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Joven saliendo de un automóvil | Fuente: Shutterstock
Joven saliendo de un automóvil | Fuente: Shutterstock

Mi marido me echó de casa tras enterarse de que estaba embarazada, 26 años después mi hijo le hizo una visita – Mi historia

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12 mar 2025
13:06

Tina creía que vivía feliz una vez que se casó con su novio del instituto. Sin embargo, luego de ser expulsada por su esposo y tener que criar sola a su hijo, aprendería lo graves que son las consecuencias de nuestros actos.

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Una extravagante boda blanca tradicional siempre había sido el sueño de Tina. Por desgracia, no fue así cuando se fugó con su novio del instituto, Richard, a la tierna edad de 18 años.

Richard pertenecía a una familia bastante rica, y la idea de fugarse le pareció un tanto arbitraria. Sin embargo, en el fondo estaba contenta de casarse con el hombre al que amaba. El origen adinerado de Richard nunca fue de su interés; amaba a ese chico de verdad.

Solo con fines ilustrativos | Fuente: Getty Images

Solo con fines ilustrativos | Fuente: Getty Images

"¡Fuera, Tina! Si vuelvo a verte por aquí, tendremos un problema".

Al cabo de un par de meses de estar juntos, Tina se quedó embarazada. Aunque nunca habían hablado de tener hijos, Tina estaba encantada con la revelación y se moría de ganas de contárselo a su marido.

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"¿Qué quieres decir con que estás embarazada?", preguntó Richard, agitado.

"Pensé que estarías más emocionada. Sé que no lo habíamos planeado, pero sé el tipo de hombre de familia que eres. Serías un padre estupendo", le tranquilizó Tina.

"¿Hombre de familia? ¡La única razón por la que estamos juntos es para que pueda tener algo de espacio con la familia que ya tengo! ¿Cómo has podido hacerme esto?", gritó Richard.

Solo con fines ilustrativos | Fuente: Getty Images

Solo con fines ilustrativos | Fuente: Getty Images

Tina se quedó totalmente sorprendida por las palabras de Richard. ¿Estaba mostrando ahora su verdadera cara?, pensó. No, mi Richard no, concluyó. Tina se convenció de que él aún necesitaba un poco más de tiempo para asimilarlo todo y que ella tendría que ser paciente.

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Al día siguiente, Richard volvió a casa borracho y echó a Tina de su apartamento de sopetón.

"¡Fuera, Tina! Si vuelvo a verte por aquí, tendremos un problema", le dijo.

Tina no se resistió; se fue pensando que Richard entraría en razón más tarde. Unos días después, Tina fue al apartamento y descubrió que su esposo había cambiado las cerraduras. Entonces llamó a los padres de Richard, y la conversación que se desarrolló la dejó aún más destrozada.

Solo con fines ilustrativos | Fuente: Getty Images

Solo con fines ilustrativos | Fuente: Getty Images

"Hola, señor y señora Tinney. Intentaba ponerme en contacto con Richard. Hace poco...". Tina intentó explicarse antes de que la cortaran bruscamente.

"¡Qué descaro, jovencita! Llamando después de todo lo que le has hecho a nuestro Richy!", dijo la señora Tinney.

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"¿Yo? Lo siento, no sé si la entiendo. Por favor... No sé lo que le ha dicho, pero deje que le explique...". Tina intentó explicarse antes de que la cortaran de nuevo.

"¡Lo sabemos todo! Cómo lo engañaste y quedaste embarazada de otro hombre. No vuelvas a llamar por aquí o te demandaremos hasta que se te caigan las pestañas!", espetó la señora Tinney.

En ese mismo momento, Tina lo tuvo claro: ella y su hijo nonato estaban solos.

Solo con fines ilustrativos | Fuente: Getty Images

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Pasaron los años y Tina se encargó de criar a su hijo con el amor y las fuerzas que le quedaban. Su hijo, Greg, se lo puso fácil. Mientras ella luchaba por llegar a fin de mes, la conciencia de Greg de sus problemas y su afán por ayudar y arrimar el hombro aliviaron un poco la carga de Tina.

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Tina siempre había sido transparente con su hijo sobre lo que había ocurrido entre su padre y ella. Greg estaba agradecido a su madre por todos sus esfuerzos y trabajaba codo con codo con ella para poner comida en la mesa. Con sólo 15 años, Greg tuvo su primera trabajo como caddy en el club de golf local.

