Desgarradora historia de una madre cuyo hijo murió en su vientre tras la inacción de los médicos

Una vuelta fatal del cordón umbilical sobre el cuello del pequeño Carlos fue la cuchillada que su madre sintió directo en el corazón.

El primer hijo es la ilusión más grande que una mujer pueda experimentar y con él vienen de la mano todos los instintos maternales que con los años se desarrollarán, esos instintos que te advierten cuando algo ya no marcha bien.

Y eso fue lo que sucedió con esta mujer, que a sus ocho meses de embarazo dejó de sentir cómo su bebé ya no se movía en su útero. Muchos le explicaban que era normal porque el feto ya no tiene espacio en la placenta, pero la madre presentía que eso no era lo que estaba pasando.

Entonces decidió partir a primera hora del 1 de enero de 1991 hacia el Hospital Materno Infantil de A Coruña, en el que un joven gineco-obstetra y una enfermera la atendieron.

Las preguntas salían sin control de la boca de la madre, pero el médico no respondía a ninguna, al igual que la enfermera.

El doctor salió un momento del consultorio y cuando volvió a entrar, pronunció las peores palabras: «El bebé está muerto».

La mujer, destruida, estalló en llanto. Su pedacito de cielo había fallecido por una vuelta fatal del cordón umbilical alrededor del cuello, arrebatándole el sueño de ser madre por primera vez.

“Tenía la cabeza aturdida. Me había dado el golpe más horrible de mi vida. Era mi hijo y, aunque no lo había visto, lo había sentido, le había hablado e incluso me había reído con él”, explicó.

El padre de la criatura también estaba destrozado, pero la familia de ambos se mantuvo allí, dando las fuerzas necesarias para sobrellevar este duro golpe de la vida.

El padre de la mujer, con sentido de lógica, pidió a los médicos que le dieran una habitación donde su hija pudiese estar sola, sin otra madre con su hijo al lado. Por su parte, las enfermeras le daban ánimo diciéndole que no se preocupara porque con el primer bebé el segundo llega bastante rápido.

Y así fue. Al año siguiente, la mujer regresó al mismo hospital a dar a luz a su segundo hijo y después tuvo al tercero, Javi, quien nació en la fecha en la que probablemente habría nacido el primero.

Ahora, la madre que ha podido sanar lentamente sus heridas después de más de 20 años, ha pensado en escribir un libro con su historia. Y se siente feliz de que los hospitales gallegos vayan a unificar el protocolo de muerte perinatal en el 2019. “El problema es tan antiguo como la vida”, señaló.

ÉXITO MÉDICO

La medicina es tan compleja y conlleva tanta responsabilidad que es imposible que los especialistas en la rama, que no son más que simples mortales, estén exentos de cometer algún error. Y aunque en ocasiones se equivocan de manera fatal, la mayoría de las veces salvan muchas vidas.

Un claro ejemplo es la ocasión en la que un bebé nonato estaba en gran peligro, por lo que necesitaba una operación dentro del útero para salvar su vida.

Para leer esta fascinante historia de la medicina, haz click aquí.