Tras 5 días en un hospital público, una embarazada quiere una factura de todo lo que no pagó
La mujer no tuvo que pagar nada al salir del centro hospitalario, aún así quería una factura de todo el servicio que recibió.
En muchos países la salud es un privilegio para algunos que pueden pagarla. El resto debe conformarse y recibir cualquier tipo de atención.
Sin embargo, una mujer española embarazada de gemelos estuvo ingresada en el hospital por cinco días. En ese tiempo estuvo rodeada las 24 horas de celadores, enfermeras, ginecólogos y matronas.
Ella no podía dejar pasar esta oportunidad para reconocer el valor que tiene el sistema de sanidad en su país. Eso la impulsó a solicitar una factura por todo lo que no pagó.
Sí, es que ella al salir solo recibió un documento con las recomendaciones del médico, pero no pagó ni un centavo por los servicios que recibió.
"Me han ingresado cinco días y al darme el alta solo he recibido un papel en el que me explican las instrucciones que debo seguir para mi tratamiento, mi próxima cita y la firma de mi ginecólogo", comentó en una publicación en Facebook.
Y añadió: "Me habría encantado recibir también la factura de todo lo que no he pagado, la verdad. Porque creo que no somos conscientes de la suerte que tenemos y de la necesidad de luchar por que no nos arrebaten este sistema".
La mujer describió cada uno de los servicios que recibió en el tiempo que estuvo hospitalizada y llamó la atención sobre el elevado costo que tendría que pagar el paciente si en España la sanidad no se pagará de los impuestos.
Aclaró que todas las personas residentes e inmigrantes aportan a la sanidad cuando compran productos y servicios. Además, instó a la ciudadanía a que las concentraciones se hagan para no perder derechos como este.
"Me habría encantado recibir también la factura de todo lo que no he pagado, la verdad... "
"Deberían dárnoslas a todos [las facturas] para que las concentraciones las hiciéramos por motivos como no perder poco a poco esto que tenemos... En lugar de esperar a futbolistas en las puertas de la Agencia Tributaria".
La petición de esta mujer podría cobrar sentido cuando salen a la luz historias como la de Penny Oliver, de 54 años, quien se suicidó luego de endeudarse por el medicamento que necesitaba para tratar su trastorno depresivo.
Oliver comenzó a recibir facturas y amenazas por parte del Servicio Nacional de Salud Británico por medicamentos, agregando tarifas de penalización y recargos. La presión de las deudas hizo que la mujer tomara una terrible decisión.