpo.
Los veterinarios lo limpiaron, quitando la epidermis costrosa de su piel. El primer procedimiento que recibió Pluto tomó 5 horas.
Su piel estaba siendo tratada algunas veces al día. Los veterinarios dijeron que su condición era "peligrosa y contagiosa". Eventualmente, debido a la infección de la sarna, Pluto tuvo que ser aislado sin la posibilidad de salir a caminar.
Žukauskaitė explicó: “El perrito había estado viviendo en el infierno durante 3 meses. Después de la cuarentena, tuvo que volver a aprender a caminar”.
Pero eso fue solo la mitad de los problemas que le quedaban, pues Pluto tenía miedo de todo y de todos.
“Pasaron seis meses antes de que Pluto reuniera el coraje para salir. Sus primeros pasos fueron muy difíciles para él. Tenía tanto miedo, que incluso la hierba bajo sus pies lo asustaba”, dijo Žukauskaitė.
Y agregó: “Sin embargo, gracias a la paciencia infinita y al amor proporcionado por nuestro personal, Pluto comenzó a socializar. Cuando se presentó a su entorno y a los otros perros, comenzó a comer más también”.
El perrito aún no se ha recuperado completamente. Pero a pesar de que es cauteloso con la gente, ha recuperado la mayor parte de su peso y las personas del refugio ven a Pluto jugando cada vez más con el resto de los perros que habitan en el lugar.
Esta historia nos recuerda a la de otro animalito que estaba en estado de abandono y no podía moverse debido a la cantidad de pelo enmarañado que lo cubría por completo. El refugio que lo acogió no podía identificar qué animal era por la cantidad de pelo.
Al principio, pensaron que la gran masa debía ser un perro, pero luego se dieron cuenta, tras una inspección más cercana, que era un gato con el peor pelaje enmarañado que jamás habían visto.