Aunque había empezado a trabajar desde muy joven, nunca dejó que interfiriera con sus estudios. Greg fue uno de los más brillante de sus clases, y además había adoptado una increíble ética del trabajo. Acabó graduándose en el instituto con matrícula de honor y poco después abrió un negocio con el dinero que había logrado ir ahorrando.

Solo con fines ilustrativos | Fuente: Getty Images

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Tina estaba muy orgullosa del hombre en el que se estaba convirtiendo Greg. Sin embargo, le preocupaba la ira que Greg había empezado a albergar hacia su padre, al que nunca había conocido.

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Greg nunca hablaba mucho, pero cada vez que su padre o la idea misma de la paternidad salían a relucir en una conversación, Tina no podía evitar notar la mirada indignada en los ojos de su hijo.

A medida que pasaban los años, el negocio de Greg crecía, le iba mejor cada día que pasaba. Con el tiempo se hizo bastante rico. Incluso contrató a su madre en una de sus oficinas principales. Con sólo 26 años, Greg era una de las personas menores de 30 con más éxito de su ciudad.

Un día, Greg decidió que había llegado el momento de hacerle una visita a su padre. Llevaba tiempo siguiendo sus movimientos, pero nunca había llegado a saber cuándo haría su gran entrada.

Greg se detuvo cerca de la entrada de Richard con la mano fuertemente agarrada al bate de béisbol que llevaba en el asiento del copiloto. Aún no sabía qué haría cuando lo conociera. Pero su ira ardía tan furiosamente en su interior que el bate seguramente le sería útil, aunque no estaba muy seguro de cuáles eran sus intenciones. Fuesen cuales fuesen, no eran buenas.

Solo con fines ilustrativos | Fuente: Getty Images

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Mientras estaba sentado en su automóvil, contemplando adónde le llevarían sus próximos pasos en su largo viaje, vio algo que le sacudiría hasta lo más profundo.

Greg nunca había sido un hombre ni un niño violento. Pero había cuidado de aquella herida durante tanto tiempo que ni por un segundo se había planteado la posibilidad de que realmente sanara.

Todo el dolor que había alimentado a lo largo de los años le decía que Richard se merecía lo que hubiera al final de aquel bate de béisbol. Pero, al ver a su padre salir a botar la basura, frágil y harapiento, se dio cuenta de su propio futuro.

En ese momento, Greg entendió lo lejos y bajo que le había llevado su búsqueda de venganza. Aquel hombre horrible que casi los había destruido a él y a su madre seguramente ya no existía. E incluso si estaba en algún lugar, ¿merecía la pena perder por él todo por lo que había trabajado incansablemente?

Solo con fines ilustrativos | Fuente: Getty Images

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Greg se fijó en el tablón de "se vende" del patio de Richard y decidió dejar el bate y copiar el teléfono. Llamó al número del tablón y llegó a la conclusión de que el hombre estaba endeudado y le estaban confiscando la casa para venderla y cubrir sus préstamos.

Greg abandonó inmediatamente la propiedad de Richard con la conciencia agradecida y tranquila por no haber cometido lo que podría haber sido el mayor error de su vida. Poco después compró la casa de su padre.

Unos días después, Richard se reunió con el comprador para ultimar la venta. Se le encogió el corazón cuando entró en el despacho del agente inmobiliario y se encontró a Tina y a su hijo esperándole.

Richard se quedó sin palabras, aunque no le habrían servido de mucho decir algo. Instantes después de entrar en la habitación, Greg le anunció quién era y le dijo que abandonara la propiedad.

Solo con fines ilustrativos | Fuente: Getty Images

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"¡Si vuelvo a verte, tendremos un problema", dijo Greg.

Las palabras permanecieron en la cabeza de Tina mientras veía a Richard marcharse avergonzado de la misma forma que ella lo había hecho hacía tantos años atrás. ¿Qué posibilidades había? pensó.

¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • Ten cuidado con cómo tratas a los demás; siempre hay consecuencias. Richard se sintió cómodo tratando a Tina, y a su bebé nonato como le pareció conveniente. Más tarde, sus actos le crearon consecuencias que nunca habría podido prever.
  • Nunca te dejes llevar por el ansia de venganza. Podría conducirte a tu propia perdición. Si Greg hubiera decidido seguir a su corazón vengativo, habría iniciado su propia perdición. Sin embargo, al apartarse de la violencia, pudo manejar la situación con justicia.

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Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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