Sobreviviente de cáncer de 7 años "murió" en brazos de mamá antes de volver a la vida
El temor de toda madre se hizo presente. Una mujer vio morir a su hijo por un cáncer que lo afectaba desde hace algunos años.
La historia de Daniel Carter conmueve a más de uno, pues el chico de 7 años está en estado crítico luego de sufrir un ataque cardíaco que lo dejó sin vida por unos momentos.
Kate, la afligida madre, contó que después de ver a su hijo morir llamó a los paramédicos para que le brindaran los primeros auxilios que lo trajeron de vuelta a este mundo.
El niño originario de Bransholme, Reino Unido, ahora sufre una sepsis que mantiene a sus parientes al borde de la agonía.
UN PEQUEÑO SOBREVIVIENTE
De acuerdo a HullLive, en 2016 Daniel había vencido un tipo muy raro en su pecho y columna vertebral contra el cual luchó por 18 meses y que lo dejó paralizado. Incluso hicieron una fiesta de superhéroes para celebrar la proeza de Daniel.
Sin embargo, recientemente casi a las 4am, Daniel sufrió un paro cardíaco y murió en los brazos de su madre mientras esta corría hacía la ambulancia. Por suerte, los paramédicos puedieron resucitarlo y llevarlo al Hull Royal Infirmary.
SE MANTIENE PELEANDO
Kate confesó que aunque el estado de Daniel es crítico “está peleando”. Muchas personas se han pronunciado respecto al estado de salud del niño y rezan para que se mantenga con vida.
“Estamos muy complacidos con las pequeñas etapas que estás haciendo. Vamos, sigue luchando, cariño, esto es desgarrador al verte pasar por todo esto, tu mamá y tu papá son tan fuertes", escribió en su página en Facebook Tracey Gresswell.
Tan solo tiene siete años y el pequeño ha demostrado su valentía, al aferrarse a la vida y luchar cada día por un nuevo amanecer.
UN ÚLTIMO DESEO DE NAVIDAD
En otra historia de lucha, Erick Schmitt-Matzen, de 61 años, quien personifica a Santa Claus, la vida le cambió para siempre cuando un pequeño de cinco años murió en sus brazos.
Una enfermera de un hospital de Tennessee lo llamó para solicitar su presencia en el centro asistencial, pues uno de los pequeñines había tenido un quebranto que lo ponía al borde de la muerte.
El chiquillo estaba rodeado de sus padres, y aunque pidió vivir la Navidad y luego de destapar el regalo que le habían preparado y darle un abrazo al hombre de rojo, dio su último respiro.