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Mesera es despedida por tomar un pedazo de carne "para cenar" y la gente furiosa demanda justicia

Una empleada de un hotel tomó un "trozo de carne" y fue despedida del lugar en un acto que causó indignación.

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Catherine Hincapié, trabajó como ayudante de camarera en el Hotel RIU Paraíso de Puerto del Carmen, en Lanzarote, España, de donde fue despedida por tomar una comida sin permiso.

El 23 de agosto de 2017, Catherine por no tuvo tiempo para cenar en su turno debido al alto flujo de trabajo. Entonces decidió tomar un trozo de carne y llevarlo a casa.

El problema fue que en la salida, el vigilante sin tener una orden oficial le revisó el bolso y encontró la carne.

Dos meses más tarde, el hotel le notificó a Catherine su despido. Ella por su parte, considera que si bien podían tomar medidas, terminar su contrato fue demasiado.

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"Está claro que me tenía que caer algo, pero un despido lo veo muy excesivo. Creo que no era para eso. También pienso que estaban buscando un motivo para sacarme”, concluyó la empleada.

La empresa justificó el despido argumentando que ella tomó el alimento de la nevera y este ni siquiera hacía parte del menú del día de los trabajadores. Eso significa que ella ingresó a una zona no permitida.

Ella sigue pensando que la medida sancionatoria fue desproporcionada. La Asociación Española de Camareras Kellys están de acuerdo con ella.

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Por esa razón hicieron un plantón frente al hotel para exigir que reintegren a Catherine a su trabajo.

“Los ritmos de trabajo en la cocina de este hotel dificultan el derecho al descanso y a la cena de la plantilla del establecimiento”, argumentó el sindicato.

Al parecer la empresa encontró un motivo para despedirla sin tener que pagar la indemnización que da lugar por un despido sin causa justa.

Sin embargo, las opiniones están divididas. Algunos piensan que la empresa actuó de mala manera, pero otros se inclinan por creer que estuvo mal lo que hizo la empleada.

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Las camareras tienen malos días cargados de trabajo con dificultades con sus jefes e incluso con los clientes. Pero sin duda hay actitudes que las traspasan como seres humanos.

Una mujer denunció en las redes sociales el cruel acto de racismo que recibió su hija mientras trabajaba como mesera.

Regina Boone compartió la historia de su hija en Facebook, afirmando que Jasmine Brewer entregó la cuenta a un grupo de cuatro, dos hombres y dos mujeres, a principios de este mes. Pero se llevó una desagradable sorpresa.

De acuerdo con la publicación, en la parte posterior de una servilleta había una nota que decía: "No damos propina a los negros".

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