Pareja de Dakota del Norte muere dormida tras árbol caer en su hogar alquilado en San Diego
La pareja pereció mientras vacacionaba en California, después de que un enorme árbol cayera en la casa que habían rentado, el lunes 21 de enero por la mañana.
Los fuertes vientos que azotaron el sur de California derribaron árboles en carreteras, automóviles y patios, y se cobraron las vidas de al menos dos personas, dijeron el martes familiares y allegados.
Los vientos provenientes de la costa azotaron varias áreas montañosas y valles el martes y se esperaba que continuaran durante toda la semana, informó el Servicio Meteorológico Nacional.
Los vientos derribaron enormes árboles el lunes en los vecindarios de los condados de Los Ángeles y Orange.
En San Diego, un pino cayó en una casa de alquiler y mató a una pareja que estaba de vacaciones. Troy y Jessica Nelson, de Grand Forks, Dakota del Norte, estaban durmiendo en el piso superior de la residencia cuando el árbol de 23 metros (75 pies) de altura se derrumbó, dijeron familiares y policías.
"Fue un accidente muy extraño", dijo Tammy Reynolds, la hermana del hombre, a The San Diego Union-Tribune. "Todos estamos en shock".
Los vientos aparecieron poco después de que la región sufriera fuertes lluvias durante varios días. El suelo saturado puede aflojar las raíces, lo que facilita que los vientos derriben árboles, dijo el capitán del Departamento de Bomberos de Los Ángeles, Fernando Pattison.
En el área de Los Ángeles, se esperaba que los vientos alcanzaran su mayor intensidad en la mañana. En los condados de San Diego y Orange, pronosticaron nuevas rachas para el jueves por la tarde y el viernes temprano, según el Servicio Nacional de Meteorología.
Recientemente, otra joven pareja murió unos momentos después de su boda, cuando el helicóptero en el que volaban se estrelló contra la ladera de una colina.
El helicóptero que llevaba a los recién casados Will Byler y Bailee Ackerman cayó temprano el domingo en Uvalde, Texas, a unos 25 kilómetros del rancho de la familia Byler. Gerald Green Lawrence, el piloto del helicóptero Bell 206B, también murió en el accidente.