Chica de 17 años se fue de casa para unirse a la caravana de inmigrantes y ayudar a su mamá
La joven de 17 años decidió aventurarse en una caravana de inmigrantes sin decirle nada a su madre, sin embargo nada salió como ella esperaba.
Nahín estaba en la casa de un amigo cercano cuando recibió una llamada de su prima, quien la invitaba a unirse a la caravana y le pagaba su boleto de autobús hasta el lugar donde se encontrarían.
La niña, sin pensarlo mucho, aceptó la propuesta y para evitar que su madre la convenciera de lo contrario decidió irse sin decirle nada y con la ropa que llevaba puesta.
MADRE ANGUSTIADA
Su madre, quien no tiene un teléfono en casa, pensó que los tres días que su hija no vino con ella estaba en el hogar de su tía. No obstante, su hermana le contó que sus dos hijos de 14 y 23 años se habían ido en la caravana junto a Nahín y su medio hermano de 23.
Mientras la madre angustiada hacía oraciones para que sus hijos no tuvieran grandes problemas por el camino, Nahín y sus familiares seguían con la difícil caminata que duraría meses.
Durante el camino, Nahín se desmayó varias veces por la presión baja y la falta de alimento. Eso los retrasaba y debían hacer malabares para alcanzar la caravana.
En uno de los lugares donde estuvieron ella decidió pedir dinero en la calle una ocasión. Así compró algunos cigarrillos y los vendió a compañeros de la caravana.
Con el dinero que ganó compraron cajas enteras de cigarrillos y siguieron con la venta. Al llegar a México ya tenían varias torres y lograban comprar utensilios de aseo y más comida.
Sin embargo, el hermano de Nahín, quien nunca fue muy unido con ella, decidió abandonarla y seguir solo su camino hacia Estados Unidos.
En ese momento, ella empezó a considerar la posibilidad de regresar a casa.
Nahín se desmayó varias veces por la presión baja y la falta de alimento.
Además durante una riña de otros integrantes de la caravana donde hubo golpes, Nahín se desmayó y perdió el celular con el que logró comunicarse con su prima y su tía.
REGRESO A CASA
Ahora estaba decidido, regresaría a Honduras con su madre. Aunque sus familiares la persuadieron de no hacerlo, ella se acercó a los funcionarios del Sistema Nacional de Desarrollo Integral de la Familia (DIF), quienes se encargan de mandar de vuelta a los jóvenes inmigrantes.
La niña estuvo un mes en un centro donde no le permitían llamar a su familia en Honduras.
"La mujer que lo dirigía dijo que posiblemente no podrían pagar las llamadas a Honduras y que el departamento de migración (mexicano) tendría que enviarles fondos para que yo pudiera llamar a casa", comentó.
NO VOLVERÁ A LAS CARAVANAS NUNCA
Finalmente, los funcionarios el DIF la recogieron tras un mes, la pusieron en un avión y ella volvió a casa.
Ahora está en busca de un trabajo en su tierra natal que le permita regresar al curso de informática que hacía antes de irse.
Sus dos primos regresaron un par de días después y su hermano aún está en México, pero la madre dice que no le va muy bien.
Nahín ha recibido propuestas de hombres que le piden hacer "hacer cosas con ellos" a cambio de dinero. Sin embargo, ella prefiere conseguir “un trabajo decente” porque considera que acceder a las propuestas de estas personas “me haría daño y arruinaría mi futuro".
Pero hay algo más que tiene muy claro: no volverá a intentar viajar en las caravanas de inmigrantes.
Los niños son víctimas del flagelo de la inmigración que se agudiza en este momento en todo el mundo. A veces con consecuencias devastadoras
Es así como una madre de la pequeña culpa a los agentes de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos por la enfermedad que contrajo su pequeña tras pasar días en una celda helada.
La bebé y su madre llegaron al país norteamericano con la caravana de migrantes y mientras estaban bajo la custodia de los agentes la niña contrajo neumonía, según informó NBC News.
La niña ahora está hospitalizada en Carolina del Norte, donde se encuentra luchando por su vida contra la terrible infección.
.