Doctores hacen una emotiva caminata de honor para bebé cuyos órganos salvaron 3 vidas
Esta historia sin duda le arrugará el corazón a cualquiera, pero a la vez muestra amor y nobleza, ante tanto dolor.
Jenni Barraza perdió a su hija y junto a su esposo decidió donar algunos órganos de su niña.
“Nunca caminé más orgullosa y con mi cabeza en alto. Llegamos al quirófano y nos despedimos de mi niña hermosa, llegó la hora de dejarla ir”, dijo Barraza.
No hay dolor más fuerte que el de un padre que pierde a su hijo y esta pareja atravesó por eso luego que su pequeña hija Alondra perdiera la batalla de una muerte cerebral.
En medio del trago amargo de perder a su niña, la pareja tomó la decisión de ayudar a otras familias. Así que donaron los dos riñones y el hígado de Alondra, dándole oportunidad de vivir a tres bebés.
“Ayer se firmó la muerte cerebral de mi hija Alondra. Probablemente ella se fue días antes, yo le hablé y la besé hasta el último minuto. Escribo porque sé que hubo mucha gente al pendiente, gente que ayudó con sus oraciones y también económicamente”.
“Sé que trascendió hasta gente que yo no conozco, por lo que pido que se extienda este mensaje. Tenía la ilusión de ir personalmente a agradecer con mi niña en brazos a cada persona por su ayuda”, escribió Jenni en Facebook.
El equipo médico del hospital, conformado por doctores, especialistas, enfermeros, paramédicos, entre otros, decidieron rendir un homenaje a Alondra y sus padres, así que llenaron el pasillo de camino al quirófano, demostrando respeto y admiración.
“Mi esposo y yo escoltamos a mi bebé todavía en la cuna y respirando artificialmente desde el área de terapia intensiva hasta el área de cirugía donde Alondra pudo donar sus dos riñones y su hígado. En el camino al quirófano íbamos soportando una tristeza que no les puedo explicar”.
“Saliendo del elevador, nos esperaba un pasillo muy largo, lleno de enfermeros, médicos y demás personal del hospital haciendo ‘valla’, todos en silencio, todos con las manos juntas en señal de agradecimiento, todos visiblemente conmovidos, dimos vuelta y había todavía más gente”.
“Nunca caminé más orgullosa y con mi cabeza en alto. Llegamos al quirófano y nos despedimos de mi niña hermosa, llegó la hora de dejarla ir”, describió la madre.
Ahora Jenni siente que la muerte de su pequeña hija no fue en vano y que gracias a ella ahora tres angelitos puedes seguir con vida y disfrutar de lo que Alondra no logró.
“Tengo el grandísimo consuelo de haber ayudado a salvar a 3 bebés, la muerte de mi niña no fue en vano. Me encargaré en lo posible de que este testimonio pueda salvar más vidas. Una persona con muerte cerebral, no puede irse directo al panteón”.
“Hay familias sufriendo, hay madres en la agonía de la espera de un milagro, de una oportunidad. Para mi lo más difícil apenas comienza. Siempre estaré muy agradecida con quienes hicieron tanto por nosotros. Siempre honraremos a mi niña que llevamos en cada paso”.
“Fue un honor y un privilegio haber sido su mamá”, concluyó la madre, quien, al igual que su esposo merecen aplausos de pie por la decisión tomada en medio de tanto dolor.
Muy parecido ocurrió con Cletus Schneider III, quien el 19 de junio estaba sentado en la mesa para cenar con su familia. En unos minutos, la noche dio un trágico giro, que marcó la vida de todos.
Cletus comenzó a ahogarse con la comida y antes de que Carrie, su esposa, se diera cuenta de lo que estaba pasando, ya se había derrumbado.
Pasó dos días en el hospital y le declararon muerte cerebral. En ese momento, su esposa se enfrentó a una decisión desgarradora. En última instancia, su muerte repentina salvó tres vidas, ayudó a 50 personas necesitadas y atrajo atención sobre la importancia de la donación de órganos.
La historia de Cletus puede haber pasado desapercibida en gran medida si no fuera por una sola foto que se volvió viral en las redes sociales. Carrie caminaba con su esposo y se despidió definitivamente mientras lo llevaban a la sala de operaciones para que le extrajeran los órganos.
En el pasillo vio que más de 150 miembros del personal del hospital se alineaban para mostrar sus respetos y honrar a alguien que estaba a punto de tocar la vida de más de 50 pacientes.
Carrie se detuvo para capturar el momento y finalmente lo compartió en las redes sociales, donde personas de todo el mundo le enviaron mensajes de apoyo.