Implantes de seno: Más mujeres estarían en riesgo de cáncer a 7 años de polémico escándalo

Sus inseguridades terminaron por hacerla vivir la peor de las pesadillas en su cuerpo.

Daily Mail cuenta la historia de Debbie Grokes, una mujer de 38 años de edad, quien a causa de sus inseguridades físicas decidió someterse a una cirugía plástica para aumentar el tamaño de sus senos.

"Mirando hacia atrás, era tan tonto. Simplemente no estaba segura de cómo me veía ", afirma. "Tenía 25 años. Pensé que me sentiría mejor conmigo misma si tuviera implantes mamarios".

Lo que ella nunca imaginó es que esa decisión terminaría por convertirse en una horrible pesadilla. Debbie fue diagnosticada con cáncer. La cirugía se realizó en el 2005, pero no fue hasta 2017 que se enteró de la fatal noticia.

Fuente: Freepik

"Ha sido una experiencia horrible, y quiero que otras mujeres que han tenido implantes de senos conozcan este peligro".

Lo más impactante de toda esta historia, es que ella se enteró que los implantes que se había puesto en el cuerpo eran de la marca PIP. Prótesis que están hechas de silicona de colchón industrial, no apribada para uso humano. El terror aumentó cuando conoció casos de mujeres que habían pedrido la vida a causa de un cáncer, provocado por los implantes de esta misma marca.

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Esto provocó investigaciones por parte de los profesionales, quienes después confirmaron que el material o era aprobado para este tipo de procedimientos. Los cirujanos le ofrecieron a Debbie una cirugía gratuita para reemplazarlos, y ella aceptó confiando en que esto la sacaría de peligro.

"Al principio, todo estaba bien. Luego, en el verano de 2016, mi pecho izquierdo comenzó a hincharse cuando estábamos de vacaciones en Ibiza. Traté de contactar a la compañía que había colocado los implantes, pero siempre estaban en el correo de voz. Finalmente, en septiembre, fui a otro hospital privado, donde aspiraron el líquido y extrajeron 310 ml. Me hicieron una prueba de infección, pero no ALCL".

Sus pechos se inflabanan constantemente y ella tuvo que pasar mucho tiempo en el doctor para drenarlos. En este punto solo quería quitárselos, pero no tenía dinero para hacerlo. Pasó por muchos hospitales y especialistas, siempre era remitida a otros nuevos. Pero finalmente le dijeron qué ocurría con su organismo.

Fue diagnosticada con cáncer y sus implantes fueron removidos. Fue sometida a quimioterapias y otros exámenes para revisar que el cáncer no regresara. Toda una pesadilla, de la que finalmente logró salir.

"Estoy libre de cáncer y bien ahora, y estoy bien sobre cómo me veo. No me importa el tamaño de mis senos: estoy feliz sin los implantes y no los querría de todos modos".

Este tipo de cirugías son tomadas a a la ligera en muchas ocasiones. Algunos no dimensionan el riesgo que significa y otros irrepsonsables realizan procedimientos con herramientas inadecuadas. Algunas mujeres no son tan afortunadas como Debbie.

Ese es el caso de Sandra Marín Cortés, de 33 años, que murió después de una cirugía plástica de ocho horas.