Mujer comparte gran consejo que recibió de su mamá cuando era joven, y se hace viral
Muchas veces las personas por tratar de encajar en un grupo social soportan alguna incomodidad o molestia, pero eso algo que tiene que ver con la formación y educación que se recibe en el hogar.
Cada persona es auténtica y si algo le molesta en determinado momento no tiene por qué cambiar, por el contrario, debe marcharse del lugar y continuar.
Eso no significa que sea un acto de mala educación, simplemente cada individuo tiene el poder de control sobre las circunstancias que vive.
Así lo compartió Erynn Brook de Ontario, Canadá, a través de varios mensajes en Twiter, con los cuales describió cómo su madre le enseñó esta valiosa lección cuando ella era solo una niña.
Tenía unos 7 años cuando su madre la dejó en una pijamada por primera vez. Sin embargo, antes de irse, le dio un gran consejo que se ha mantenido latente a lo largo de su vida. Le dijo que si se sentía incómoda en algún momento durante la noche podía irse, incluso si era tarde, ella la buscaría.
"Ella dijo que incluso si los padres de la niña se han acostado, quiero que toques la puerta de su habitación y pidas prestado el teléfono. Puedes llamar, aunque sea tarde. Y si sus padres no abren la puerta, llama de todos modos”, dijo.
Su madre le prometió que de cualquier manera la buscaría. Y así fue. Aquella noche, Erynn sintió que se estaban burlando y no lograba dormirse, así que decidió llamar a su mamá.
La madre de la amiguita intentó persuadirla diciendo que era muy tarde, que podía dormir en el sofá si quería, pero Erynn insitió. Así que tomó el teléfono:
"Hola mamá. Ella dijo: ‘¿quieres que vaya a buscarte?’. Le dije ‘sí, por favor’. Ella dijo: ‘pide a su mamá que te ayude a empacar tus cosas y ponerte el abrigo. Estaré ahí’”, describió.
A los pocos minutos estaba su madre en la puerta con pantalones de pijama y un abrigo. La madre de la niña se disculpó por la llamada. "No se disculpe por mi hija. Quiero que sepa que tiene permiso para irse y que estaré allí para ella en cualquier momento", respondió la madre.
Las amigas de Erynn quedaron acurrucadas en la puerta, viendo la escena con confusión. Sin embargo, no lamentó su decisión de salir de la situación que la había hecho sentir incómoda. Su madre le dio el poder de cambiar su situación, y ella la había tomado.
"Tuve más incidentes como ese a medida que crecí. Mi madre hizo mucho de los límites conmigo. Recuerdo que me acompañó por la calle a la casa de otra chica para pedir una disculpa frente a sus padres”.
“Recuerdo que le dijo a 3 amigos que se sentaran en la sala de enfrente con sus maletas llenas mientras esperaban a que sus padres vinieran a buscarlos, después de que les dije a todos que ‘salieran de mi casa’ por molestarme”.
“Recuerdo que me entrenó con un discurso sobre cómo renunciar y salir de un ambiente de trabajo hostil o cuando estaba en el medio de la nada en un campamento durante el verano, y me ofreció dinero para conseguir un taxi para que nos recogiera a mí y a mis amigos”, relató Erynn.
Ahora, ese consejo le permitió seguir su instinto a la hora de establecer y mantener límites en su vida social y profesional. Ella se niega a "tragar" la incomodidad de hacer felices a los demás.
"Creo que tres cosas fueron importantes en lo que hizo: 1. Siempre dijo explícitamente ‘puedes irte si quieres’. 2. Nunca cuestionó por qué, o si estaba exagerando. 3. Ella siempre apareció”.
Fuente: Pixabay
“Lo que mi madre me enseñó fue radical, lo que su madre enseñaba era la norma. "Solo trátelo, no moleste a nadie, vuelva a dormir, se terminará pronto, no lo arruine", comentó recordando el primer episodio en la pijamada.
Para concluir su mensaje, ella escribió "puedes irte". No importa lo difícil que sea, tienes el poder de alejarte y alejarte de cualquier situación en la que no quieras estar.
La publicación desató opiniones y pensamientos de personas de todo el mundo, pero dice que la respuesta fue en gran medida positiva.
“Es una lección difícil para aquellos que fuimos educados para valorar los modales por encima de todo lo demás, pero también es un recordatorio importante de que tenemos las claves de nuestros límites en nuestros propios corazones y mentes”.
La próxima vez que te sientas intimidado o desprestigiado, recuerda las palabras de Erynn: "Tienes permiso para irte", finalizó.