45 años de prisión para un hombre acusado de matar a dos agentes rurales en Lleida
El homicida confesó haber cometido el crimen. Deberá pagar una indemnización millonaria a los familiares de las víctimas.
Ismael Rodríguez fue declarado culpable por asesinar a dos agentes rurales en Aspa y por el doble homicidio debe pagar una condena de 45 años de prisión.
El 21 de enero de 2017 en Aspa, se cometió el crimen y por ello la audiencia de Lleida determinó que por cada víctima Ismael debería pagar 22 años de cárcel y un año más por tenencia ilícita de arma de fuego.
UN HOMICIDIO COMETIDO CON ALEVOSÍA
Ismael fue declarado culpable de asesinato con alevosía y atenuante de confesión y se descartó alguna alteración psíquica que no le permitiera saber qué estaba haciendo cuando disparó.
Por cada víctima se le otorgó una pena de 22 años más un año de prisión por tenencia ilícita de arma de fuego; la escopeta que disparó no tenía licencia para ser manejada.
Además de la condena, deberá pagar una indemnización a la familia de las víctimas de 1.077.473,28 euros.
CON COOPERADOR CONDENADO
Según 20 minutos, M. A. F. S., el otro acusado, fue condenado a un año de prisión por ser cooperador en el crimen al ser el dueño de la escopeta con la que se disparó.
La “sorpresiva” actuación de Rodríguez no le permitió a las víctimas defenderse, ya que no esperaban tal actuación y por ello no pudieron activar la alarma de los Walkie- Talkie.
La audiencia consideró el acto como algo "completamente inesperado para las víctimas, que no tuvieron ninguna oportunidad de oponer resistencia eficaz al ataque".
AUSENCIAS INCONCLUSAS
Aunque la novia y el padre de Rodríguez quisieron alegar que el hombre padecía de “ausencias” mentales; el escrito emitido por el juez refuerza el crimen con alevosía.
El hombre recargó el arma en dos oportunidades para dispararle a los agentes; cada uno recibió dos impactos de bala en zonas vitales del cuerpo en distancias diferentes. El atenuante por confesión pues el hombre llamó a emergencias para notificar el hecho.
Otro caso de muerte durante la caza ocurrió en Dallas. Hudson Fife murió de un disparo en la cabeza proveniente de su rifle, todo apunta a ser una muerte accidental, reseñó AL.
Sus padres, con tristeza aseguraron que les gustaría ser más como el pequeño, quien cursaba quinto grado, pues amaba la vida de forma única.
“Su papá y yo nos estamos forzando para ser más como él, para amar como Hud”, comentó la madre del chiquillo. En una historia similar, un conductor de autobús que abusó y asesinó a un niño, se hizo amigo de los padres del pequeño para vigilar de cerca la investigación policial. televisión.