"Me odiaba a mí misma y agradecía que estuviera conmigo": confesión de mujer tras vivir con violador
Hubo vítores en la sala del tribunal cuando la condena de Sally Challen, quien fue encarcelada en 2011 por el asesinato de su esposo Richard, fue anulada hace poco más de una semana.
En su juicio original, los jueces escucharon cómo Sally había sido sometida a décadas de control de comportamiento y humillación por parte de su esposo antes de que ella lo matara.
Pero el pasado 28 de febrero, el Tribunal de Apelación dictaminó que la condena era insegura a la luz de nuevas pruebas y ordenó un nuevo juicio.
Zoe Parsons, de 44 años, de Londres, también fue sometida a años de abuso por parte de su marido controlador.
Mujer asustada viendo por una ventana. | Imagen: PxHere
Ella explicó por qué sintió que no podía decirle a nadie la verdad sobre su matrimonio y por qué los peligros del control coercitivo deben entenderse mejor.
Mientras escuchaba las noticias sobre la anulación de la condena de Sally Challen, se sintió aliviada. Al igual que ella, pasó años en una relación abusiva y dominante.
“Una vez durante mi matrimonio de seis años, estaba tan desesperada que recuerdo estar parada en la cocina, mirando los cuchillos en el cajón y pensando: ‘Si lo apuñalo cuando este durmiendo, ¿me saldrá bien?’”, contó Zoe.
Y agregó: “Lo que me detuvo no fue el hecho de que fuera un asesinato, sino el temor de que mi esposo se despertara y me clavara el cuchillo. No podía soportar la idea de morir y dejar a nuestra hija con él”.
Hombre amenazando a su mujer. | Imagen: Flickr
PRINCIPIO DE SU RELACIÓN
Pero ella contó que él no era así al principio. Señaló que cuando conoció a Edson Peart en 2009, era un hombre encantador. Vivía en Jamaica y era hermano del novio de su hermana.
En sus visitas al Reino Unido, dejó claro que ella le gustaba, pero fue cuando su hermana le pidió que se uniera a ella para unas vacaciones en Jamaica que se enamoré de él por completo.
“Era el perfecto caballero. Cuando volví a Londres, éramos pareja y en seis meses estábamos comprometidos. Realmente sentí que era el elegido”, relató Zoe.
Mujer siendo forzada en cama. | Imagen: Flickr
SEÑALES DE ALERTA
Pero después su boda en enero de 2010, comenzaron a aparecer señales de que algo no andaba bien. “A menudo estaba celoso, acusándome de engañarlo sin ninguna razón”, agregó.
“Al principio me pareció halagador, convencida de que significaba que él se preocupaba por mí. Pero si me quedaba atascada en el tráfico y llegaba tarde a casa del trabajo, me esperaba en la puerta, exigiendo saber con qué colega me estaba acostando”.
Hombre amenazando a su mujer con un puño. | Imagen: Flickr
ENCLAUSTRADA POR SU MARIDO
Con el tiempo, su vida comenzó a cerrarse. Dejó de salir y simplemente iba a su trabajo como asistente legal, cuidaba a su bebé u se acostaba a dirmir.
Pero la crueldad de su esposo persistía. “Él trabajaba en turnos como guardia de seguridad y me molestaba para pedir préstamos a mi nombre. Si me negaba, me despertaba durante toda la noche, exigiéndome que firmara el papeleo”.
Zoe tenía un bebé y trabajaba a tiempo completo, así que después de una semana de tortura privada de sueño, se rindió.
“Empezó a ir a clubes sin mí, luego regresaba a casa y me golpeaba el vientre diciendo: ‘Mírate. Estás muy gorda. Ningún hombre te va a querer ahora’.”
Mujer asustada. | Imagen: PxHere
PÉRDIDA DE AUTOESTIMA
Constantemente él le decía que no era atractiva y que no valía nada. “Dejé de mirarme en el espejo porque me odiaba tanto y me sentía agradecida, sí, agradecida, de que todavía estuviera conmigo”, confesó la mujer.
Solía ser una persona segura y extrovertida, pero él rompió su espíritu. “Usaba ropa con agujeros, no me lavaba el cabello durante días y no tenía amigos ni vida social”, agregó.
