Maestra se sienta todas las noches en la calle y le enseña al hijo de una vendedora de dulces
Una mujer acude todos los días -y a la misma hora- a darle clases a un niño, mientras la madre vende dulces y golosinas en la calle.
La maestra se sienta casi todas las noches en las escaleras de Sears WTC para darle clases al hijo de la vendedora ambulante.
Esta historia, del Pueblo Santa Martha Acatitla, se ha hecho viral en las redes sociales y ha sido compartida casi 20 mil veces.
Algunos usuarios han reconocido la noble labor de la mujer por ayudar al desconocido.
"Casi todas las noches, esta mujer se sienta en las escaleras o en el piso de Sears WTC sobre insurgentes a un lado de Poliforum para darle clase al hijo de la señora que vende dulces”.
“Lleva monografías, cuadernos, libros y mucho material didáctico. Seamos como ella, seamos buenos y tendremos un país y un mundo mejor", describe la publicación.
Algunos usuarios reconocieron a la maestra y validaron la noble labor que lleva en práctica.
"Yo conozco a Elenita, lo que hace es una labor sorprendente. Lo que realiza con el niño es que ella lo apoya económicamente, por así decirlo adoptó al niño y le ayuda a sus padres con su educación como si fuera su hijo", comentó May Osomatli Ramos.
En otra historia, una maestra cometió un delito para ayudar a un estudiante que presentaba un problema de salud, a pesar de que estaba consciente de las consecuencias que eso le generaría.
Casey Smitherman, una maestra de Indiana, fue arrestada por fraude de seguros, engaño de identidad y mala conducta oficial. Llevó a la clínica a un estudiante de 15 años que no tenía seguro médico.
Presentaba síntomas graves de faringitis, por lo que lo hizo pasar por su hijo, pagó la visita a la clínica y la prescripción con su propio seguro de salud. "Es difícil no querer ayudar a todos nuestros niños".
Trascendió que Smitherman ayudó a comprar ropa para el adolescente y a limpiar su casa. No llamó al Departamento de Servicios Infantiles porque no quería que lo pusieran en un hogar de acogida.
Smitherman dijo que sabía que lo que hizo estaba mal, pero que su única preocupación en ese momento era el bienestar del niño.
"Como madre, sé cuán seria puede ser esta enfermedad si no se la trata, y lo llevé a una clínica de emergencia. Sabía que no tenía seguro, y quería hacer todo lo posible para ayudarlo a mejorar", dijo.
El pasado sábado 19 de enero, la misma maestra le contó a la policía lo que había hecho y se entregó.
"Creo que tiene que haber algunas consecuencias, pero no deberían poner en peligro su carrera. Creo que hay una manera de encargarse de eso sin destruir su carrera, porque sus motivos eran buenos", dijo la fiscal Rodney Cummings.