Padre de tres quedó paralizado por 8 meses después de comer pollo al curry
A veces la enfermedad puede afectar incluso a las personas más sanas y en mejor estado físico, así le ocurrió a David Braham.
El instructor de conducción obsesionado con el ejercicio físico de 40 años y padre de tres hijos de Cardiff, le tocó descubrir esta situación de la manera más difícil.
David tenía un estudiante que estaba tomando su examen de conducir y sintió hambre. Se decidió a buscar un pollo con curry para llevar.
La noche después de comerlo, David comenzó a sentirse mareado y, finalmente, la enfermedad se desarrolló dentro de él, sintiéndose atrapado en su cuerpo.
DESASTRE DE CURRY
Cuatro días después de comer el curry, David fue llevado al hospital Princess Wales, permaneció en el hospital durante seis días y fue tratado con antibióticos.
Un día después de ser dado de alta, tuvo que regresar al hospital porque no podía moverse. Se realizaron pruebas y los médicos le diagnosticaron una enfermedad rara llamada síndrome de Guillain-Barré.
Esta enfermedad es causada por la intoxicación alimentaria y hace que los músculos se bloqueen y degeneren, David estuvo en coma inducido durante cuatro meses con respiración asistida, ya que sus músculos no le permitían respirar de forma natural.
Sus hijos no pudieron verlo durante este tiempo y, varios meses después, recuperó sus habilidades para caminar, David espera pasar la navidad con su familia.
ALIMENTOS HOSPITALARIOS
A pesar de la capacidad del pollo al curry para paralizar a quienes lo comen, sigue siendo un plato que se sirve en los hospitales, especialmente en Suecia.
Imagen tomada de: Twitter/DannaT98
Los hospitales suecos sirven a sus pacientes una comida de pollo al curry, arroz, verduras, una naranja y un vaso de agua.
Esto se considera una comida equilibrada, ya que ninguno de ellos es demasiado pesada o poco saludable para aquellos que se están recuperando de varias enfermedades.
FRESAS PELIGROSAS
Un hombre vivió una desafortunada historia de mala suerte alimenticia cuando comió algunas de las fresas que había comprado previamente en un supermercado australiano.
Para su sorpresa el inocente antojo terminó mandandolo al hospital, pues encontró agujas de cocer en los corazones de la fruta.