Una o dos veces a la semana el hombre despertaba a Zoe y le exigía sexo. “Si me rehusara, me colocaba los brazos detrás de la espalda y me hacía daño”, aseguró.
Mujer llorando. | Imagen: PxHere
Y agregó: “Mi madre, que me ayudaba a cuidar a mi hija, una vez entró mientras él me estaba violando y dijo que nunca olvidaría la expresión de maldad y alegría en su rostro antes de darse cuenta de que ella estaba allí”.
Su madre le preguntó si quería llamar a la policía, pero ella se negó, pues pensaba que se trataba de violación si era con un extraño, no algo que un marido le hiciera a una esposa.
Mujer maniatada. | Imagen: Pixabay
“Entonces, ¿por qué me quedé? Porque después de cada incidente él insistió en que simplemente yo estaba haciendo un escándalo. Yo era la loca”.
Zoe contó que él a veces la pellizcaba y luego insistía en que no lo hizo. "¿Dónde está la marca?", decía, y por supuesto que no había una.
“Y había un bombardeo de amor que inevitablemente se producía después del abuso, cuando me decía cuánto me amaba y me necesitaba. Como mi autoestima era tan baja, anhelaba estos momentos”.
Hombre con puño cerrado amenazando a mujer. | Imagen: Pixabay
Un día, Edson intentó estrangularla delante de su hija, lo que hizo que ella finalmente le dijera que se fuera.
Increíblemente lo hizo, pero cuando Zoe obtuvo las fuerzas necesarias durante su ausencia y pidió el divorcio, se volvió cada vez más agresivo.
“Comenzó a acosarme, escondiéndose en los arbustos de mi vecino, constantemente llamándome y enviándome mensajes de texto, e incluso apagando el gas”, contó la mujer.
Mujer manifestando negación a la violencia de género. | Imagen: Flickr
CONDENADO A PRISIÓN
Entonces, una noche de junio de 2016, golpeó su puerta con un bloque de concreto, luego le dio un puñetazo, una patada y un golpe en la cabeza, por lo que necesitó 12 puntos de sutura en la frente.
El mes siguiente le dieron dos años y medio por daños corporales reales y, en julio de 2017, fue procesado por violación y fue condenado a un total de ocho años y medio en prisión.
Desde entonces, a Zoe le diagnosticaron un trastorno de estrés postraumático y ha sufrido terribles pesadillas y ataques de pánico. Pero fue una de las afortunadas. “Si él hubiera tenido un cuchillo esa noche, sé que estaría muerta”, aseguró.
Hombre esposado por policía. | Imagen: Pixabay
CREANDO CONCIENCIA
Posteriormente se entrenó como coach de vida y relaciones porque quiere ayudar a personas como ella. “Ahora estoy en otra relación con alguien que me trata con amor y respeto y estoy muy feliz”.
Ella considera que se necesita hacer más para capacitar a los jueces sobre el impacto del abuso psicológico y cuán dañino es para la salud mental y el bienestar de una persona.
Esa capacitación también debe incluir por qué alguien podría permanecer en esa relación y sentir que matar es su única opción.
Mujer pensativa. | Imagen: Pexels
La apelación de Sally Challen despertó la conciencia del control coercitivo, pero hasta que las mujeres dejen de ir a prisión, todavía no es suficiente.
La historia de esta mujer nos recuerda la de otra que, mientras estaba embarazada, vertió agua hirviendo sobre su exmarido luego de que éste la secuestrara, torturara y la violara.
La joven de 20 años fue encontrada en un cautiverio y con señales de tortura el pasado mes de noviembre. Conoce más detalles aquí.
AmoMama.es no promueve ni apoya violencia, autolesiones o conducta abusiva de ningún tipo. Creamos consciencia sobre estos problemas para ayudar a víctimas potenciales a buscar consejo profesional y prevenir que alguien más salga herido. AmoMama.es habla en contra de lo anteriormente mencionado y AmoMama.es promueve una sana discusión de las instancias de violencia, abuso, explotación sexual y crueldad animal que beneficie a las víctimas. También alentamos a todos a reportar cualquier incidente criminal del que sean testigos en la brevedad de lo posible.