Chico luchó contra el cáncer lo suficiente para ver nacer a su hermana, y luego murió
Un niño de 9 años luchó por mantenerse vivo para conocer y hasta dar nombre a su nueva hermanita.
Bailey Cooper es un niño de 9 años que fue diagnosticado con cáncer, además el cáncer se había esparcido en su cuerpo y esto llevó a los médicos pensar que solo le quedaban semanas de vida.
Sin embargo Bailey sabía que una hermanita estaba por venir y se puso como meta conocerla antes de morir, el valiente pequeño resistió lo suficiente para cumplir su deseo, después de más de un año de lucha.
FUE INESPERADO
Bailey comenzó con un malestar que se esperaba que fuera algo viral, los médicos le trataron con antibióticos, sin embargo los resultados no fueron los esperados.
Luego de algunas pruebas se diagnosticó que sufría un extraño caso de cáncer llamado linfoma no hodgkin, el cual estaba en fase 3, el tratamiento se le llevó a cabo casi que inmediatamente luego del diagnóstico.
“No sabíamos nada entonces. Cuando lo llevamos al hospital antes, pensamos que estaría bien, y empezamos a dudar un poco de nosotros mismos. Pero los dolores empeoraron cada vez más, y los médicos de oncología nos dijeron que tenía que recibir tratamiento” comentó su padre.
En 2017 el niño entró en remisión,la noticia alegró a su madre Rachel y a su padre Lee, “Pensaron que no había más signos de cáncer" dijo Lee.
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UNAS SE GANAN Y OTRAS SE PIERDEN
Ante la notable mejoría todo iba volviendo a la normalidad, “Comenzó de nuevo en la escuela de Stoke Lodge y desde entonces estábamos en casa. Tenía que ir a chequeos regulares y resonancias magnéticas de rutina cada tres meses, pero las cosas estaban mejorando”, declaró su padre.
Sin embargo la alegría duró poco, un malestar llevó a los médicos ha realizarle unos estudios confirmandoles lo que más se temía, el cáncer volvió y ahora no había solución, “Ella nos dijo que no quedaba mucho tiempo, eran solo días o semanas”, dijo Lee.
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“Esos tres meses fueron absolutamente horrendos. Sabíamos que no tenía mucho tiempo, y tratamos de disfrutar el tiempo que le quedaba”, dijo.
Ella además agregó, “No pensamos que duraría tanto tiempo, pero estaba decidido a conocer a Millie. Llegó a fines de noviembre, y nació Millie. La abrazó e hizo todo lo que un hermano mayor haría: cambiarla, lavarla, cantarle”, dijo Rachel.
Bailey logró conocer a su hermana y convivir un corto tiempo con ella, en la víspera de Navidad en compañía de sus padres murió, este niño mostró coraje, amor, sabiduría y madurez.
Esta última virtud es una característica casi que obligada en estos pacientes pediátricos, así lo constató el doctor McAlpine en Sudáfrica cuando les preguntó qué sentían acerca de la vida y sus respuestas fueron asombrosas.