Padre está luto por la muerte de su bebé en un auto caliente mientras mamá dormía con su jefe

A Cheyenne Hyer, de tres años, la dejaron atada a un asiento de seguridad dentro del coche patrulla de su madre durante cuatro horas. Aunque el aire acondicionado estaba encendido, la ventilación no soplaba aire frío.

Cuando su madre, Cassie Barker, la encontró, ya era demasiado tarde. El niño había muerto de golpe de calor; la temperatura de su cuerpo alcanzó los 41 grados centígrados, informó SunHerald.

En ese momento, Barker era una oficial de Long Beach, Mississippi. Se detuvo en la casa de su supervisor para hablar con él después de su turno y terminaron teniendo relaciones sexuales. Se quedó dormida y, cuando volvió al coche, Cheyenne no reaccionó.

El juez de sentencia, Larry Bourgeois, pidió escuchar a los padres de la niña antes de emitir su juicio. El padre de Cheyenne, Ryan Hyer, dijo que enterarse de la muerte de su hija fue el peor día de su vida.

“Cuando llegó el momento de ver su frágil y pequeño cuerpo, me decía que fuera fuerte. Sin embargo, me rompí cuando vi a mi hermoso, dulce, divertido e inocente ángel tirado en ese ataúd. Solo quería levantarla y abrazarla y decirle que todo iba a estar bien, papá te tiene", dijo.

Ryan se enojó cuando Barker le dijo al juez que ella era la única cuidadora de Cheyenne. "Quiero decir que la única persona a la que le debo una disculpa fue a mi hija porque nadie más estuvo en su vida, excepto yo. La última vez que hablé con él (Hyer) fue en julio (2016). Él ni siquiera sabe cuáles son sus juguetes favoritos. Mientras Barker hablaba, su voz se derrumbó tanto que era difícil entenderla”.

Por su parte, Ryan le dijo a Bourgeois: "Me sigo preguntando: '¿Esto me dará un cierre?' Podría culpar a tanta gente, pero la realidad es que la madre de Cheyenne... hizo un juramento para proteger y servir a la comunidad (y) fracasó”.

Ryan admitió que había pasado un año desde que vio a Cheyenne por última vez antes de su trágica muerte el 30 de septiembre de 2016. Dijo que se fue de Mississippi para mudarse a Jacksonville, Florida, cuando descubrió que Barker lo engañaba con su jefe.

También admitió que nunca pagó la manutención de los hijos porque "nunca surgió". Añadió: "Le enviaría dinero. Ella me llamaría para decirme que nos acercamos a Jacksonville y queremos ir a verte. Se suponía que la tendríamos todo el verano que pasó”. Sin embargo, según Ryan, Barker nunca llegó.

Barker fue sentenciada a 20 años de prisión luego de declararse culpable de homicidio culposo. Inicialmente, fue acusada de asesinato en segundo grado, pero aceptó el acuerdo de culpabilidad a un cargo menor.

Esta no era la primera vez que Barker dejaba a su hija sin supervisión en un automóvil. Un transeúnte llamó a la policía de Gulfport en una ocasión anterior cuando ella dejó a su hija en el auto mientras entraba a una tienda.

Antes de que Barker fuera sentenciada, se informó que estaba embarazada de su segundo hijo y su abogado, Damian Holcomb, dijo que planea poner al bebé en adopción.

Barker ha admitido en sus declaraciones que solo ella fue responsable de la muerte de su hija. "No ha sido la misma desde que sucedió esto. Es un caso muy triste. Su vida nunca volverá a ser la misma, dijo Holcomb.