Lucha de madre por salvar a hija de anorexia: "Mi hija me pide que la deje morir"
Patricia Cervera es la madre de una chica andaluza con anorexia. Su hija lleva enferma desde los 13 años.
Patricia Cervera hizo una campaña en Change.org para pedir que hayan unidades especializadas en Trastornos de la Conducta Alimentaria, sitios que ofrezcan atención médica a pacientes con anorexia y bulimia.
La petición de Cervera solicita firmas para hacerlas llegar al presidente de la Junta de Andalucía. La madre también ha contado la travesía de su hija enferma, que le ha pedido que “la deje morir”.
Piernas enrolladas con una cinta métrica. Fuente: Shutterstock
Patricia señala que no existen unidades especializados en trastornos alimenticios en ninguna de las ocho provincias andaluzas, a pesar de que cientos de niñas adolescentes padezcan de estas enfermedades.
Estas chicas no tiene acceso a los tratamientos adecuados que podrían salvar sus vidas, son pacientes que sufren por el abandono del sistema público de salud.
Mujer mide su cintura y se mira en el espejo. Fuente: Shutterstock
Las mujeres andaluzas que sufren anorexia y bulimia ven como su enfermedad les causa un grave deterioro físico y mental. La cronificación del trastorno alimenticio puede llevar a la muerte por fallos en los órganos vitales o por suicidio.
Patricia asegura que le ha costado sobrellevar la enfermedad de su hija, ya que tiene otro hijo que cuidar y además debe batallar continuamente con el sistema sanitario.
Una chica con anorexia de espaldas. Fuente: Shutterstock
“Todos estos años las opciones de tratamiento han sido consultas ambulatorias, esporádicas, en salud mental, primero en unidades infanto-juveniles y, posteriormente, en unidades de salud mental de adultos. Sólo y, exclusivamente, ante mi insistencia, se le ingresaba en el hospital, cuando estaba muy grave”, explicó antes de asegurar que el gasto mensual para los pacientes con trastornos alimenticios puede llegar a los 2.000 euros.
Mujer deprimida mirando fijamente las tortas. Fuente: Shutterstock
No hay duda de que la enfermedad de su hija ha sido un gasto para Patricia, sus ingresos son los únicos que soportan a esta familia monoparental.
Cervera ha acumulado deudas con los años para ayudar a su hija, que tiene 21 años.
“La sanidad pública no garantizaba ningún tratamiento real a mi hija”, dice Patricia Cervera.
"Soy madre de una hija con anorexia desde los 13 años; ahora va a cumplir 21. Todos estos años las opciones de tratamiento han sido consultas ambulatorias, esporádicas, en salud mental, primero en unidades infanto-juveniles y, posteriormente, en unidades de salud mental de adultos."
Al igual que la hija de Patricia, Julia Janssen, de 24 años de edad, sufría de un delicado cuadro de anorexia. En los peores momentos de su crisis, apenas superaba los 35 kilogramos de peso.
Dejó de tomar agua por miedo a que estuviera infectada, no ingería alimentos porque temía que su piel la absorviera, escondía los alimentos dentro de su cabello y se untaba la manteca en el mismo para no ingerir nada.
La chica se encuentra en tratamiento y ha aumentado de peso. Su transformación fue sorprendente y comenzó a ingerir los alimentos que necesitaba.
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