Perro con pesada cadena alrededor de su cuello rogó a rescatistas por ayuda

La perra de 1 año estaba flaca y tenía aspecto enfermizo. Una gruesa cadena de metal envolvía su cuello, cuando Leslie Ysuhuaylas, una rescatadora de perros independiente, sabía que tenía que ayudarla.

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Ysuhuaylas y Rebecca Callister, directora de servicios para animales de New Life IFS Rescue, fueron a un vecindario del este de Texas para rescatar a otro perro y sus tres cachorros cuando vieron al perro encadenado cerca.

"Esta perra comienza a arrastrarse hacia nosotros como si no estuviera segura de si quiere venir o no", dijo Ysuhuaylas a The Dodo. "Ella tenía esta cadena pesada alrededor de su cuello. Estaba insegura de nosotros y asustada, y estaba en malas condiciones. Ella tenía bajo peso".

Al principio, ambas asumieron que era de la calle, o que su antiguo dueño la había dejado en la calle. Pero finalmente se dieron cuenta de que ella, junto con la mamá perro y los cachorros, en realidad pertenecía a un residente, y estaba bastante claro que el residente no los estaba cuidando.

Cuando Ysuhuaylas y Callister hablaron con el dueño, el dueño accedió a entregarles los perros.

Tan pronto como llevaron a los perros a un lugar seguro, Ysuhuaylas quitó la pesada cadena del can, a quien ella comenzó a llamar Dudette. Ella dedujo que la cadena pesaba por lo menos 2 libras.

"Cuando lo tienes en tus propias manos, te das cuenta de que esta cadena realmente la cargo toda su vida", dijo Ysuhuaylas. "Era tan pesada y... y tenía marcas en el cuello. Creo que a partir de ese momento ella estaba un poco menos asustada".

Dudette y los otros perros pasaron la noche en la casa de Ysuhuaylas, luego fueron al veterinario a la mañana siguiente. Todos los perros resultaron tener coccidios, una infección parasitaria peligrosa que ataca los intestinos de un perro, pero todos salieron adelante.

Cuando Dudette estaba lo suficientemente bien como para dejar el veterinario, entró en un hogar de acogida con New Life IFS Rescue.

"Emocionalmente, ella parece bastante rota", dijo Callister a The Dodo. “Va a ser un largo camino para que salga de su caparazón. Ella es muy tímida y muy asustada. Ella se esconde mucho. No puedo imaginar lo que este perro ha pasado".

Pero cada día que pasa, Dudette, que ha sido rebautizada como Ángel, se vuelve un poco más segura. Esto se debe en gran parte a un perro llamado Coco, con quien Ángel comparte su hogar de acogida.

"Coco es muy extrovertido y no tiene miedo de nada", dijo Kayla Wells, fundadora de New Life IFS Rescue, a The Dodo. “Los colocamos juntos porque Ángel es muy tímida y le teme a la gente, y no está segura de qué es el amor o cómo responder cuando alguien muestra su amor y afecto. Coco es una gran líder que le enseña que las personas son dulces y que puede confiar en ellas".

Cuando Ángel finalmente esté en adopción, Callister espera que alguien con mucha paciencia termine llevándola.

"Ella está empezando a darse cuenta ahora que está a salvo, pero aún tiene un largo camino por recorrer", dijo Callister. "Ella va a tomar un poco de trabajo, y amor y paciencia".

NUNCA SE HUBIERA PODIDO LIBERAR

Este perro nunca hubiera podido liberarse. Esa pesada cadena de metal estaba cerrada con candado alrededor de su cuello, y el otro extremo estaba asegurado a una viga. Pero el perro todavía había intentado escapar, ella se había retorcido y girado tantas veces, que la cadenas se habían enrollado hasta que tenía la mitad de su tamaño original.

A finales de abril, Carol Conradie, una voluntaria de Tin Can Town , un grupo de rescate de animales en Sudáfrica, estaba entregando suministros para perros a personas en Blikkiesdorp, Ciudad del Cabo, cuando alguien la alertó sobre el perro encadenado. Conradie fue inmediatamente a ayudar.

El perro, a quien Conradie comenzó a llamar Chantel, resultó ser muy amigable y cariñoso. "Ella simplemente se arrastró directamente a mi regazo", dijo Conradie. "Y ella estaba poniendo su cabeza dentro de mi chaqueta, y tratando de poner su cabeza debajo de mi brazo".

LA CADENA ERA TAN CORTA QUE NO PODÍA COMER

Los oficiales confirmaron que la criatura estaba atada a la ventana con una cuerda alrededor del cuello y captaron las devastadoras imágenes de la condición en la que se encontraba.

Un perrito labrador víctima de maltrato, tortura y cruel abandono por parte de sus dueños fue rescatado en la cancha 904 Sur, en Palmas, en Tocantins, Brasil.

Varios vecinos fueron testigos de que la criatura se encontraba atada a una ventana por el cuello con una cuerda excesivamente corta, por lo que no podía moverse ni recostarse, ni siquiera alimentarse.

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